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Elecciones catalanas 2021

La campaña catalana tensa aún más al gobierno de coalición con Sánchez e Iglesias reivindicando la izquierda

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Los líderes nacionales vuelven a Cataluña en el último fin de semana de campaña

PSOE y Unidas Podemos comparten gobierno pero estos días luchan, además, en unas elecciones no solo decisivas para Cataluña. Si hay unos comicios con repercusión en la política nacional esos son los catalanes. La 'pelea' electoral entre los partidos que forman Ejecutivo en la Moncloa parece muy desigual, con la pugna entre un Salvador Illa que sigue arriba en las encuestas, disputándose el primer puesto con ERC y Junts y con posibles opciones de formar gobierno; y Jessica Albiach, la candidata de Catalunya en Comú- la marca de Podemos en Cataluña- que podría colocarse como cuarta fuerza, según los sondeos.

Con la duda de qué pasará con la participación en unas elecciones marcadas por la COVID, un miedo evidente a acudir al colegio electoral y el voto por correo disparado, este sábado el presidente del Gobierno y líder socialista, Pedro Sánchez, y el vicepresidente segundo y secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, se han lanzado a la arena electoral en apoyo de sus candidatos.

El primero no ha hecho referencia alguna a su socio de Gobierno y ha centrado sus ataques en los independentistas y la derecha, aunque sí ha llamado a concentrar el voto de la izquierda en una única papeleta, la del PSC. "La única capaz de llevar el cambio a Cataluña", ha dicho.

Mientras, Iglesias no ha tenido reparo en airear en campaña sus claras discrepancias con la parte socialista del Ejecutivo para después reivindicarse también como la verdadera izquierda en Cataluña. Además, ha defendido los "cambios ininmaginables" cuando gobierna Unidas Podemos poniendo como ejemplo el Gobierno central y el Ayuntamiento de Barcelona, y ha vuelto a referirse a Illa, sin citarle, como el candidato "empujado por los brazos mediáticos del poder". Iglesias ha dicho que la "lealtad" es al programa pactado de Gobierno.

El PSOE le gana la partida a Podemos en las últimas citas electorales

Podemos y sus marcas electorales regionales vienen de años de caída libre en sus aspiraciones electorales con un claro desplome territorial. Desde las elecciones generales de noviembre de 2019 en las que el PSOE obtuvo 120 escaños frente a los 35 de Podemos- rentables, eso sí, porque se convirtieron en imprescindibles para Sánchez-, los 'morados' han fracasado en sus intentos de liderar la izquierda en los territorios. Los 'sorpassos' que protagonizaron en 2016 parecen haber quedado atrás.

En las elecciones vascas de 2020 el PSOE remontó a la tercera posición que había perdido en 2016 por el adelanto de Elkarrekin Podemos y los socialistas ganaron la partida con 10 escaños frente a los seis que obtuvo Podemos. Y en las elecciones gallegas la hecatombe fue absoluta para Podemos con Galicia en Común fuera del Parlamento gallego. La fuerza de Iglesias se quedó sin representación tras una escisión de su espacio electoral en Galicia. Sumando el retroceso en ambas autonomías, las marcas de Podemos se dejaron más de 300.000 votos respecto a esos mismos comicios en 2016.

Queda por ver ahora cuál es el 'efecto Illa' real en Cataluña, pero salvo sorpresa y fallo total en la encuestas, el PSC del exministro de Sanidad subirá con respecto al socialismo catalán de Miquel Iceta, el candidato inicial.

Illa no está en esta campaña en la rivalidad con Albiach sino en la lucha por ganar al independentismo y tener la opción de formar Gobierno, pero para eso puede volver a repetirse la jugada y que Podemos sea decisivo para Illa, como lo fue para Sánchez. En definitiva, el socialista quiere conseguir el hito histórico de Inés Arrimadas en 2016, pero que esta vez sí sirva para formar un gobierno.

El PSC parte de 17 escaños y la encuestas le dan horquillas de entre 30-35, según el CIS; o 34-35, según el CEO, de tal forma que la subida parece segura para Illa; mientras que Catalunya en Comú parte de ocho escaños y los sondeos no vaticinan grandes ascensos (entre nueve y 12, según el CIS; o seis y ocho, según el CEO).

Tanto Illa como Albiach ya han dicho cuáles son sus opciones de gobierno tras el 14F: el socialista aboga por un gobierno con Catalunya en Comú, con apoyos puntuales externos, emulando al Gobierno de coalición de Sánchez; mientras la candidata de los 'comunes' sí apuesta por un tripartito "fuerte" de izquierdas con ERC, pero esa opción la rechazan, por el momento, tanto socialistas como republicanos.

Armas electorales dentro del Gobierno: 'ley trans' y ley de Vivienda

Llegados al ecuador de la campaña, las habituales discrepancias dentro del Gobierno se han recrudecido en esta semana electoral. PSOE y Unidas Podemos han vuelto a poner de manifiesto sus diferencias, en este caso en el marco de la negociación de la ley de Vivienda y la 'ley trans'. La vicepresidenta primera, Carmen Calvo, ha mostrado en público sus reticencias ante la ley que prepara el Ministerio de Igualdad, comandado por Irene Montero.

Ante una propuesta que incluye la despatologización de la transexualidad y reconoce la autodeterminación del género también para los menores, Calvo ha mostrado su preocupación por la posibilidad de elegir el género "sin más que la mera voluntad o el deseo".

Iglesias ha querido este sábado abanderar la lucha por los derechos trans y ha afirmado que "la identidad de género y la orientación sexual" no son "caprichos" y ha advertido de que "no está bien decirle a las personas trans que son una suerte de elección" porque "nadie elige sufrir o que se lo pongan difícil". "Sería indecente no reconocer todo lo que ha sufrido y sufre ese colectivo", ha opinado, para agregar que "no se entiende" que aún haya personas que "siguen diciendo que ser trans es una patología que tienen que tratar o evaluar fiscales o psiquiatras". Claro recado para Calvo.

Además, Unidas Podemos acusaba esta misma semana al ministerio que dirige José Luis Ábalos de esconder el borrador de la ley de vivienda "hasta después de las elecciones catalanas", como respuesta a que el PSOE les plantease posponer la negociación, según apuntaba Unidas Podemos, por interés electoral y por no perjudicar al candidato Salvador Illa. Pero el ministro lo negó y aseguró que ese borrador aún está en discusión en su Ministerio y sin terminar, motivo por el cual no se ha presentado a sus socios.

Sí han coincido esta semana tanto PSOE como Unidas Podemos en votar a favor de retomar la mesa de diálogo sobre Cataluña tras las elecciones del 14F.

En una campaña con muchos frentes abiertos y varias guerras cruzadas, habrá que ver cómo afecta al Gobierno de coalición los resultados del 14F. Cataluña ha sido precisamente un foco de conflicto en un Gobierno donde una parte- la de Podemos- apoya los indultos de forma abierta y la celebración de un referéndum en Cataluña, con un Iglesias comparando a Carles Puigdemont con los republicanos represaliados del franquismo. Tras el 14F se iniciará una nueva etapa, sea cual sea el nuevo 'president', en las relaciones entre Moncloa y la Generalitat en las que las discrepancias entre los socios de Gobierno, parece, pueden aumentar.