La necrópolis medieval de Arenas de Iguña, una de las más importantes del Norte
- Es una necrópolis singular por la calidad de sus tumbas, el buen estado de uno de sus muros y el limbo
Un centro de interpretación se eleva sobre lo que fue un cementerio cristiano, hace mil años
La existencia de la necrópolis de San Juan de Raicedo se conocía desde 1870 y estaba inventariada, pero fue la obra de mejora en la carretera que va de Arenas de Iguña hasta Anievas, la que hizo sonar la alarma e impulsó un estudio arqueológico de un hallazgo del que no había documentación oficial. Ahora sabemos que se trata de un cementerio cristiano con mil años de historia “de los más importantes del Norte de España”, según los arqueólogos encargados de la investigación, Javier Marcos y Lino Mantecón.
La Necrópolis de San Juan de Raicedo (Arenas de Iguña) destaca por la calidad de sus tumbas de lajas (cajas de piedra) y la buena conservación del muro que delimitaba el espacio sagrado del cementerio, el dextrum. Un hallazgo singular que, según Mantecón, “en pocas ocasiones” se ha encontrado en “tan buen estado”. En Cantabria solo se conoce el de la Villa Romana de Camesa Rebolledo.
Fuera del dextrum se documentó otra de las peculiaridades de este enclave, un grupo de tumbas infantiles, un limbo para los fallecidos que por no estar bautizados aun –explican los responsables del estudio- no podían ser enterrados en espacio sagrado.
“Hacen un cementerio, digamos, monumental, pero prácticamente no hay vestigio de la aldea donde residían“
Todas las tumbas están ordenadas en hilera, de manera concéntrica y orientadas al Este. Marcos y Mantecón han excavado 136 a lo largo de este año, que acreditan la conocida preocupación de la época medieval por el tránsito hacia el más allá. “Hacen un cementerio, digamos, monumental, pero prácticamente no hay vestigio de la aldea donde residían”, afirma Javier Marcos, lo que coincide -dice- con la mentalidad medieval y el mundo funerario en esa época. La mayoría son sepulturas de “gente sencilla” explica Mantecón, pero también hay un pequeño grupo de otras “más suntuarias”, cubiertas por completo con una losa de piedra a modo de tapa.
Cementerio de los siglos 8 a 10
Las pruebas de carbono 14, en lo que fueron los restos de una hoguera, han permitido datar entre los siglos 8 y 10 este cementerio cristiano, convertido ahora en centro de interpretación visitable, que gracias a una técnica de fotogrametría aérea con drones, ha permitido la recreación fiel de lo que fue esa necrópolis, porque la obra en la carretera ha obligado a desplazar algunas de las tumbas. Un camino separa los enterramientos originales de las tumbas trasladadas.
La Dirección General de Patrimonio Cultural y Memoria Histórica del Gobierno de Cantabria y el Ayuntamiento de Arenas de Iguña han financiado las obras de adecuación de la necrópolis de San Juan de Raicedo. El objetivo es “generar un punto de divulgación del Románico y del mundo funerario altomedieval” en palabras del Consejero de Cultura, Pablo Zuloaga. Para el alcalde de Arenas de Iguña, Pablo Gómez, una fórmula más para “ potenciar las visitas a este municipio” del Valle de Iguña que cuenta con numerosos enclaves de interés histórico artístico.