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La nieve agrava el aislamiento rural

  • Los vecinos de la Vega de Pas han pasado las nevadas junto a su ganado, y muy pocos se han quedado aislados

El viento del Sur ha licuado la nieve aumentando el caudal del rio Pas, pero no hay riesgo de desbordamientos

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La nieve ha aislado más aún entornos rurales como la Vega de Pas

Las comarcas más despobladas de Cantabria han acentuado su aislamiento con las recientes nevadas, que incluso han impedido el acceso a los pueblos de alta montaña. En los valles pasiegos, un alud mantiene inaccesible el puerto de Estacas de Trueba y el paso hacia tierras burgalesas por Las Machorras. Los vecinos temen ahora las consecuencias del deshielo, acelerado por el viento del sur.

Y es que hace más de 20 años que no nevaba tanto aquí. Cerca de las cabañas situadas bajo el túnel de La Engaña, un equipo de nueve voluntarios ha logrado rescatar semanas atrás a una manada de nueve caballos que se habían quedado aislados. La tarea ha sido dura: motos de nieve, el helicóptero cántabro de protección civil y el uso continuado de palas y elevadores han logrado evacuar a los animales hasta Espinosa de los Monteros.

Los pasiegos están licenciados en aislamiento, a lo que contribuyen las precauciones para no contagiarse del COVID, que ha cerrado las dependencias municipales al enfermar la secretaria. En las cumbres ha pasado lo peor, pero llegan los neveros, que arrastran hasta un metro y medio de nieve de las zonas más altas. El alcalde de La Vega de Pas, Juan Carlos García, dice que” hay gente que protesta porque Estacas sigue cerrado, pero es que ese puerto tiene un problema específico: todos los años, cuando nieva, se producen aludes, por eso permanece cerrado el puerto, porque para arriesgar la vida de alguien que pase por esa carretera es preferible que dé la vuelta por otro lado antes de que ponga en peligro su vida”.

Han tenido que bajar del puerto las vacas, casi no se las veía más que el cuello

Casi todos están preparados aquí para pasar el invierno con el ganado. Salvo excepciones, tienen silo, hierba y pienso suficiente para alimentarlo. Charo Oria, con dos cabañas en los sitios de Palacio Ruiz y Riolangos, ha podido atender a sus ratinas sin problemas, aunque reconoce que más arriba ha sido diferente:” Ha habido ganaderos, incluso de mi familia, que han tenido bastantes problemas con el ganado porque tienen ciento y pico vacas y las han tenido que bajar pues muy mal, casi no se las veía más que el cuello.”

Después de echar el pienso en la cuadra, Charo mira al Pas con cierta preocupación, porque aunque el nivel del río no es muy alto, ha habido años en que se ha salido del cauce. Le teme al deshielo, y más si sopla sur:” Nosotros vivimos muy cerca del río y las casas están pegadas a él y tengo miedo de que nos las lleve…” Y es que los manantiales bajan con mucha agua.

Pocas distracciones

Tampoco hay demasiadas distracciones: sólo se puede estar en las terrazas de dos de los cinco bares del pueblo, ya de por si con poco negocio, porque no viene nadie de fuera... José Fernández es el dueño del bar merendero “Andresito”. Lo mantiene abierto a duras penas, porque además de la terraza gestiona una pequeña tienda alimentación situada junto al bar. Dice que la nieve ha empeorado el estado de las cosas, que ya estaban mal con las restricciones impuestas por Sanidad, aunque los cinco o seis parroquianos de todos los días siguen viniendo a tomar el blanco. A esta hora hay un pequeño de grupo de cuatro personas en torno a una mesa: “La nieve no ha dejado venir a nadie porque nos ha tenido prácticamente incomunicados. Han cerrado la carretera principal varios días por la caída de ramas, árboles, por la cantidad de nieve que ha caído….pero bueno, los cotidianos han aguantado”.

Etelvina Sañudo es una de las “cotidianas”. De vez en cuando cruza la carretera para tomarse un café en el bar de Andresito y después regresa a su negocio: le va bien con la elaboración de quesadas, aunque también ella ha acusado la falta de actividad. Un motero entra en la tienda y le pide una bolsa de galletas pasiegas y una quesada: ”Estas son las mejores de Cantabria, sin duda”, dice.¿vas a subir al puerto con la moto?, le pregunta ella, “si está cerrado….. El ríe: ”esta “burra” puede con todo, pero cuando llegue a Estacas me daré la vuelta. No quiero riesgos. Y Etelvina le cobra y vuelve al interior. A amasar.