El coronavirus convierte el 2020 en el peor de la historia para el turismo mundial: 1.000 millones de turistas menos
- Europa ha perdido más de 500 millones de turistas durante 2020
- Los escenarios a largo plazo indican que se podría tardar entre dos años y medio y cuatro en volver a los niveles de 2019
El 2020 ha cerrado como el peor año de la historia del turismo. Con 1.000 millones de llegadas internacionales menos en el mundo y unas pérdidas estimadas en más de un billón de euros provocado por la pandemia del coronavirus se ha retrocedido a niveles de 1990.
Según ha informado este jueves la Organización Mundial del Turismo (OMT) las cifras suponen una caída del 74% en el volumen de turistas respecto a 2019. Este descenso ha sido provocado por el desplome sin precedentes de la demanda y las restricciones aplicadas a los viajeros. Durante la crisis de 2008 el descenso fue del 4%, cifras mucho menores que las que se han producido con la crisis del coronavirus.
Los datos proporcionados por el último Barómetro del Turismo Mundial apunta que las pérdidas en ingresos multiplican por más de once las registradas durante la crisis financiera y se han puesto en riesgo entre 100 y 120 millones de empleos turísticos directos, muchos de ellos en pequeñas y medianas empresas. La OMT espera, no obstante, que la llegada gradual de las vacunas ayude a restablecer la confianza de los consumidores, a flexibilizar las restricciones de movilidad y a que, lentamente, los viajes vayan normalizándose durante 2021 y reducir así las pérdidas.
Europa ha perdido 500 millones de turistas
El descenso de turistas varía en función del punto geográfico del planeta. Asia y el Pacífico, primeras regiones en sufrir los efectos de la pandemia ha registrado el mayor descenso de llegadas en 2020, un 84% menos que en cifras totales suponen 300 millones de turistas.
Le siguen Oriente Medio y África En ambos casos han sufrido una caída del 75%. Por su parte Europa ha sufrido un descenso en el número de llegadas de aproximadamente el 70%. A pesar de un pequeño y breve repunte durante el verano, el viejo continente se ha apuntado en términos absolutos el mayor hundimiento. Ha perdido más de 500 millones de turistas en 2020.
Por último, América ha tenido una contracción del 69 % en las llegadas internacionales, con resultados ligeramente mejores en el último trimestre del año cuando en muchos países de Latinoamérica se empezó a levantar las restricciones para los viajes entre países.
El gasto del turismo internacional sigue reflejando una demanda muy débil de viajes al exterior, con caídas en los diez principales mercados emisores de entre un 53 % del chino y del 99 % del australiano.
Continúa empeorando las perspectivas de un repunte en 2021
La última encuesta entre el grupo de expertos de la OMT ha mostrado perspectivas diversas para 2021. Casi la mitad de los encuestados (45 %) opinan que habrá un mejor panorama que en 2020, mientras que el 25 % espera un comportamiento similar y el 30 %, un empeoramiento de los resultados.
Las perspectivas generales de un repunte en 2021 parecen haber empeorado, con un 50 % de los encuestados que no cree que se produzca hasta 2022, frente al 21 % que expresaba esa opinión en octubre pasado, mientras que la otra mitad lo ve aún posible en el presente ejercicio, aunque las expectativas son inferiores a las de la encuesta anterior.
Asimismo, cuando sea que se reanude la actividad turística, el grupo de expertos prevé un incremento de la demanda de actividades turísticas de naturaleza y aire libre, con un creciente interés por el turismo interno y las experiencias de "viajes lentos".
Los escenarios a largo plazo indican que el turismo internacional podría tardar entre dos años y medio y cuatro en volver a los niveles de 2019, dado que la mayoría de los expertos no lo prevé antes de 2023, apuntando a 2024 o incluso después. El secretario general de la OMT, Zurab Pololikashvili, ha reconocido que, aunque se ha hecho mucho por lograr que los viajes internacionales sean seguros, la crisis "está aún lejos de haber terminado". A su juicio, la armonización, la coordinación y la digitalización de las medidas de reducción del riesgo de propagación de la covid-19, entre ellas las pruebas, el rastreo y los certificados de vacunación, "son la base imprescindible para promover unos viajes seguros y preparar la recuperación del turismo tan pronto como las condiciones lo permitan".