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No lo tires, véndelo: la segunda vida de los artículos que no queremos

  • La segunda mano gana fuerza en nuestro país impulsada por la conciencia sostenible
  • Los mercados en línea, las aplicaciones o las tiendas convencionales refuerzan un fenómeno repudiado durante décadas

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El mercado de segunda mano supera sus propias barreras y  se renueva a golpe de sostenibilidad y consumo responsable
El mercado de segunda mano supera sus propias barreras y se renueva a golpe de sostenibilidad y consumo responsable

Bueno, bonito, barato…y usado. El mercado de la segunda mano en España vive su edad dorada. Un auge que sigue asociándose a épocas de crisis, pero que ha ido superando la etiqueta de ‘marginal’ que, históricamente, le ha acompañado. Para ello, ha sido clave la nueva conciencia social interesada no solo en el bolsillo, sino también en el impacto medioambiental de sus actos.

Lejos quedan los tiempos en los que comprar un objeto o prenda usada quedaba sujeto a una bohemia visita al parisino Marché aux Puces (Mercado de las Pulgas) o al castizo y cercano Rastro de Madrid. Plataformas online, tiendas físicas y chamarileros modernos conforman una fotografía en la que, de momento, hay sitio para todos.

El éxito de los marketplaces

Los mercados en línea han revolucionado el sector y se han convertido en la alternativa perfecta para dar una vida extra a todo aquello que no queremos. A golpe de clic, estos portales han popularizado la compraventa entre particulares. El gran número de transacciones diarias avalan su innegable repercusión. Plataformas como Milanuncios o Wallapop son ya parte del acervo popular de una generación que no entiende de edades.

“Realmente es complicado hablar de un target determinado. Creo que, en esencia, hemos generalizado el concepto para resolver las necesidades de cada persona”, dice Magalí Rey, directora de marketing de Milanuncios, quien confirma a RTVE.es el notorio crecimiento del sector y su consolidación en la sociedad. “No es solo un tema de ahorro o dinero fácil, también es encontrar productos descatalogados o agotados y, por supuesto, de reforzar el consumo responsable”, destaca Rey.

No es solo un tema de ahorro o dinero fácil, también es encontrar productos descatalogados o agotados

Precisamente, la sostenibilidad es uno de los pilares fundamentales del sector. Esta es ya una cuestión mayoritaria para la directora de marketing de Wallapop, Edurne de Oteiza. “Para un 73 % de los españoles, la crisis climática es tan importante a largo plazo como la crisis de la COVID-19”, señala haciendo referencia a un informe de la plataforma en colaboración con la empresa de investigación de opinión y mercado, Ipsos, sobre el reto de la recuperación sostenible.

La tendencia, según de Oteiza, indica además una evolución positiva: “Dos tercios de los españoles están dispuestos a evitar productos nuevos favoreciendo la reparación o comprando de segunda mano”.

Lo cierto es que, en el mundo virtual, los usuarios valoran cada vez más la sencillez y tiran de pragmatismo a la hora de realizar sus compras. “No se trata de un paseo por el mercadillo donde, sinceramente, vas a ver qué encuentras. A estas páginas voy con la idea clara de resolver una necesidad”, apunta Iria, de 32 años y habitual de estas plataformas. “Nunca he tenido malas experiencias, pero intento asegurarme bien de qué compro y a quién se lo compro”, opina.

Cambio de tendencias

Su historia es la de miles de personas que con la pandemia han renovado hábitos de búsqueda por internet. “Al principio viví el boom del gimnasio en casa, ahora tiro más de artículos de electrónica, como ordenadores o televisiones”, asegura Iria.

La nueva normalidad trajo consigo una nueva forma de consumir. Un escenario que no fue del todo positivo para estos canales y que amenazó incluso su destacada evolución.

