El párroco de La Paloma dice que olía a gas en todo edificio, pero que nadie manipuló la caldera: "No nos dio tiempo"
- La Policía está tomando declaración a una decena de testigos y solicitando documentación de las instalaciones de gas
- Continúan las labores de desescombro del edificio, si bien muchos vecinos no pueden volver de momento a sus casas
El párroco de la Parroquia Virgen de la Paloma, Gabriel Benedicto, ha asegurado que ni el sacerdote ni el electricista fallecidos este miércoles en la explosión de la calle Toledo de Madrid manipularon las calderas "en ningún tiempo" porque advirtieron el olor a gas minutos antes y "no les dio tiempo" a reaccionar.
"Como párroco, y a la luz de las informaciones, testimonios internos y datos de los que hasta el momento disponemos, lo que os puedo decir es que todo lo ocurrido se produjo en un lapso tan breve que no nos dio tiempo ni siquiera a ser conscientes de lo que estaba pasando. Fuimos seis personas las que percibimos, en apenas unos minutos, un extraño olor a gas en cuatro puntos distintos: patio, planta cero, planta quinta y planta sexta. Pero no dio tiempo a nada más que a advertir ese olor", ha señalado en un comunicado publicado en la web de la parroquia.
El responsable de la parroquia ha abogado por "ser pacientes" y esperar a que la Policía Científica les informe sobre el avance de sus investigaciones. "Esto es lo que yo os puedo transmitir: David, el padre Rubén y los otros dos fallecidos y los demás heridos fueron víctimas. A unos les pilló dentro, a otros fuera", ha apuntado.
“Intentaron conocer la causa sin manipular ninguna de las calderas“
Benedicto ha asegurado que ni los difuntos David ni Rubén ni el resto tuvieron tiempo de intervenir "en modo alguno". "Solamente, como cualquier persona preocupada por el olor a gas, intentaron conocer la causa, seguir el rastro, sin manipular en ningún momento ninguna de las calderas", ha explicado.
El párroco también ha querido agradecer las numerosas muestras de cariño y de cercanía que están recibiendo desde el suceso. "Pedimos al Señor que consuele en lo profundo a todos los familiares de las víctimas y seguimos confiando en que la tribulación dé paso a la esperanza", ha dicho.
La jueza pide informes a la Policía y los Bomberos
La titular del Juzgado de Instrucción número 35 de Plaza de Castilla, que dirige la investigación de la explosión, ha solicitado varios informes a la Policía Nacional y los Bomberos para dilucidar las causas del siniestro, que dejó cuatro fallecidos y una decena de heridos. De momento, los agentes han tomado declaración a una decena de testigos.
Entre ellos, uno de los sacerdotes ha asegurado a los agentes que llevaban días sin tener calefacción y pidieron ayuda a David Santos para arreglar uno de los radiadores que estaba en el sótano. También ha prestado testimonio un inspector de policía qué está haciendo el curso de inspector jefe y caminaba por la calle en el momento de la explosión de la que resultó ileso al escudarse con una mochila, según han relatado las mismas fuentes.
Los investigadores también han solicitado ya documentación de las instalaciones de gas en el edificio y de su mantenimiento para trasladarlas a la magistrada. En total había 7 calderas de gas en el edificio que pasaron su última revisión en enero del 2020.
Este viernes, además, continúan las labores de desescombro del edificio, en las que se ha incorporado dos robots para agilizar el proceso. Los trabajos se están llevando a cabo desde el exterior "planta por planta", ya que la seguridad en el interior aún no está garantizada, ha apuntado el concejal delegado de Desarrollo Urbano del Ayuntamiento, Mariano Fuentes, quien estima que terminarán en dos semanas.
Acompañado por la vicealcaldesa, Begoña Villacís, Fuentes ha indicado a la prensa que la mayoría de los desperfectos en las viviendas son sobre todo en la tabiquería y hoy los técnicos han entrado en el colegio Lasalle La Paloma, “garantizado que no existe un posible daño estructural, solo hay rotura de cristales y ventanas”.
La mayoría de vecinos podrán volver hoy a sus casas
Aunque la situación ha ido mejorando poco a poco y muchos de los vecinos han podido esta noche dormir en sus viviendas, una veintena de residentes en los números 102 y 104 de la calle Toledo han tenido que dormir en un hotel cercano.
"La mayor parte de ellos ya van a poder acceder hoy a sus casas", ha señalado en el Canal 24 Horas la vicealcaldesa de Madrid, quien también ha recalcado que se han colocado unas pasarelas para que puedan desplazarse de forma segura.
Por su parte, las 56 personas mayores de la residencia Los Nogales La Paloma, situado junto al edificio siniestrado, ya han recibido visitas de sus familiares a las residencias donde han sido trasladados además de los enseres que se habían dejado en la residencia de la calle Toledo. Según ha explicado a EFE un portavoz de la empresa, todos los residentes están bien y han pasado estas dos primeras noches tranquilas.