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Cómic

'Myrddin', una alucinante 'Space Opera' que mezcla los mitos artúricos, '2001' y David Bowie

  • Entrevistamos a sus autores, el guionista Jorge García y el dibujante Gustavo Rico
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Detalle de la portada de 'Myrddin'
Detalle de la portada de 'Myrddin'

En 2016 el guionista Jorge García (Salamanca,1975) y el dibujante Gustavo Rico (Barcelona, 1977) nos sorprendieron con Los dientes de la eternidad (Norma Editorial), una espectacular versión del Ragnarök (el final de los dioses nórdicos). Y ahora se superan con una revisión de los mitos artúricos en Myrddin (Norma editorial), una alucinante 'Space Opera' en la que conviven el mago Merlín, HAL 9000 o el Ziggy Stardust de David Bowie.

"No fue un acercamiento premeditado a los mitos artúricos -confiesa Jorge-. Antes de embarcarme en la realización de Myrddin mi conocimiento del ciclo artúrico se reducíaa un puñado incoherente de películas y libros, de Merlín el encantador, de Disney, a Merlín y familia, de Cunqueiro. Pero, hacia 2013 o 2014, tuve una idea. Estaba buscando información en internet sobre un tebeo británico titulado Nemesis, obra de Pat Mills y Kevin O'Neill. El protagonista es un extraterrestre de apariencia espantosa y nombre no menos espantoso: Torquemada. La conjunción de una figura alienígena y un nombre tan castizo era digna de un bazar o de un cadáver exquisito. Supongo que me dejé arrastrar por el juego de combinar contrarios y se me ocurrió que las maravillas y los prodigios de Camelot tendrían su explicación si Merlín hubiera sido extraterrestre. Ese fue el germen de un álbum que, en efecto, puede calificarse de space opera. A partir de ahí, nos limitamos a llevar esa idea tan lejos como nos fue posible".

"Myrddin es un tebeo más ambicioso que Los dientes de la eternidad -continúa Jorge- Y lo es por el número de personajes, por los milenios que abarca la narración y por la cantidad de viñetas que se acumulan en su interior. En ambas obras, no obstante, tratamos de presentar de una forma sorprendente o novedosa un material legendario al que el paso del tiempo y la reiteración de clichés habían desgastado".

Página de 'Myrddin'

¿Y si el mago Merlín fuera un extraterrestre?

Partiendo de esa premisa de que Merlín fuera un extraterrestre, Gustavo Rico nos comenta cómo han construído el personaje: "Hay un trabajo de elaboración importante en la idea de personaje de Myrddin, al que otorgamos tres diseños diferentes. Realmente es un explorador del espacio profundo que, en principio, no posee una forma material y que tiene una percepción del tiempo que discurre mucho más rápidamente que la percepción temporal humana. Para el dibujo de una idea tan abstracta, decidimos contenerlo en una especie de esfera computadora. En ese sentido sí que podríamos encontrar paralelismos con Hal 9000 de 2001, una odisea en el espacio, aunque también podemos encontrar aportaciones similares diseminadas en toda la obra de Moebius, en especial en El mundo de Edena".

"El primer capítulo de la obra transcurre en un poblado celta en la Gales de la Edad de Piedra -continúa Gustavo-. Myrddin ve en sus habitantes una forma de vida alto básica y primitiva, pero ha de establecer comunicación con ellos, por tanto, decidimos darle un diseño en consecuencia, una mezcla entre saurio y humanoide que ni yo mismo recuerdo de dónde salió. Vete a saber…"

"Los tres capítulos restantes de la obra transcurren en Camelot y a Myrddin había que darle una forma mucho más similar a la humana -añade-. Pero no quería que dejara de ser un elemento extraño y discordante, no en vano estamos hablando del mago Merlín. Por tanto, me fue muy útil tomar elementos estéticos del glam de los setenta encarnados en figuras como Jobriath, Brian Eno y sobretodo el Ziggy Stardust de David Bowie".

"No es la primera vez que se recurre a elementos estéticos propios de la música rock para definir personajes -concluye Gustavo-. Neil Gaiman lo hizo con bastante tino en Sandman, así como Jaime Hernández en Locas. Son obras que sin duda influyeron en el dibujo de Myrddin. Al respecto, recuerdo que por entonces releí Sandman íntegramente, así que algo debió traspasar".

