El viaje de la vacuna: un recorrido virtual por los cinco continentes
- Viajaremos a cinco destinos, en los que podremos comprobar los aspectos más importantes en el periplo de una vacuna
- Especial El viaje de la vacuna
La diferencia entre la vida y la muerte puede caber en un recipiente muy pequeño: el vial de una vacuna. A simple vista, quizá parezca que estos diminutos frascos no contienen gran cosa, tan solo un líquido que, por no tener, no tiene ni un color agradable. Pero en realidad allí se esconde el futuro de millones de personas, sobre todo de niños.
Las vacunas son probablemente el mayor logro de la medicina. Junto con los antibióticos y las medidas de higiene, no hay nada que haya salvado tantas vidas. Se calcula que han evitado más de 1.500 millones de muertes, gran parte de ellas infantiles. Pero aún queda mucho camino por recorrer. En los países más pobres, las enfermedades infecciosas siguen siendo la principal causa de mortalidad en los menores de cinco años, a pesar de que acabar con ellas implique un gesto tan sencillo como un pinchazo o unas gotas derramadas en el interior de la boca.
En el último siglo, la esperanza de vida en los países desarrollados ha aumentado más de 40 años, y una de las claves ha sido la lucha contra las infecciones. No ha ocurrido lo mismo en otras regiones del planeta, donde los niños siguen siendo especialmente vulnerables a la amenaza de virus y bacterias. Aproximadamente 14 millones no recibieron ningún servicio de vacunación en 2019. Casi el triple de toda la población infantil que hay en España.
El riesgo de una persona es el riesgo de todas
El nuevo coronavirus ha enfrentado al ser humano con su propia debilidad, recordándole que todos los misiles del mundo no sirven de nada cuando se trata de doblegar a un microorganismo. También que, en el caso de las enfermedades infecciosas, el riesgo de una persona es siempre el riesgo de todas; por lo que la inmunización se convierte en un objetivo obligatorio, a pesar de que las mismas voces de siempre hayan aprovechado el río revuelto de la pandemia para alzarse y cuestionar las vacunas, como si realmente se tratase de un debate sensato.
Mientras en países como República Democrática del Congo todos los años siguen muriendo miles de niños por sarampión, o en otros como Afganistán la polio sigue deformando sus cuerpos de manera irreversible, en el mundo desarrollado los menores crecen con seguridad, protegidos contra todas esas enfermedades que se ensañaban contra ellos hasta no hace mucho tiempo. Quizá en el éxito de las vacunas se encuentre también su penitencia. No es casual que las posturas antivacunas sean un fenómeno casi exclusivo de los países ricos.
“En la mayor parte de los lugares donde trabajamos, y en particular en los países pobres, la mayoría de las familias se sienten muy agradecidas cuando pueden vacunar a sus hijos. Vemos ejemplos de personas que hacen verdaderos esfuerzos, viajan lo que sea necesario, y organizan todo para poder llevar a sus hijos y a sus hijas al lugar donde hay una campaña de vacunación”, describe Blanca Carazo, responsable de programas de cooperación y emergencias en UNICEF España.
Un problema en ascenso
Pero este problema también está comenzando a ganar presencia en los países menos desarrollados, donde la desinformación y los bulos, instigados muchas veces por las redes sociales o simplemente por los rumores que corren de boca en boca, han hecho que proliferen los mensajes contrarios a la vacunación.
"Treinta o cuarenta años atrás, las familias conocían de cerca las enfermedades que hoy están eliminadas o en vías de eliminación gracias a las vacunas. Ahora los padres más jóvenes no saben lo que es tener un hijo con sarampión. Y probablemente nunca han visto un caso de polio. No saben de los beneficios que la vacuna le ofrece a la sociedad", expone Eduardo Rivero, especialista en promoción de la vacunación en Bolivia, un país en el que la cobertura infantil ha registrado un preocupante descenso durante los últimos años.
“ Las vacunas evitan tres millones de fallecimientos infantiles cada año. “
Las dudas que puede suscitar la vacuna contra la COVID-19 -comprensibles, aunque en ningún caso justificadas- amenazan con transmitirse al resto de vacunas, un efecto contagio fomentado con ahínco desde algunos sectores que afortunadamente son minoritarios. Pero los datos están ahí, para quien quiera verlos y también para quien no quiera hacerlo. Cada minuto, las vacunas salvan a cinco niños de una muerte prevenible. Esto significa que, solo en un año, se evitan aproximadamente tres millones de fallecimientos infantiles.