“Una pandemia va cambiando nuestra forma de búsqueda. Nosotros sufrimos un bache en el que muchos productos se vieron afectados. Por suerte es un capítulo ya superado”, asevera Rey sobre la compraventa en Milanuncios. Las restricciones a la movilidad obligaron a desarrollar gran parte de la vida dentro de los propios domicilios y esto definió las preferencias . “2020 ha sido el año del hogar. El confinamiento estuvo marcado por las búsquedas de pequeños electrodomésticos para cocinar, cuyas búsquedas aumentaron un 66 %. Por supuesto, los artículos para hacer deporte también experimentaron un incremento significativo del 200 %, especialmente en mayo y con la bicicleta estática como gran reclamo", afirma de Oteiza acerca de las tendencias en Wallapop.

El efecto estacional y su repercusión en las ventas

Con las navidades en el recuerdo, desde Milanuncios arrojan un dato: “Algo más del 40% de usuarios afirma haber vendido en el mercado de segunda mano alguno de los regalos recibidos”. Una práctica que tiene nombre propio, regifting, y que se incrementa año tras año.

Desde Wallapop echan la vista atrás, concretamente al Black Friday, cuando los envíos crecieron un 240%. “Podemos decir que nuestro modelo de negocio se ha visto reforzado este año de grandes cambios. Nuestro usuarios han podido seguir realizando un consumo más disponible sin importar las circunstancias”, subraya de Oteiza.

No obstante, hay una llamativa letra pequeña que conviene no olvidar: la mayor demanda también incrementa el precio. Lo sabe bien Rey, que sitúa el último gran repunte en las videoconsolas de nueva generación. Estos dispositivos aumentan sus búsquedas, pero también su valor que llega a incrementarse en un 200%, tal y como indica el portal.

No lo llames viejo, llámalo vintage

A esta fiebre por lo usado no le faltan salidas. Probablemente, la que más perdure en el imaginario colectivo es la de las tiendas de antiguallas o rastrillos. Lugares donde el orden pasa a un segundo plano y el tiempo juega un papel determinante para encontrar el producto deseado.

Pues bien, también ellos se han refinado. Lo confirma Ángel González, propietario de El Museo Popular, situado en una conocida calle de La Latina madrileña. “Nuestra especialidad son las lámparas, aunque aquí también tenemos tallas del siglo XV, originales de García-Alix y hasta muebles de diseño Breuer”, explica González. Y añade que el tirón de estos artículos yace en la personalidad que aportan al hogar: "A la gente le gusta tener cosas diferentes y ese es nuestro campo”.

El Museo Popular: una oda a lo vintage

El Museo Popular: una oda a lo vintage

Ksenia e Iván, clientes habituales de este negocio, tienen claro cuál es el principal atractivo de acudir a estos locales. “Son cosas que duran. Nosotros buscamos ese producto que perdura en el tiempo, que tiene una buena elaboración. Luego está la magia de tener un artículo con historia”, dice él. Para ella, el ahorro es importante, aunque también influye el hecho de “apoyar al pequeño comercio de toda la vida, ser más responsable con el entorno y encontrar lo distinto”. Ambos creen que se ha superado el estigma asociado a la segunda mano, algo que corrobora Ángel, propietario, que pese al empuje del mundo web mira al futuro optimista: “Creo que aún nos queda camino por recorrer. Cada mercado tiene su público y nosotros vamos adaptándonos”.

Moda reutilizable: el ciclo de la sostenibilidad

La corriente lleva décadas defendiendo un cambio de paradigma en el consumo. La abanderada del reciclaje textil, Humana, presente en 50 tiendas repartidas por Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla y Granada tiene claro cuáles son los pilares sobre los que se debe asentar este modelo:“Comprando moda secondhand promueves la protección del medioambiente, colaboras en la lucha contra el cambio climático e impulsas, además, la prevención de residuos”, cuentan para RTVE.es.