En cuanto a por qué llamarlo Myrddin cuando Merlín sería un nombre mucho más comercial, Jorge García nos comenta que: "Todo se reduce a que las primeras 40 páginas del tebeo transcurren en un entorno ajeno a Camelot. Tan ajeno que podría considerarse aparte. Me apetecía jugar al equívoco y mantener al público a oscuras en relación a lo que iba a suceder a continuación. Cuando llegasen a la página 41, caerían en la cuenta de que lo que habían leído hasta entonces era un reflejo distorsionado del arranque del ciclo artúrico. Si el libro se hubiese titulado Merlín, el lector o la lectora habría sabido desde el principio a qué atenerse y le habríamos arruinado la sorpresa".

Bocetos para el personaje de Myrddin

¿Qué es lo que nos hace humanos?

Hace cinco años Jorge García nos contaba que con este trabajo quería responder a la pregunta de qué es lo que nos hace humanos. "Al principio tenía ese propósito, sí. La idea de presentar a un alienígena forzado a convivir durante milenios con sucesivas generaciones de seres humanos nos enfrentaba al tema de la "otredad". ¿Cómo percibe una entidad inmutable, alienígena, el mundo efímero que lo rodea? ¿Cómo es percibido, a su vez, por los pobladores de ese cosmos? ¿Qué halla de valioso en ellos? De una manera precaria, bastante tosca, pretendía ligar la historia de Camelot con el descubrimiento sucesivo de distintas capas de alma humana".

"Quería imitar, de alguna manera, el modelo de El hombre bicentenario, célebre relato de Isaac Asimov que figuraba entre mis obras de referencia -añade Jorge-. Se trata de una fábula robótica sobre un androide superdotado (o infradotado, según se mire) que supera una serie de pruebas para alcanzar, de hecho y de derecho, la condición humana. Sin embargo, a medida que avanzábamos en la realización de Myrddin nos fuimos desprendiendo de ese "propósito filosófico" para centrarnos en el desarrollo de la trama".

"Myrddin es una narración muy pura, sin desviaciones conceptuales -continúa-. Recuerdo que, a muy pocas páginas ya de acabar el libro, Gustavo me dijo algo así como: "bueno, ahora ya podemos relajarnos, ¿no?" A mí me dio por ponerme histórico y le solté una frase de esas que pretenden hacer época y que, en realidad, solo hacen el ridículo: "Nada de eso, narramos hasta el final". Afortunadamente, Gustavo tiene contestación para todo y zanjó la conversación con una frase lapidaria: "Eso lo grabarán en tu tumba".

Página de 'Myrddin'

Combinando la ciencia ficción con los mitos artúricos

Aunque Los dientes de la eternidad se basara en otra mitología (la nórdica), Gustavo Rico destaca que ambos cómics son muy diferentes: "Como en cualquier sucesión de obras, existe una evolución entre Los Dientes de la Eternidad y Myrddin, ya sea por puro aprendizaje o porque cada una requería un tratamiento visual diferente. En Los Dientes de la Eternidad predomina una narrativa más directa y un estilo de dibujo más arcaizante en contraposición con las maneras más sofisticadas de Myrddin. Ambas están en sintonía con el tipo de argumento al que nos enfrentábamos".

"De todos modos, en Myrddin existe una evolución narrativa interna -añade Gustavo-. Si bien en toda la obra nos basamos en una retícula fija de 4x5 viñetas, en el primer capítulo hay un esquema mucho más regular y reiterante. Por tanto, en este sentido podría decirse que es deudor de Los Dientes de Eternidad. A partir del segundo capítulo nos soltamos más en la variedad composiciones de página, ritmos, ambientaciones y diseños de personajes".

"La complejidad en Myrddin no solo se da en el campo narrativo continúa el dibujante-. También en la contraposición de géneros. El objetivo era armar una historia sobre el mito artúrico introduciendo algunas claves típicas de la ciencia ficción, es decir, un alienígena que se ve obligado a convivir con una civilización menos avanzada que la suya, como es la Alta Edad Media. El choque era evidente y me pareció interesante hacerlo notar, sobre todo de cara a resaltar la extrañeza del mago Merlín como personaje, presentándolo prácticamente como un ente sobrenatural en medio de la austeridad medieval".

