La Justicia rusa confirma la pena de tres años y medio de prisión contra Navalny
- La condena queda reducida a dos años y ocho meses al restar los 10 meses de arresto domiciliario que cumplió
Decenas de personas han sido detenidas en Moscú y San Petersburgo tras manifestarse pidiendo la libertad del opositor
La Justicia rusa ha confirmado este martes la pena de tres años y medio de prisión contra el líder opositor ruso Alexéi Navalni, haciendo efectiva la condena suspendida dictada contra él en 2014.
La jueza Natalia Repnikova ha determinado que el político opositor ingrese en prisión para purgar la pena y Navalny tan solo tendría que cumplir dos años y ocho meses, ya que se restan los diez meses que pasó bajo arresto domiciliario. Los abogados del acusado han adelantado que presentarán un recurso contra la condena.
El entorno de Navalny ha llamado a la población a manifestarse para protestar contra la resolución judicial. Durante el juicio se han registrado enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad en las inmediaciones del tribunal y más de 200 personas han sido detenidas.
Piden a la población que salga a las calles
En línea con las manifestaciones celebradas en las últimas semanas, el círculo próximo al líder opositor ha pedido a la población que salga a las calles a manifestarse contra las autoridades como señal de repulsa tras la decisión del Tribunal Urbano de Moscú.
"Nos vamos a concentrar ahora en el centro de Moscú. Os esperamos en la plaza del Manezh. ¡Venid!", ha informado el equipo del político opositor a través de su canal de Telegram, refiriéndose a la plaza que se encuentra frente a los muros del Kremlin y a escasos metros de la Plaza Roja.
La Guardia Nacional ha movilizado a cerca de 400 efectivos en esa zona, se han cerrado los accesos a la Plaza Roja y a la prisión de Matrósskaya Tishina --donde se encuentra Navalny--, así como varias estaciones de metro.
Las fuerzas de seguridad rusas han detenido este martes a al menos 370 seguidores del opositor en los alrededores del Tribunal Urbano de Moscú mientras se celebra la vista contra él, según la organización de seguimiento de persecuciones políticas OVD-Info.
A esos detenidos hay que sumar las decenas de arrestos que se han producido en las principales ciudades rusas, Moscú y San Petersburgo, tras la condena de cárcel impuesta al líder opositor, Alexéi Navalni. "¡Libertad para Navalni! ¡Rusia sin Putin!", gritaban los manifestantes. Según informa la prensa local, varios cientos de personas salieron a la calle en la capital pese al gran dispositivo policial desplegado por la policía moscovita en previsión de protestas antigubernamentales.
Más de 5.000 personas fueron detenidas este domingo en las manifestaciones para protestar contra la detención de Navalny, la mayoría de ellas en Moscú, entre ellas la esposa del opositor, Yulia Navalnaya, quien ya fue detenida en las protestas del pasado 23 de enero, en las que fueron arrestadas más de 4.000 personas.
Navalny acusa a Putin
Durante su turno de palabra en el juicio en su contra, Navalny ha asegurado que el mandatario ruso, Vladímir Putin, a quien acusa de ordenar su envenenamiento en agosto, será recordado como "envenenador". "Putin cometió este intento de asesinato", ha señalado ante el juez.
El opositor ha manifestado que "todos se han convencido de que Putin es un simple funcionario de tres al cuarto, que fue puesto en el cargo por casualidad. Nunca ha participado en un debate. Su único medio de lucha es el asesinato".
El político ruso fue intoxicado en Siberia en agosto con un agente nervioso del grupo Novichok, una sustancia prohibida en 2019 por la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ). Con esta misma sustancia fue envenenado el antiguo agente ruso Serguéi Skripal en 2018 en Reino Unido. El Gobierno británico atribuye esta acción a Rusia "con alta probabilidad".
Navalny recibió un tratamiento durante casi cinco meses en Alemania, a donde fue trasladado en coma y pasó 24 días en la unidad de cuidados intensivos.
Acusado de violar 7 veces la libertad condicional
El SPF ha acusado este martes a Navalny de haber violado hasta en siete ocasiones los términos de su libertad condicional por la sentencia suspendida de tres años y medio de prisión. La institución ha afirmado que presentó cinco advertencias sobre la posibilidad de sustituir la pena suspendida por una condena de prisión real.