La perpetua evolución, también agudiza el ingenio de nuevos negocios. Pionera en su idea, Percentil nació en 2012 como punto de encuentro para la compraventa de artículos y prendas para bebé y mujer. Con el tiempo han ampliado catálogo bajo la premisa de ropa casi nueva de marcas reconocidas, pero con grandes descuentos. Estas son algunas de las poderosas razones que esgrimen en su web para atraer al público. El objetivo es, dicen, ayudar a otros, que el vendedor saque algo de dinero y que, en definitiva, se apueste por la sostenibilidad con un producto de calidad.

24 horas - El auge de los negocios de ropa de segunda mano - Escuchar ahora

“Si compras segunda mano en lugar de primera mano, estás alargando la vida de un producto y fomentando que, a la larga, se fabriquen menos artículos como ese para cubrir una necesidad”, afirma Lourdes Ferrer, fundadora de Percentil, que fija, en la fabricación de una prenda, el mayor impacto medioambiental.

Estamos en el principio de un gran movimiento social

No es este un asunto sin importancia. Según Naciones Unidas, la industria textil es la segunda más contaminante del planeta dejando con la confección de artículos el 10 % de emisiones de carbono globales y generando el 20 % de las aguas residuales. Por ello, desde estas plataformas, abogan por una mayor concienciación ecológica para revetir con hechos los actuales datos.

“Creo que estamos en el principio de un gran movimiento social que ha llegado para quedarse y que solo puede traer cosas buenas”, subraya Ferrer a RTVE.es, al tiempo que reconoce que todavía queda trabajo por hacer en España para que el sector se pueda equiparar al fenómeno plenamente afianzado en otros países de nuestro entorno.

Pasado, presente y, sobre todo, mucho futuro confluyen en estos modelos de negocio circular que han sabido ganar la partida al tiempo para hacer de lo usado un valor al alza.

¿Qué dice la OCU?

Desde OCU insisten en que una buena información sobre el producto y el vendedor son claves para evitar sorpresas desagradables cuando se adquiere un producto de segunda mano. Además, la organización de consumidores subraya, en declaraciones a RTVE.es, la importancia de no realizar nunca pagos por adelantado.

¿Qué debe saber el consumidor cuando adquiere un producto de segunda mano? 

El comprador debe saber si la compra la realiza a un profesional o a un particular porque la normativa cambia entre unos y otros. Si es a un profesional, al consumidor le ampara la Ley General de Consumidores y Usuarios y si es entre particulares es necesario remitirse al Código Civil. Se podría decir que si no se compra a un profesional el comprador está más desprotegido.También es necesario tener claros los términos y condiciones de las plataformas, incluidos costes y forma de envío, además de la forma de pago. Existe el riesgo de que el comprador realice el desembolso, pero no llegue a recibir el producto, por ello aconsejamos el pago contra reembolso o en el momento de la entrega en este tipo de transacciones.

¿Estos productos tienen o deben tener algún tipo de garantía? ¿Y si la venta se realiza entre particulares? 

El comprador debe saber que los aparatos de segunda mano vendidos por un profesional tienen un año de garantía mínimo. Sin embargo, en la compraventa que se realiza entre particulares deben acordarse las condiciones de mutuo acuerdo. El usuario también dispone del derecho de desistimiento de 14 días si la compra se realiza a un profesional, aunque el producto sea de segunda mano. Pero, de nuevo y si es entre particulares, cualquier tipo de disposición debe negociarse y quedar reflejada en el acuerdo de compraventa. Las partes establecen de común acuerdo, cualquier tipo de garantía. Generalmente, al ser artículos de poco valor, se establece la renuncia a la garantía.

¿Es el movimiento bancario suficiente aval a la hora de presentar una reclamación? ¿Y si la venta se ejecuta en mano? 

Para cualquier tipo de reclamación es necesario aportar la mayor cantidad de documentación posible, transacciones bancarias, contratos, acuerdos y comunicaciones (email, WhatsApp...) entre las partes. Si se realiza a través una plataforma, sería conveniente disponer también de una copia de los términos y condiciones de la misma. Por otro lado, si existe disconformidad en una transacción entre particulares, además de reclamar al vendedor es conveniente informar también al portal.