Página de 'Myrddin'

"Con Arturo nos ensañamos"

Una de las cosa más divertidas de las diferentes versiones del Ciclo Artúrico es ver cómo cada autor refleaja a personajes ya míticios. "Bueno, procuramos realizar unas encarnaciones reconocibles de los personajes del ciclo, pero agregándoles detalles de nuestra cosecha a fin de adaptarlos a la historia que pretendíamos contar. En este sentido, algunas variaciones fueron drásticas. Con Arturo, en concreto, nos ensañamos. En el ciclo encarnaba la justicia, la caballerosidad y la verdad. En Myrddin es un guerrero nato, despiadado y con inclinación al sadismo. Pero una broma del destino lo encarama al trono de Camelot y lo obliga a ostentar un cargo que no desea. Como desahogo, se degrada en una espiral turbulenta de truculencias sin sentido".

"Morgana, en cambio, es más inteligente e insidiosa, una especie de reflejo invertido de su hermano -añade el guionista-. Está condicionada genéticamente para gobernar, pero la época en que vive le impide ejercer su talento para el mando. A fin de conquistar el poder, pone en pie un sutilísimo enredo de planes, conspiraciones y juegos morbosos que culmina en la concepción y el nacimiento de Mordred".

Página de 'Myrddin'

'Excalibur' y otras influencias

La película Excalibur (John Boorman, 1971) es, posiblemente, la versión más poderosa de los mitos artúricos y también una influencia para esta obra, como reconoce Jorge García: "Sí, Excalibur formaba parte del precario listado de obras que yo conocía antes de empezar a documentarme sobre el tema. El director John Boorman y el guionista Rospo Pallenberg hicieron un trabajo memorable refundiendo la materia artúrica. En sus manos, Camelot es una inmensa fantasmagoría en precario equilibrio sobre dos creencias: paganismo y cristianismo. Es asombroso el esfuerzo de coherencia y condensación que trasluce la cinta, y la capacidad de sugestión de los diálogos y los personajes".

Pero no ha sido la única fuente de documentación de Jorge: "En cuanto al acopio de materiales, Alianza Editorial puso al alcance de casi todos los bolsillos una colección con las lecturas esenciales del ciclo, titulada Biblioteca Artúrica. Allí encontré a un precio razonable las esencias del asunto: la espléndida Historia de los reyes de Britania, de Geoffrey de Monmouth, las novelas de Chrétien de Troyes, los textos de la Vulgata (cinco narraciones que recogen el auge y la caída de Camelot) y alguna que otra joya de autor anónimo, como Sir Gawain y el Caballero Verde. Me habría gustado completar la colección, que incluía los ensayos Merlín y su historia, de Santiago Gutiérrez, y el Breve diccionario Artúrico del medievalista Carlos Alvar, pero mi bolsillo no estaba por la labor".

"Aparte de esas lecturas, consulté una obra fundamental: La muerte de Arturo, de Sir Thomas Malory, que quizá sea la versión canónica más célebre del ciclo -añade-. Además, consulté algunas versiones modernas, incluidas Un yanki en la corte del Rey Arturo, de Mark Twain o Los hechos del Rey Arturo y sus nobles caballeros, de John Steinbeck, que es una obra incompleta pero abundante en pasajes felices. De las versiones contemporáneas, mi preferida es la tetralogía Camelot, del británico Terence H. White (que sirvió de fundamento a la película Merlín el encantador, de Disney), que es un libro otoñal, casi una elegía al ciclo artúrico.

"Aparte de los textos relacionados con la leyenda artúrica, consulté una copiosa bibliografía ajena al género. A bote pronto, recuerdo los ensayos divulgativos La formación de Inglaterra, de Isaac Asimov, el monumental Cosmos, de Carl Sagan (que me ayudó a definir el periplo cósmico de Myrddin) o El orden del tiempo, de Carlo Rovelli. También saqueé cuanta literatura fantástica y de ciencia ficción me fue posible: Puck de la colina de Pook, de Rudyard Kipling; En las montañas de la locura, de Lovecraft; Tommynockers, de Stephen King; Historia natural, de Joan Perucho; Invasión de los ladrones de cuerpos, de Jack Finney; La voz del fuego, de Alan Moore; Donde solían cantar los dulces pájaros, de Kate Wilhelm; Juan Raro, de Olaf Stapledon; Las doce moradas del viento, de Ursula K. Le Guin; el relato ¿Quién anda ahí?, de John W. Campbell Jr. ; Las sirenas de Titán de Vonnegut; Cántico a San Leibowitz de Walter M. Miller Jr. ; y la extraordinaria novela Una mirada a la oscuridad, de Philip K. Dick. Es un censo incompleto e inconexo que admite adiciones, pero es que la creación de Myrddin fue un proceso largo en el que todo lo que veía, leía u oía acababa convertido en material sobre el que ir levantando el precario andamiaje de la obra".