Un viaje por los cinco continentes
En este viaje virtual seguiremos el recorrido que realizan las vacunas, desde el laboratorio donde se producen hasta que se administran a los niños. De la mano de UNICEF, viajaremos a cinco destinos, uno por cada continente, donde podremos comprobar los aspectos más importantes en el periplo de una vacuna: cómo se adquieren y distribuyen, cómo se mantiene la cadena de frío, cómo se consigue llegar a los lugares más remotos, cómo se lucha contra la desinformación…
Copenhague
Nuestra aventura arrancará en Copenhague, donde se encuentra el mayor almacén humanitario del mundo. Desde este punto estratégico, UNICEF reparte suministros a todos los rincones del planeta; una tarea que no se ha visto interrumpida ni siquiera en los momentos más duros de la pandemia de COVID-19.
“Hemos tenido bastantes problemas logísticos para distribuir las vacunas, porque ha habido muy pocos vuelos de pasajeros, que es donde viajan las vacunas, por lo que hemos tenido que encontrar soluciones bastante creativas, como una especie de vuelo autobús que iba parando en las ciudades y descargando las vacunas en los diferentes países”, cuenta Gemma Orta, quien trabaja en la división de compras y logística de UNICEF, en la capital de Dinamarca.
Yemen
Después nos desplazaremos a Yemen, un país que lleva inmerso en una monstruosa guerra civil desde hace más de cinco años. La propia ONU ha calificado su situación como la “mayor crisis humanitaria internacional”. Allí comprobaremos la importancia de las vacunas en un contexto de emergencia salvaje, lo que hace que sean aún más esenciales para la población infantil.
“La situación en Yemen es muy, muy seria. Para los niños es lo más parecido a un infierno. Más de doce millones, casi todos los del país, necesitan actualmente algún tipo de asistencia humanitaria para sobrevivir”, expone Gianluca Buono, jefe de operaciones de UNICEF en la zona.
Mozambique
El siguiente salto nos llevará a Mozambique, una de las naciones más desfavorecidas del planeta. Allí, comprobaremos cómo se realiza la adquisición y distribución de las vacunas en un continente azotado sin descanso por epidemias, hambrunas y todo tipo de calamidades. África subsahariana es la región con mayor tasa de mortalidad infantil del mundo: uno de cada trece niños muere antes de cumplir cinco años.
En Mozambique podremos comprobar la importancia de la Alianza Global para la Vacunación e Inmunización -conocida como GAVI-, un consorcio internacional que tiene como objetivo mejorar el acceso a la inmunización de los niños más vulnerables de todo el mundo. Ahora, su reto más inmediato es asegurar la vacuna contra la COVID-19 a los habitantes de los países más pobres.
Bolivia
Desde Mozambique, viajaremos a la ciudad de El Alto, la segunda mayor de Bolivia. La situación sociopolítica que atravesó el país en el último trimestre de 2019, sumada a la pandemia de COVID-19, han provocado que miles de niños, jóvenes y adultos no hayan iniciado o completado el calendario de vacunas. Una situación muy preocupante que ha disparado todas las alarmas.
La desinformación y los bulos han irrumpido con fuerza en este escenario ya de por sí deteriorado, incrementado los recelos de la población. Por ello, las autoridades sanitarias bolivianas han decidido poner en marcha un proyecto para apoyar a las vacunas. "Nuestro objetivo es generar encuentros con los padres; espacios de diálogo y de conversación", recalca el especialista en promoción de la vacunación Eduardo Rivero, quien propone una receta de total transparencia para solucionar este problema: "informar de manera constante a la población" sobre cómo funcionan las vacunas y los efectos que producen en el organismo humano. No hace falta mucho más, porque cuando un producto es tan bueno, se vende por sí solo.
Vanuatu
La última parada de nuestra aventura nos llevará a Erromango, una remota isla situada en el océano Pacífico. Allí, la pequeña Joy Nowai, de tan solo un mes de edad, se ha convertido en la primera niña del mundo que ha recibido una vacuna transportada en dron.
Erromango pertenece a Vanuatu, un país compuesto por 80 islas montañosas repartidas a lo largo de 1.300 kilómetros y sin apenas infraestructuras. El viaje de las vacunas, desde que salen del laboratorio hasta que son administradas, constituye un inmenso rompecabezas cuya pieza final puede ser también la más complicada. Mantener la cadena de frío es un reto que obliga a agudizar el ingenio, haciendo uso de todos los recursos disponibles. Desde las últimas tecnologías, como drones o aviones; hasta los medios más tradicionales, como burros, canoas o bicicletas.
"Para que una vacuna llegue hasta un niño en Vanuatu, un trabajador de la salud puede tener que caminar muchos kilómetros a través de ríos, montañas o selvas. Uno de cada cinco niños no está vacunado, y es por ello que hemos colaborado con el Gobierno del país para realizar ensayos de entrega de vacunas con drones, que han sido un éxito", cuenta Ignacio Giménez, especialista en compras relacionadas con vacunación, cuyo trabajo se desarrolla en la Oficina Regional de UNICEF para Asia Oriental y el Pacífico.