La UE se queda atrás en la carrera de la vacunación: ¿por qué solo está inmunizada el 2,5% de su población?
La llegada de las vacunas de la COVID-19 ha desatado una carrera por la inmunización en el mundo, en la que la Unión Europea (UE) se está quedando atrás. Hasta ahora, el bloque comunitario ha conseguido vacunar apenas al 2,5% de la población desde el 27 de diciembre, respecto a otras naciones como Israel, a la cabeza con 53,5% de ciudadanos vacunados, Reino Unido (12,3%) y Estados Unidos (8,4%).
Los motivos apuntan a una autorización para aprobar las vacunas más tardía que el resto de países y al retraso en la firma de los contratos de compra de las dosis necesarias. A esto se une, además, la falta de desarrollo de vacunas propias por parte de los estados miembros. Francia ha sido el último en retirar su proyecto más avanzado dirigido por el Instituto Pasteur.
La Unión Europea cuenta, por el momento, con tres vacunas disponibles: Pfizer/BioNtech, Moderna y AstraZeneca, consiguiendo esta última luz verde el viernes por parte la Agencia Europea de Medicamentos (EMA). La aprobación, no obstante, llega en medio de una escalada de tensión entre el bloque comunitario y la farmacéutica sueco-británica por el retraso de los suministros, que ha culminado con la publicación del contrato entre ambas y la creación de un mecanismo de control de exportación de vacunas por parte de la UE.
El retraso en las dosis ha generado fricciones entre algunos estados miembros como Hungría, que han puesto en duda la estrategia de compra conjunta de vacunas y ha optado por buscar nuevos contratos. Mientras la tercera ola continúa azotando a los países de la UE que han endurecido sus confinamientos y las restricciones a los viajeros por la alta incidencia del virus.
Escalada de tensión con AstraZeneca
La vacunación en Europa se ha visto sumida en la polémica en los últimos días, debido a la falta de dosis y los problemas con las empresas farmacéuticas como AstraZeneca. El pasado 22 de enero, la farmacéutica sueco-británica anunció que recortaría un 60% las entregas de su vacuna contratadas de forma anticipada por la UE debido a problemas de producción.
Bruselas temía que la empresa, con la que se habían contratado 300 millones de dosis, estuviera entregando a Reino Unido las vacunas que correspondían a los Veintisiete, por lo que exigió explicaciones a AstraZeneca y que se cumplieran los tiempos de entrega. Las dos partes se reunieron para llegar a un acuerdo, pero la tensión no ha dejado de aumentar desde entonces.
La situación ha culminado con la publicación por parte de la UE del contrato firmado entre ambas, aunque con los precios y plazos ocultos, y con la creación de un mecanismo "de emergencia" comunitario hasta el 31 de marzo para bloquear la exportación de vacunas por la falta de abastecimiento. La UE ha matizado que la medida afectará solo a las vacunas de aquellos laboratorios con los que la Comisión firmó, en nombre de los estados miembros, acuerdos de compra anticipada y no afectará a la frontera que separa Irlanda e Irlanda del Norte.
La empresa Pfizer también anunció una ralentización en la producción de vacunas el pasado 15 de enero, argumentando que el laboratorio emprendería reformas en su planta de producción para aumentar de 1.300 a 2.000 millones las dosis anuales. No obstante, según anunció la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, al conocerse la noticia, llamó al director ejecutivo de Pfizer y este aseguró "que todas las dosis comprometidas para el primer trimestre se entregarán a los países de la UE".
La vacunación pone a prueba a la Unión Europea
La COVID-19 está poniendo nuevamente a prueba las relaciones entre los países de la Unión Europea. Si en la primera y la segunda ola lo fue por los fondos de recuperación económica y la homogéneidad en las restricciones, ahora es por la vacunación. Estados miembros como Austria, Croacia, Dinamarca y Grecia emitieron el pasado jueves una carta al Consejo Europeo reclamando más rapidez en la aprobación de las vacunas por parte de la EMA y así poder cumplir con el objetivo comunitario de vacunar al 70% de la población de cara al verano.
La vacuna Pfizer/BioNtech, la primera en obtener autorización, se aprobó en la UE el pasado 21 de diciembre, mientras que Reino Unido y Estados Unidos lo hicieron a principios de ese mes. Tras ella, llegó Moderna que se aprobó el pasado 6 de enero, semanas después de que el gobierno estadounidense ya hubiera dado ese paso. Esta situación se ha repetido con AztraZeneca que ha recibido la autorización un mes más tarde que el territorio británico. La Agencia europea, por su parte, argumenta que es para garantizar la seguridad de las dosis.
Por el momento, los países de la UE que más vacunas han suministrado, ya sea solo la primera o la segunda dosis, son Malta (5,59%), Dinamarca (3,95%), Eslovenia (3,41%), Lituania (3,36%), y Rumanía (3,27 %), según datos del portal Our World in Data, recopilados por los informes de los gobiernos nacionales. España se encontraría en el séptimo puesto de este ranking, después de Irlanda, con 3,15 % de vacunas, de las que solo el 0,53% ha recibido la inmunización completa, según los datos del Ministerio de Sanidad.
Críticas a las compras a escala europea
Otro de los puntos que ha generado discrepancias en el bloque comunitario es la estrategia de compras conjuntas por parte de la Comisión Europea. Las críticas, encabezadas por el líder húngaro Viktor Orbán, consideran que las dosis reservadas no eran suficientes y que los contratos se han cerrado tarde.
Ante ello, Hungría, de manera unilateral, ha sido el primero en aprobar la vacuna rusa Sputnik y no ha descartado llegar a acuerdos con China e Israel. Francia, España e Italia, en cambio, algunos de los impulsores de esta estrategia europea, apoyan la unión al considerar que les da peso en las negociaciones y garantiza la solidaridad.
En total, la Comisión Europea ha cerrado contratos con AstraZeneca (300 millones de dosis), Sanofi-GSK (300 millones de dosis), Johnson & Johnson (dosis para 400 millones de personas), BioNTech-Pfizer (600 millones de dosis), CureVac (405 millones de dosis) y Moderna (160 millones de dosis).
Además, está negociando con la empresa farmacéutica Novavax con vistas a adquirir hasta 200 millones de dosis y con Valneva para conseguir hasta 60 millones de dosis. En conjunto, según los datos de la Unión Europea, se esperan 2,3 billones de dosis para una población de 446 millones de personas, aunque no ha desvelado el precio final.
Una tercera ola más virulenta en Europa
La ralentización de la vacunación contrasta, sin embargo, con la virulencia de la tercera ola de COVID-19 en Europa, que ha producido cifras récord en algunos países miembros y el endurecimiento de las restricciones. Este es el caso de Portugal que exigirá desde este fin de semana a los españoles que entren en el país una PCR negativa y que guarden cuarentena de quince días.
Francia, que se ha retirado definitivamente de la carrera por desarrollar una vacuna contra la COVID-19, ha limitado drásticamente las entradas de visitantes de fuera de la UE y exige prueba negativa ante la llegada por vía aérea, marítima y terrestre para evitar un tercer confinamento. La República Checa, por su parte, ha prohibido desde la pasada medianoche la entrada de extranjeros en viajes no esenciales.
La Unión Europea recomendó el pasado lunes, también, confinar las zonas con una incidencia de más de 500 casos por 100.000 habitantes. La incidencia en España está en 886,67, según los datos del último boletín del Ministerio de Sanidad del viernes, y solamente tres comunidades - Canarias, Cantabria y Navarra- se encuentran por debajo de la incidencia anunciada por Bruselas.