"Para concluir -añade Jorge-, cabe citar una larga lista de historietistas en quienes encontré soluciones para los problemas narrativos que fueron surgiendo durante la construcción del guion. Entre otros, Miguel Calatayud, Mike Mignola, Nazario, Steranko, Daniel Torres o Urda. Mención aparte merece Alan Moore, cuya relojería narrativa pretendía imitar, sobre todo en su tebeo Spawn/W.I.L.D.Cats y en su proyecto nonato Twilight of the superheroes".

Página de 'Myrddin'

Ante este aluvión de influencias e inspiraciones, Gustavo añade: "Además de todas las referencias literarias que menciona Jorge, a nivel de cine creo que principalmente me influenciaron la también citada Excalibur de John Boorman y El hombre que cayó a la Tierra de Nicolas Roeg y protagonizada por David Bowie. Esta última ayudó bastante a configurar el carácter forastero y relativamente distante de Myrddin en relación a su entorno".

"En cuanto a comics se refiere, obras como Turandot o Anarcoma de Nazario fueron muy importantes, incluso hay algún diseño de personaje tomado directamente de Anarcoma. En cuestión de narrativa y gestualidad de personajes femeninos, fue muy importante la obra de Kazuo Kamimura, También hay elementos estéticos tomados del Ambigú de Sequeiros o del Toro Blanco de Laura".

"Además -concluye el dibujante-, cabe mencionar que Jorge hizo que me interesara por la obra de Mike Mignola y yo por mi parte, y por extensión, me acerqué a su vez a la de P. Craig Russell, de alguna forma el influjo de ambos autores también está presente en Myrddin".

Página de 'Myrddin'

Dibujando y coloreando 'Myrddin'

Ya nos ha adelantado alguna cosas sobre el dibujo y la composición pero preguntamos a Gustavo Rico cómo ha sido la creación de esta obra en la que no escatima en viñetas: "La relación de los personajes en Camelot es intrincada y ambigua. La narrativa sincopada que utilizamos en muchas de las secuencias creo que favorece la creación de esta atmósfera enrarecida y oscura. Por otro lado, la historia no es más que una sucesión de recuerdos que Myrddin tiene durante un instante, que nosotros, por otro lado, percibimos en otra escala temporal. De ahí que Jorge y yo usemos distribuciones de página con un elevado número de viñetas".

Esa proliferación de viñetas es cada vez menos habitual en el cómic actual que, salvo excepciones, previere los grandes paneles. "El hecho de estar en sintonía o no con una coyuntura determinada realmente no me preocupa -añade Gustavo-. Parece que la tendencia es que las tendencias son cada vez más volátiles. Sencillamente utilizamos el tipo de distribución de página que creemos conveniente para cada secuencia de la historia con el objetivo de que esta se beneficie de ello".

Destacar también su inteligente uso del color: "En asuntos de color, se aprecia una evolución notable entre Los Dientes de la Eternidad y Myrddin. En Los Dientes de la Eternidad, el color juega un papel simbólico, es decir, cada gama de color se identifica con un significado concreto. Los azules representan el mundo terrenal, el rojo representa el caos, etc."

"En cambio -añade Gustavo-, en Myrddin jugamos mucho con las tensiones narrativas a través del color. Podemos desarrollar una secuencia mediante gamas reducidas de grises y negros, y de repente realizar un cambio brusco en el color para determinar un nivel de tensión concreto. En ese sentido, uno de mis referentes fue el color de Richmond Lewis en la primera versión de Batman año uno, obra que me interesa mucho por aspectos periféricos, como el color, la rotulación, el diseño de página o la situación de los bocadillos. Es una especie de manual de instrucciones que espero seguir investigando de cara a futuras obras".

