Saturación en las funerarias valencianas
- La Comunitat Valenciana concentra en poco más de un mes casi la mitad de los muertos por coronavirus desde el inicio de la pandemia
- El sector funerario reclama ser uno de los vacunados prioritariamente por su constante exposición al contagio
La pandemia azota a la Comunidad Valenciana las últimas semanas. La Conselleria de Sanidad ha registrado estos días las peores cifras de fallecimientos por COVID. El aumento de decesos ha provocado saturación en las funerarias.
“En una jornada llegamos a tener hasta 24 servicios, ese día ni se durmió, cuando lo habitual son 2 o 3”, explica Cayetana Fermín, tanatopractora en Valencia. Cuenta que incluso tuvieron que llegar a coger féretros de la exposición de muestras porque no tenían suficientes. Fermín calcula que las muertes por COVID han aumentado en su negocio un 80%.
“En una jornada llegamos a tener 24 servicios“
Situación similar en las funerarias de Alicante y Castellón, donde Paco Cerdá, gerente de La Magdalena, ha tenido que contratar a 2 trabajadores más porque no daban abasto. Tarea complicada, insiste, la de encontrar a personas con experiencia de un día para otro. “Es un oficio que requiere mucha técnica, precisión y no todo el mundo está preparado”, explica Cerdá.
Este incremento también ha retrasado las incineraciones: dos días más tarde de lo normal. "Esto supone alargar el sufrimiento de las familias", explica Fermín. “Si es duro despedirse de un ser querido, ahora encima no pueden acompañarles ya que muchos de los familiares de los fallecidos están en cuarentena”.
La parte administrativa también va más lenta que antes. Según Maricela González, secretaria de la Funeraria La Esperanza de Valencia, al día siguiente de inscribir una defunción se podían buscar los certificados literales. Ahora tardan 15 días.
Vacunas para los profesionales funerarios
Recientemente, la Generalitat ordenó trasladar de forma inmediata a los fallecidos por COVID de los hospitales para inhumarles. Ahora no es necesario que pasen 24 horas para enterrarlos. En las mismas instalaciones médicas desinfectan los cadáveres y los trabajadores funerarios son los que se encargan de recogerlos. Pero no siempre es así.
¿Qué ocurre cuándo una persona contagiada muere en su domicilio? Es el propio personal del tanatorio el que tiene que desinfectarlo. Por eso desde el sector han reclamado que se les vacune. “Cuando llegamos a una vivienda, casi siempre está toda la familia contagiada. Además tenemos unos certificados de profesionalidad regulados por ley que nos sitúan dentro de la familia sanitaria”, aclara Fernando Alcón, presidente de la Asociación Española de Profesionales Funerarios.
Un trabajo al que se dedican cerca de 11.000 personas en todo el país y en el que el contacto directo es inevitable. En la Comunitat Valenciana operan más de 230 instalaciones funerarias.