Existen garantías contra la manipulación en el voto por correo catalán, aunque estos contenidos lo cuestionen
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Con el inicio de la campaña electoral en Cataluña han aparecido en redes contenidos que sugieren fraude electoral en la votación por correo. “Es una de las formas que tienen de robarte el voto. No te garantiza que no sea manipulado”, dice un tuit que resume la tendencia. Hemos consultado la normativa legal y a los expertos: la manipulación es prácticamente imposible.
El tuit que habla del robo de voto se completa con otros sobre las “sospechas de fraude y pucherazo” o sobre la custodia ineficaz de los sobres. Debido a la incidencia de la pandemia, las solicitudes para esta vía de votación en las elecciones catalanas del 14 de febrero llegaron a las 183.000 el martes 2, según la Consejería de Acción Exterior de la Generalitat. Eso supone un aumento del 180% con respecto a las elecciones de 2017 y un máximo histórico en unas elecciones en Cataluña, poniendo el voto por correo en el centro del debate electoral, como sucedió en EE.UU.
El pasado lunes 1 de febrero Correos sufrió una incidencia técnica que agravó la confusión y terminó por convertir en tendencia el nombre de la entidad en Twitter. El problema afectó a varios servicios, entre ellos el de la solicitud telemática del voto por correo, lo que motivó las quejas de los usuarios. A lo largo de la tarde el servicio se restableció, y todavía hay plazo hasta las 14:00 horas del 5 de febrero para solicitar votar por esta vía. Correos ha anunciado que abrirá sus oficinas en Cataluña en horario de tarde hasta ese día.
¿Cómo funciona el voto por correo?
El procedimiento de voto por correo viene regulado en la LOREG (Ley Orgánica del Régimen Electoral General), en el artículo 72 y sucesivos. Es diferente dependiendo de dónde esté censado el elector (en la localidad o en el extranjero). Para un elector que habite en España de manera habitual primero se solicita el voto por correo en la oficina de Correos (para las próximas elecciones en Cataluña se podrá solicitar también telemáticamente) . El funcionario de esa entidad (o la aplicación informática) comprobará la identidad y avisará a la Oficina del Censo Electoral competente de su intención de votar por correo.
Esta Oficina anotará la operación, de modo que ya no podrá votar presencialmente en el colegio electoral. También enviará al usuario los sobres de votación, las papeletas y el resto de documentación necesaria para ejercer su derecho por correo certificado. La única persona habilitada para recibir este correo certificado es el propio votante, que deberá enviar su voto por correo de vuelta a la Oficina del Censo Electoral. Correos custodia los votos remitidos a la Oficina del Censo hasta el mismo día de la votación, en que se enviarán a las mesas electorales.
Además de en la ley, puedes consultar este procedimiento detallado en la página web del Instituto Nacional de Estadística (INE), del que dependen las Oficinas del Censo Electoral. Ahí también podrás ver cómo funciona el voto en el caso de encontrarte en el extranjero. Y en este vídeo de Correos te facilitan una explicación gráfica del proceso.
El Director General de Participación Ciudadana y Procesos Electorales de la Generalitat de Cataluña, Ismael López, ha lanzado un hilo en Twitter contra lo que llama “campaña de desprestigio/duda sobre el voto por correo y exterior”. “Técnicamente es casi imposible, históricamente no hay evidencia y confunden deliberadamente voto por correo con errores en el voto exterior”, explica.
La seguridad del voto por correo
En VerificaRTVE hemos preguntado a expertos sobre los riesgos del voto por correo. Rafael López Pintor, catedrático emérito de Sociología de la Universidad Autónoma y primer director del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), explica: “El voto por correo en general es un voto muy difícil de manipular. El mecanismo en sí mismo es muy seguro. En el caso español existe desde el restablecimiento de la democracia, y que yo pueda recordar, no ha habido ninguna elección en que se hayan hecho denuncias o en la que haya habido alguna denuncia de que el voto se manipuló”.