Portada de 'Myrddin'

Sus proyectos

Siendo dos de los mejores del cómic español del momento, proyectos no les faltan a ninguno de los dos. Y para repasarlos empezamos con Jorge García: "Varios, en diversos estados de gestación. El más próximo a su conclusión es el que estoy ultimando con el magnífico dibujante malagueño Kosta. Se trata de un álbum titulado El viento y la muerte, que -si la pandemia no lo impide- verá la luz este año en Francia con edición a cargo del sello Nouveau Monde. Se trata de una historia crepuscular sobre los últimos días de un reportero polaco, una especie de sosias de Ryszard Kapuscinski, personaje que concebí hace ya muchos años junto al bueno de Fidel Martínez para las páginas de la revista Humo. En relación al trabajo de Kosta, creo que dará mucho que hablar".

"Aparte de esta obra en gestación existen varios proyectos en embrión -añade Jorge-. El más controvertido es sin duda ¡Muera la inteligencia!, que dibuja Gustavo Rico y que cuenta la biografía del histriónico general Millán Astray, fundador de la Legión. Nuestra intención es aprovechar su figura para realizar la biopsia de una clase militar que se cocinó en el rescoldo de amargura que dejó el desastre colonial del 98, se forjó a fuego en las campañas de Marruecos, y desencadenó la guerra civil. Más que una biografía, será una necropsia".

"En segundo lugar, estoy colaborando con el dibujante Felipe H. Navarro en un proyecto titulado La soga al cuello, sobre la vida del legendario bandolero australiano Ned Kelly (que hace poco gozó de un nuevo biopic cinematográfico, el tercero hasta la fecha). Este proyecto se encuentra paralizado debido a las ocupaciones que Felipe ha contraído últimamente. No obstante, esperamos retomarlo tarde o temprano, porque las páginas que hemos realizado me parecen magníficas".

"Aparte, existe un tercer proyecto aún tierno, incipiente. Su dibujante será el ilustrador Gustavo Regalado, con quien colaboré en la confección de un librito ilustrado por encargo de una compañía farmacéutica veterinaria. Gustavo me invitó a poner en pie un álbum de fantasía heroica a partir de una excelente idea que ha tenido. Es el choque entre una leyenda arcaica y una filosofía algo más contemporánea. Mi pretensión es lograr algo en la línea del ciclo de Terramar, de Ursula K. Le Guin, apelando a un público juvenil. Creo que el tema se presta a ello y me encantaría escribir un álbum que, al fin, pudiese disfrutar mi hija".

"En último lugar -concluye Jorge-, quedan todos los proyectos aparcados que me rondan la cabeza desde hace tiempo y que acabaré contando tarde o temprano. En ese sentido, acarició el sueño de escribir una historieta corta sobre la unificación de Falange. También el de contar la historia de un soldado marroquí convaleciente en la siniestra Salamanca de 1937. Y existe el esbozo de una historieta corta sobre Myrddin que transcurre en el espacio profundo y que Gustavo y yo realizaremos más pronto que tarde. Además, algún día me gustaría escribir un álbum de historias cortas sobre la prostitución en nuestra inmediata posguerra. Ah, y tengo pendiente el guion de una historieta corta en la que mezclaría tres elementos incongruentes: el Capitán Marvel de C.C. Beck, el Aleph de Borges, y una cuadrilla de limpieza en el metro de una gran ciudad".

En cuanto a Gustavo rico, también le sobran proyectos: "Pues nada más acabar el dibujo de Myrddin me embarqué en un nuevo proyecto junto al gran Marcos Prior al guion. Se trata ni más ni menos que la adaptación al cómic de la tragedia shakespeariana Tito Andrónico. Una concatenación de calamidades a cual más atroz en los últimos días del imperio romano como telón de fondo. Una obra de la que me siento muy orgulloso. El proyecto verá la luz el 25 de febrero bajo el sello de Astiberri, así que en breve esperamos hablar de ella con más detenimiento".

"Después de Tito Andrónico lo cierto es que he acabado exhausto y me he tomado unos meses de descanso en cuanto a dibujar comics se refiere. Pero en breve retomaré los lápices para empezar con el dibujo de ¡Muera la Inteligencia!, nuevamente con guion de Jorge García, una biografía sobre el general Millán Astray que a buen seguro supondrá un nuevo cambio de rumbo en mi registro gráfico".