Los manifestantes contra el golpe de Estado en Birmania vuelven a salir a la calle desafiando la ley marcial
- La policía detiene a 27 personas y dispara al aire para dispersar a los manifestantes
- Nueva Zelanda ha sido el primer país en cortar relaciones diplomáticas con Birmania en protesta por el golpe
El movimiento de desobediencia civil en Myanmar (la antigua Birmania) contra la junta militar que tomó el poder ha convocado nuevas manifestaciones para este martes a pesar de la ley marcial decretada anoche por los militares para impedir las protestas.
La policía birmana ha establecido controles en varios puentes y carreteras que llevan al centro de Rangún, antigua capital y ciudad más poblada, escenario desde el sábado de movilizaciones multitudinarias en rechazo al gobierno militar, encabezado por el general Min Aung Hlaing.
Centenares de personas se han concentrado a un lado del puente de una zona industrial de la urbe ante la imposibilidad de poder cruzar por el fuerte despliegue policial, que mantenía controlado a cuentagotas el tráfico rodado.
Mientras, en la capital del país, Naipyidó, la policía ha usado cañones de agua contra los manifestantes y ha disparado al aire. Medios locales aseguran que al menos una persona ha muerto.
Y en Mandalay, la segunda ciudad más poblada, han sido detenidas 27 personas, incluyendo un periodista.
Las protestas se han recrudecido en los dos últimos días, en los que las fuerzas de seguridad han recurrido a un mayor uso de la fuerza frente a las repetidas protestas contra el golpe de Estado y a favor de la liberación de la Nobel de la Paz Aung San suu Kyi.
Prohibición de reuniones de más de cinco personas y toque de queda
La junta militar de Birmania impuso el lunes la ley marcial en varias ciudades y distritos de Rangún en respuesta a las manifestaciones y prohíbe las reuniones de más de cinco personas e impone un toque de queda nocturno, entre otras medidas.
El anuncio llegó después de que los militares, a través del canal de la televisión estatal MRTV, amenazaran con tomar acciones contra los manifestantes y les acusaran de dañar la estabilidad del país, la seguridad y el Estado de derecho.
En su primer discurso a la nación, Min Aung Hlaing pidió a los birmanos que permanezcan "unidos como país" y que se fijen "en los hechos y no en las emociones", al justificar el golpe de Estado militar por un supuesto fraude electoral en los comicios del pasado noviembre.
Cuarta noche de protestas
Decenas de miles de personas tomaron desde el sábado las calles del país para protestar contra la toma de poder por parte del Ejército, que ya gobernó Birmania con puño de hierro entre 1962 hasta 2011, y exigir la liberación de los líderes democráticos arrestados, entre ellos Aung San Suu Kyi.
Desde la asonada al menos 170 personas han sido detenidas, la gran mayoría políticos y miembros del partido liderado por Suu Kyi, la Liga Nacional para la Democracia (LND), incluidas 18 personas que ya han sido puestas en libertad.
La LND, en el gobierno desde 2016, arrasó en los comicios de noviembre al imponerse en el 83 % de los escaños en liza, pero los militares alegan que esos resultados fueron amañados y así justifican su golpe de Estado.
Nueva Zelanda, primer país en romper relaciones con Birmania
En la madrugada de este martes, la primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, ha anunciado que su país romperá relaciones diplomáticas con Birmania e impondrá restricciones a los viajes de los líderes militares en el poder.
Nueva Zelanda se ha convertido en el primer país del mundo en aplicar duras restricciones a raíz del golpe de Estado. Ardern también ha asegurado que garantizará que su programa de ayudas destinado a Birmania, de 30 millones de euros, no beneficiará a la junta militar.