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Coronavirus

El auge de las fiestas ilegales en Madrid: organizadas a distancia y pago por el móvil

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Vecinos de Madrid se unen a la Delegación del Gobierno contra las fiestas ilegales

El auge del ocio nocturno ilegal sigue, a pesar de la tercera ola de coronavirus. Solo la nevada histórica por el temporal Filomena fue capaz de parar las fiestas sin medidas anticovid. En Madrid capital se han detectado más de 2.000 fiestas prohibidas en lo que va de año, cada vez más organizadas, sin los responsables presentes y sin dinero efectivo de por medio porque las copas se pagan con el teléfono móvil.

Desde enero, la Policía Municipal de Madrid ha desalojado 2.038 en locales y domicilios, lo que da idea de la magnitud de este ocio nocturno "paralelo" que va más allá de las celebraciones con amigos en una casa.

Solo el pasado viernes 5 de febrero y sábado 6, la Policía Municipal intervino en 246 fiestas ilegales celebradas en domicilios y locales de ocio contra la normativa anticovid, por incumplimientos de aforo, de horario, por no usar mascarillas y no mantener la distancia de seguridad.

Asociaciones de vecinos denuncian ofertas de viajes para fiestas en Madrid

Representantes vecinales del centro de Madrid han denunciado este viernes, en una reunión con el delegado del Gobierno, José Manuel Franco, que se están ofertando paquetes de viajes desde Francia a Madrid por 150 euros para pasar un fin de semana de fiesta en un piso turístico de la capital.

Al encuentro ha asistido Enrique Villalobos, presidente de la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM), y Víctor Rey y Jordi Gordon, representantes de asociaciones de vecinos del distrito Centro. Tras la reunión, Gordon ha asegurado, según Efe, que no saben "las consecuencias que tienen para esos locales ni si son rentables" y han pedido para los responsables "sanciones de carácter penal".

Por su parte, Franco ha reconocido que "no tenían conocimiento" de los paquetes de viajes y que no sabía hasta que punto es una afluencia "masiva o no". En relación a la llegada de franceses por el aeropuerto de Barajas ha asegurado que vigilarán "en un futuro", a la vez que ha indicado que aún no han hablado con las autoridades galas.

Sin embargo, el delegado se ha comprometido a buscar fórmulas para "poner coto" a un "problema grave" que es un "atentado contra la salud pública" y para ello, la Policía Nacional reforzará su vigilancia en el Centro para evitar estas fiestas y colaborará "activamente" con la Policía Municipal de Madrid.

Antes de la reunión, Gordon, de la Asociación Vecinal SOS Malasaña, ha explicado a RTVE que se están produciendo "centenares si no miles de fiestas y los vecinos" están "totalmente desprotegidos", porque a la "vieja normalidad del ruido de las molestias de que no te dejan dormir en toda la noche" se le suma "la nueva normalidad del atentado a la salud que supone".

La Delegación del Gobierno de Madrid se reúne con vecinos para abordar las fiestas ilegales

Por su parte, Enrique Villalobos, ha instado a que haya "una mayor coordinación entre las distintas policías que hay en la ciudad" y a que se cree "algún tipo de dispositivo especial que vigile y controle y a partir de ahí se pueda poner límite a una situación que es muy grave".

Mientras, el vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado, ha pedido responsabilidad ante las fiestas clandestinas en pisos turísticos porque uno "irresponsables pueden echar por tierra el trabajo colectivo de los ciudadanos y de las administraciones". "Son una minoría pero una minoría muy dañina para la salud colectiva y para los intereses sanitarias y económicos de la región", ha recalcado.

El perfil del fiestero clandestino: veinteañero que paga con el móvil

El comisario de Policía Municipal, José Luis Morcillo, asegura a la agencia Efe que la organización de estas fiestas prohibidas cuenta ya con una "cierta especialización" y, poco a poco, se han ido afinando "los procedimientos de captación de gente". "El riesgo y la irresponsabilidad es la misma", advierte.

Morcillo detalla que las fiestas se celebran indistintamente en locales o en viviendas y que van "a rebufo" de las actuaciones policiales, ya que se organizan en lugares tan distintos como joyerías, garajes o trasteros.

El perfil de los asistentes es el de un joven de entre 20 y 30 años que paga unos 20 euros, mediante la aplicación de Bizum, para acceder al lugar donde se celebra la fiesta. Antes las bebidas iban incluidas en el precio pero ahora ya no.

Fuentes policiales consultadas por Efe tienen claro que estas fiestas alternativas seguirán existiendo mientras haya restricciones.

Las fuerzas de seguridad, explican estas fuentes, han advertido ya que algunos empresarios de la noche -no son todos, dejan claro- están detrás de estas fiestas. "Tienen sus locales cerrados pero tienen la infraestructura. Desde sus equipos de música, a camareros o DJ. Buscan otros lugares menos controlables y abren el negocio", dicen a Efe.

La clave, apuntan, es que existe demanda entre los jóvenes que acuden a ellas con una actuación inconsciente y sin que les haya calado el mensaje de la responsabilidad.

Hasta 2.400 euros de multa

El portavoz de la asociación de empresarios de ocio nocturno Noche Madrid, Vicente Pizcueta, lamenta que no se ha trabajado en la "concienciación juvenil" y los jóvenes tienen un "sentimiento de inmortalidad". Ahora bien, se muestra convencido de que la juventud actual es cien veces más sensata que la de la generación de los 80.

Muchos de estos jóvenes son captados por internet o fuera de los bares y discotecas de la capital por relaciones públicas que organizan estos eventos. Los relaciones públicas les llevan hasta el lugar de la fiesta pero desaparecen cuando cobran la cantidad indicada.

Una vez dentro, si las fiestas son localizadas por los policías, los asistentes se encierran, se ocultan o, incluso, se esconden. Los organizadores nunca aparecen y los agentes tienen que desalojar y precintar la casa o los establecimientos. En el lugar, ni rastro de dinero en efectivo.

Los jóvenes que acuden a estas citas suelen "llevarse" hasta cuatro propuestas de sanción que suponen un importe de unos 2.400 euros. "Nosotros denunciamos, el mecanismo de la administración para acelerar el cobro de las mismas ya no es nuestro trabajo", afirma Morcillo.

Otras fuentes reiteran a Efe que la creciente sensación de impunidad ante la lentitud de la tramitación de las propuestas de sanción que imponen los agentes anima a que el mercado alternativo de la noche no cese.

Pese a los obstáculos, la Policía cuenta con la colaboración de las plataformas de alquiler de pisos turísticos y tiene previsto, incluso, poder clausurar cautelarmente en próximas actuaciones inmuebles de este tipo donde se celebren fiestas.

Vicente Pizcueta prefiere restar importancia a la incidencia de estas fiestas. "Decir que hay un problema con las fiestas ilegales es una exageración aunque existen situaciones irregulares y censurables". Cree que no se debe "generalizar" ya que la incidencia de las fiestas ilegales es "mínima" en comparación con todo el territorio nacional, e insiste en que la facturación del sector del ocio nocturno sigue cayendo en picado pues solo en enero facturaron el 8 % de lo que generaron el año pasado.