Birmania recupera la conexión a Internet entre nuevas manifestaciones que se extienden a todo el país
- Miles de personas han vuelto este domingo a las calles para mostrar su rechazo al golpe de Estado del pasado lunes
- El Ejército alega un fraude masivo en las elecciones de noviembre, donde la LND arrasó con el 83% de los escaños
Birmania ha recuperado, al menos temporalmente, la conexión a Internet que había sido cortada durante 24 horas a través de la teleoperadora MPT, de copropiedad pública y controlada por el Gobierno, mientras continúan en Rangún las manifestaciones en rechazo del golpe de Estado militar que se han extendido por todo el país.
"El servicio de Internet ha sido restaurado", indicó en Twitter la operadora Telenor Myanmar, que expresó su rechazo con la imposición de las autoridades aunque acató la medida.
El portal de seguimiento Netblocks, con sede en Londres, indicó en su última actualización que Birmania registra "una restauración parcial en la conectividad", aunque precisó que "no está claro si la restauración se mantendrá y las redes sociales permanecen bloqueadas". Sigue vigente por lo tanto la censura ordenada por los uniformados contra Twitter y Facebook, aunque muchos usuarios logran burlar las restricciones a través de programas VPN (Red privada virtual).
Los militares ordenaron la víspera a todas las teleoperadoras en el país el bloqueo de las conexiones de datos -necesarias para el funcionamiento de internet- para evitar la divulgación de "noticias falsas" y para mantener la "estabilidad" del país, con el objetivo implícito de frenar a la disidencia.
"Tenía que entregar mi tesis de graduación, pero decidí unirme al movimiento de desobediencia civil (contra la dictadura). Les dije a mis profesores que no entregaría nada, que no quiero ser parte de un sistema dictatorial", comentó a Efe un estudiante de la facultad de Lenguas Extranjeras de la Universidad de Yangón.
Los jóvenes toman las calles
Por segundo día consecutivo, miles de personas han vuelto a las calles de Rangún, la antigua capital y ciudad más poblada, para mostrar su rechazo al golpe de Estado encabezado por el general Min Aung Hlaing contra el depuesto gobierno democrático liderado por la nobel de la Paz Aung San Suu Kyi.
Con proclamas en favor de la democracia arrebatada el lunes por el Ejército y en contra de la junta militar, encabezada por el general Min Aung Hlaing, muchos de los asistentes son jóvenes nacidos décadas después de la implacable represión de los uniformados contra el levantamiento popular de 1988 y que eran niños durante la revolución azafrán de 2007, también sangrientamente doblegada.
"Los militares han subestimado a los jóvenes. No conocemos lo que sucedió en 1988, pero no les dejaremos gobernar de nuevo como lo hicieron con nuestros padres", apunta a Efe un estudiante de botánica de 19 años, quien movilizó a sus amigos y conocidos para que se unieran a las manifestaciones de este domingo.
El sonido del claxon de los coches en apoyo al movimiento pacífico de desobediencia civil iniciado contra los militares se mezcla con las canciones en favor de la democracia, muchas entonadas por primera vez durante el levantamiento de 1988.
La Policía ha establecido controles y barricadas en varios edificios públicos del centro de Rangún, como el Tribunal Supremo o el Ayuntamiento, donde unidades de soldados armados aguardan en su interior.
Sin embargo no se han registrado hasta el momento enfrentamientos entre las autoridades y los manifestantes, quienes entregan a los policías rosas y botellas de agua y les piden que se unan a la protesta popular.
Las concentraciones prodemocracia también se han sucedido en numerosas partes del país, entre ellas Naipyidó -la capital fundada en 2008 por los militares- y Mandalay -la segundad ciudad más poblada-, donde caravanas de personas en motocicleta circularon por la ciudad, además de decenas de poblaciones.
Reclaman la liberación de los detenidos y respeto al resultado electoral
Este movimiento pacífico de desobediencia civil también reclama la liberación de todos los detenidos por los militares, entre ellos Suu Kyi, y que el Ejército respete el resultado de los comicios de noviembre, donde la LND arrasó en las urnas.
La Asociación de Asistencia para Prisioneros Políticos indicó el sábado por la noche que 152 personas continúan detenidas, entre ellas dos sentenciadas a dos años de cárcel por cargos que no han sido precisados, mientras que las autoridades han puesto en libertad a otras 12 personas que habían sido detenidas durante el golpe.
Los militares, que ya gobernaron el país con puño de hierro desde 1962 hasta 2011, tomaron el poder el lunes al alegar un fraude masivo en las elecciones de noviembre, donde el partido de Suu Ky se impuso en el 83% de los escaños en liza.
A pesar de la celebración de elecciones y el proceso iniciado en 2011 en Birmania hacia una "democracia disciplinada", como la denominan los uniformados, el Ejército mantenía todavía un amplio control sobre los aspectos políticos y económicos del país.