Enlaces accesibilidad
Tiempo

La costa mediterránea sufre la lluvia de barro más intensa en tres años

  • Varias ciudades como Valencia, Alicante y Torrevieja han amanecido cubiertas de polvo y arena
  • La Aemet asegura que la deposición seca de polvo de esta magnitud se trata de "una situación muy rara"

Por
Una mujer limpia el barro depositado por la precipitación de polvo sahariano en el Levante
Una mujer limpia el barro depositado por la precipitación de polvo sahariano en el Levante

Varias ciudades de la Comunidad Valenciana como Valencia, Alicante y Torrevieja han amanecido este sábado cubiertas de polvo y arena, transportado por el viento desde el desierto argelino y de Mali.

La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha destacado que, aunque son relativamente frecuentes las deposiciones húmedas (lluvias de barro), no es común una cantidad tan importante de deposición de polvo y arena sin lluvia, que ha circulado desde el viernes y ha llegado más allá del Pirineo.

El responsable del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante (UA) y presidente de la Asociación Española de Geógrafos (AGE), el catedrático Jorge Olcina, ha explicado a Efe que se trata de una precipitación que, desde junio de 2018, no se observaba de una manera tan intensa, y que ha dejado una fina capa de polvo rojizo sobre la superficie.

Ha llegado más allá del Pirineo

El origen de estas lluvias es la combinación de condiciones de inestabilidad por el paso de un frente y el arrastre de materia en suspensión sahariana en las capas bajas de la atmósfera.

Según el experto, esto se produce cuando los flujos de viento tienen una componente sur o suroeste sobre nuestro país y afectan muy especialmente al litoral mediterráneo. En este caso, se trata de una masa de aire con gran cantidad de polvo en suspensión que ha circulado desde la última hora del viernes y durante la madrugada de este sábado y que ha llegado hasta más allá del Pirineo.

Para que se produzca este fenómeno es necesario que las lluvias sean muy débiles, casi inapreciables como ha sido el caso de la pasada noche, lo que facilita que cuando se evapora el agua quede el residuo sólido del polvo del desierto del Sahara depositado sobre coches, balcones o ropa tendida.

Una tendencia creciente desde 1990

La Aemet asegura que la deposición seca de polvo de esta magnitud se trata de "una situación muy rara". "No llevamos registro de este tipo de meteoros, pero en años recientes no recordamos algo similar", ha señalado.

El catedrático Jorge Olcina, por su parte, ha manifestado que este tipo de lluvias rebajan la acidez de la atmósfera, aspecto que es positivo para la mejora de la calidad del aire pero que resultan llamativas porque "ensucian" las superficies donde se depositan.

Las lluvias de barro- explica este experto- muestran una tendencia creciente desde 1990 en España y representa "una de evidencias de cambio climático porque supone una presencia cada vez más frecuente de flujos del norte de África en el sur de Europa y la cuenca del Mediterráneo".