López Pintor recuerda que el recurso a esta forma de votar va a más, y que en las últimas elecciones en el País Vasco y Galicia solicitaron a la Junta Electoral Central su ampliación. Ambas comunidades pidieron que se pudiera votar desde la propia casa, operando el cartero como funcionario certificador de la oficina de Correos. En estas elecciones catalanas la Junta Electoral Central (JEC) ha rechazado ese operativo en residencias de mayores, aduciendo que hay otras opciones para estas circunstancias, como el voto telemático o la delegación de voto. López Pintor considera que es “porque la JEC no lo ha considerado conveniente, pero no porque el voto por correo no sea fiable”.
Andreu Solé, miembro del grupo catalán Observadors per la Democràcia, se expresa en términos parecidos: “Hay unos procedimientos que funcionan desde hace mucho tiempo. No conozco ningún caso de denuncia de manipulación en el voto por correo que haya llegado a tribunales”. Según este experto, “el problema de Correos puede ser que el voto te llegue tarde, que finalmente no puedas ejercer tu derecho a votar, etcétera. Esto sí podría llegar a pasar, por problemas administrativos. Pero una cosa es esa y otra imaginar a alguien en Correos manipulando”.
Para asegurar su calidad democrática, los países pueden solicitar la presencia de observadores internacionales en sus procesos electorales. España lo hace habitualmente, como vemos en este documento de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE). Revisando los informes de anteriores elecciones no hemos encontrado referencias a la manipulación de votos en Correos o a fallos en su custodia. Tampoco hay menciones a sospechas de pucherazo de otro tipo. Lo que sí recalcan estos análisis de la OSCE es que los ciudadanos que votan en el extranjero encuentran más complicado hacerlo por factores como “los plazos ajustados, los servicios postales del otro país y los requisitos de registro presencial”. Varios informes (1 y 2) recomiendan a las autoridades españolas subsanar estas deficiencias, que han sido ampliamente criticadas en los últimos procesos electorales.
Desinformación electoral
VerificaRTVE ha realizado un análisis de redes para comprobar quién impulsa la teoría del fraude electoral. La conclusión es que lo están impulsando tanto grupos independentistas como conservadores y negacionistas.
La Asamblea Nacional Catalana ha criticado las deficiencias del voto desde el extranjero. Algunas personas del entorno independentista han ido más allá hablado específicamente de la posibilidad de fraude con artículos compartidos en Twitter (1 y 2).
Hemos visto mensajes de “Vot per correu, no gràcies”, “vot per correu de forma massiva… tongo tongo” o “tupinada” (pucherazo). En esta imagen detallada puedes observar a esos usuarios.
Entre las figuras que siembran dudas sobre el proceso desde el entorno negacionista, conspirativo y conservador se encuentran las que te muestra la imagen a continuación. Por ejemplo, el tuit del “robo” descrito al inicio de este texto parte de una plataforma que ya sostuvo en el pasado la existencia de presuntos pucherazos. Hasta 2020, su presidente era un conocido difusor de bulos sobre la pandemia.
En EE.UU., la violencia del asalto al Capitolio del 6 de enero mostró lo lejos que habían llegado los bulos sobre fraude electoral. Muchos manifestantes actuaron movidos por acusaciones de robo de votos alentadas por Trump y nunca demostradas en los tribunales. “En EE.UU. el voto por correo es también un voto súper seguro que se ha usado durante décadas. Nunca se ha dudado de él”, dice López Pintor.
El sistema electoral español no es perfecto y en los últimos años se han criticado aspectos de comicios nacionales y autonómicos como el mal funcionamiento del voto desde el extranjero. Pero no existen pruebas de fraude o manipulación electoral por parte de Correos, y ni la ley ni organismos internacionales o expertos españoles avalan esa impresión. Los mensajes que circulan en este sentido son a día de hoy un bulo.