Además, el SPF, representado por Alexander Yermolin, ha pedido una multa para el opositor ruso de 500.000 rublos (alrededor de 5.445 euros) y ha acusado al político de violar el "orden público en más de 50 ocasiones".
Según la agencia federal, Navalny debía presentarse dos veces al mes antes del vencimiento de la libertad condicional, el pasado 30 de diciembre. Sin embargo, el SPF asegura que no se presentó hasta en seis ocasiones solo durante 2020 antes de ser envenenado en agosto. También recalca que, después de ser dado de alta el 20 de septiembre en Alemania --donde recibió tratamiento--, a mediados de octubre podía presentarse ante las autoridades al haber superado "todas las secuelas de la enfermedad".
Navalny ha defendido que, en cuanto pudo, contactó con sus abogados para que informaran al SPF del lugar de su residencia temporal en Berlín y de que se presentaría ante los inspectores de su libertad condicional cuando volviera a Rusia.
Asimismo ha exigido su liberación inmediata, así como la de todos los presos políticos. "Mi vida vale tres centavos, pero voy a hacer todo lo posible para que la ley prevalezca y saludo a toda la gente honesta que no tiene miedo de salir a las calles en todo el país", ha aseverado.
El líder opositor regresó a Moscú el pasado 17 de enero, donde fue detenido nada más llegar al aeropuerto Sheremétievo y, desde entonces, se encuentra en prisión preventiva.
La comunidad internacional exige su liberación
Minutos después de hacerse pública la sentencia, el ministro de Exteriores británico, Dominic Raab, ha pedido la liberación inmediata de Navalny, así como la de "todos los manifestantes pacíficos y periodistas detenidos durante las últimas dos semanas".
El titular de Exteriores ha calificado el fallo de "perverso" y ha subrayado que el hecho de estar dirigido a "la víctima de un envenenamiento en lugar de a los responsables, muestra que Rusia no está cumpliendo con los compromisos más básicos que se esperan de cualquier miembro responsable de la comunidad internacional", según ha indicado en un comunicado.
El alto representante de la Unión Europea para la Política Exterior, Josep Borrell, también se ha unido a la condena de la sentencia de Navalny y ha recalcado que "va en contra de los compromisos internacionales de Rusia sobre el Estado de Derecho y las libertades fundamentales". "Pido su liberación inmediata", ha añadido.
Por su parte, el presidente francés, Emmanuel Macron, ha calificado de "inaceptable" la condena, añadiendo que "el desacuerdo político nunca es un delito".
Presencia diplomática en el tribunal
La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Maria Zaharova, ha dicho que la presencia de diplomáticos extranjeros en el tribunal es una prueba de los intentos de Occidente de interferir en los asuntos internos del país.
"Esto ya no es solo intromisión en los asuntos internos de un Estado soberano. Es un autodesenmascaramiento del papel indecoroso e ilegal de Occidente en los intentos de contener a Rusia ¿o es un intento de presionar al juez?", ha señalado Zaharova a través de su cuenta en la red social Facebook.
En la misma línea, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, ha subrayado que "los diplomáticos no deben inmiscuirse en los asuntos internos de Rusia y, menos aún, realizar acciones que puedan ser interpretadas como un intento de presionar a la Justicia".
Asimismo, Peskov ha advertido de que no aceptará lecciones de la Unión Europea sobre la situación de Navalny, tan solo unos días antes del viaje a Moscú de Borrell.
El portavoz del Kremlin ha asegurado que si Borrell vierte "duras críticas" contra Rusia, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, responderá de modo "no menos duro" cuando se reúna con él el próximo viernes.
"Estamos dispuestos a explicarlo todo de manera paciente y consecuente, pero no tenemos intención de reaccionar ante ciertas declaraciones aleccionadoras y tampoco pensamos tenerlas en cuenta", ha explicado Peskov. "Esperamos las negociaciones con Borrell, ya que las relaciones entre Rusia y la Unión Europea se encuentran ahora en estado de congelación de manera absolutamente inmerecida e injustificable", ha aseverado.