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Memoria y leyenda de Berlanga: 100 años de su nacimiento

  • Este año se cumple el centenario del nacimiento en Valencia de Luis García Berlanga
  • Informe Semanal han rescatado imágenes del fondo documental de TVE y testimonios de su hijo José Luis, la actriz Mónica Randall, su biógrafo Luis Alegre y la periodista Pilar Socorro

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Informe Semanal - Memoria y leyenda de Berlanga

Luis García Berlanga es una de las dos B mayúsculas del cine español. La otra es otro Luis, Buñuel. Berlanga nació hace un siglo en Valencia, en el seno de una familia con posibles, que en buena medida sintetizaba el espíritu de las dos Españas. Pero las de su familia eran dos Españas que se entendían y convivían felizmente, un paisaje muy distinto del que incendiaría el país cuando Berlanga tenía 15 años. Así lo contaba en los años 80 del pasado siglo en el programa "Autorretrato" de TVE: "Mi madre era de una familia muy conservadora, y mi padre, de una familia más liberal, era diputado republicano. Entonces, yo creo que la herencia de estas dos cosas es estupenda porque las dos Españas de Antonio Machado, Capuletos y Montescos, se dio en mi caso al nivel de dos pequeñas familias que se juntaron y que tuvieron cuatro hijos. Creo que lograron construir lo que he sido yo".

Berlanga decía que vivió la guerra como unas largas vacaciones, hasta el último año en que fue reclutado por el bando republicano. Terminada la contienda, se enroló en la División Azul. En aquel entonces su respiración política era falangista, aunque un motivo importante por el que marchó a Rusia fue por ver si así conseguía que el bando vencedor de la guerra conmutara la pena de muerte a la que condenó a su padre. Además, le movió un afán romántico, en la esperanza de conquistar a una chica, que terminaría casándose con uno de sus mejores amigos. Ahí terminó su peripecia política. En adelante aborreció las banderías y se comportó como una persona profundamente liberal, que en el fondo era un libertario.

La cámara de Berlanga retrató, con humor corrosivo y desprejuiciado, la España franquista en películas como Bienvenido míster Marshall, Plácido o El verdugo. Más tarde puso un espejo deformante sobre el tiempo de la transición y creó películas inolvidables como La escopeta nacional, Patrimonio nacional o Nacional 3. Y más tarde, en el tiempo del felipismo declinante puso el foco sobre la corrupción desbocada en Todos a la cárcel.

Un repaso a la filmografía inolvidable de Luis García Berlanga, con varias obras maestras de la historia del cine.

Pero más allá de la política, de la historia y su circunstancia, Luis García Berlanga fue un creador fascinante, cargado de buena sombra y una mala leche que nunca se agriaba. El cinéfilo Luis Alegre, autor de "Hasta siempre, míster Berlanga", ha definido al cineasta, en una entrevista concedida a Informe Semanal, como "un gran romántico y un gran soñador. Creo que su pesimismo procedía de comprobar que sus sueños se frustraban. Sus sueños colectivos, por ejemplo, el de la reconciliación de las dos Españas y sus sueños individuales de vivir en un mundo sin ataduras y en completa libertad".

Berlanga fue un egoísta comprometido con las personas más débiles y de natural desdeñoso hacia los prepotentes, a los que satirizó con elegancia, pero también sin piedad. Hace solo un par de meses, la RAE incluía en el diccionario de la lengua española el adjetivo berlanguiano. Un homenaje que el director hubiera querido disfrutar en vida, pero que es un bonito regalo de centenario.