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Miles de personas vuelven a manifestarse en Birmania tras la tercera noche sin internet

  • El relator especial de la ONU alerta de la posibilidad de "violencia a gran escala" tras el despliegue militar en Rangún
  • Suu Kyi comparece ante la justicia militar sin su abogado y un día antes de lo previso

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Miles de personas vuelven a manifestarse en Birmania tras la tercera noche sin internet

El movimiento de desobediencia civil continúa en Birmania este miércoles, tras la tercera noche de apagón de internet, con una nueva jornada de protestas masivas en contra del golpe de Estado y ante el temor de una dura represión de las fuerzas de seguridad.

La red volvió a estar disponible esta mañana tras una desconexión nocturna de unas 8 horas, el tercer corte consecutivo, apunta el observatorio NetBlocks, que recuerda que el acceso a varias redes sociales, como Facebook o Twitter, continúa "restringido".

Los cortes de internet y la presencia del Ejército en las calles de Rangún, la antigua capital y ciudad más poblada del país, mermó la afluencia en las manifestaciones a principios de semana ante el temor a detenciones y a que los soldados utilizaran la violencia para aplacar el movimiento, aunque siguieron sucediendo pequeñas concentraciones. El martes la junta militar en el poder prometió la convocatoria de nuevas elecciones, aunque el movimiento de desobediencia civil se muestra escéptico ante estos anuncios.

Líderes estudiantiles y activistas vinculados al levantamiento civil de 1988 convocaron, especialmente a los jóvenes, para que participar en una manifestación masiva que ha comenzado en la Universidad de Rangún para protestar por el levantamiento militar del 1 de febrero y pedir la liberación de la líder electa, Aung San Suu Kyi.

El relator de la ONU alerta de una potencial "violencia a una mayor escala"

Coches de particulares, taxis e incluso un autobús fueron abandonados con el pretexto de que estaban averiados en mitad del asfalto para bloquear algunas de las principales calles de Ragún e impedir el paso de los vehículos de la Policía o el Ejército.

El relator especial de la ONU para la situación de los derechos humanos en Birmania (Myanmar), Tom Andrews, expresó en un comunicado su temor de que este miércoles se produzca una respuesta violenta a mayor escala de lo visto desde el golpe.

"He recibido informes de soldados que están siendo transportados al menos a Rangún desde regiones periféricas. En el pasado estos movimientos de tropas precedieron a asesinatos, desapariciones y detenciones a gran escala", indicó Andrews al instar a las autoridades a respetar el derecho de manifestarse pacíficamente. "La continua represión de las libertades básicas y los derechos humanos contra el pueblo birmano debe terminar de inmediato", instó el relator.

Desde la asonada, encabezada por el jefe de las Fuerzas Armadas, Min Aung Hlaing, y hasta el martes, al menos 452 personas fueron detenidas, incluidas 35 que ya han sido liberadas, según la Asociación para la Asistencia de Presos Políticos (AAPP).

Suu Kyi permanece bajo arresto domiciliario en Naipyidó, la capital, acusada por los cargos de importación ilegal de un dispositivo telefónico y vulnerar supuestamente la ley de desastres naturales, delitos que acarrean largas penas de prisión.

La junta militar justificó la toma de poder por un supuesto fraude electoral en los comicios del pasado noviembre en los que la Liga Nacional para la Democracia, el partido liderado por Suu Kyi, arrasó, como ya hizo en 2015.

Suu Kyi se enfrenta a un juicio "secreto" sin abogado

La antigua líder de facto ha comparecido ante un tribunal de Naipyidó por videoconferencia en un juicio "secreto" y sin la presencia de su abogado.  "No se me permite entrar en el tribunal porque no se me ha reconocido como el defensor de la señora Suu.  Todavía no cuenta con una defensa legal", ha explicado el abogado de la premio nobel de la Paz, Khin Maung Zaw, en declaraciones a Efe.

Además de los cargos de importar de forma ilegal unidades de comunicaciones y usarlas sin permiso, Suu Kyi también se enfrentaría a un cargo adicional en relación con la gestión de la pandemia.

El juicio estaba previsto para el lunes, pero finalmente se pospuso para este miércoles y, sin previo aviso, se ha celebrado este martes. El relator especial de la ONU para la situación de los derechos humanos en Birmania ha calificado el proceso de "juicio secreto", mientras el primer ministro británico, Boris Johnson, ha denunciado que los cargos contra Suu Kyi han sido "inventados" por los militares y que son "una clara violación de los derechos humanos".