Solo el 0,15% de los vacunados contra la COVID-19 han notificado reacciones adversas, que son muy leves
Solo un 0,15% de las personas que han recibido una de las vacunas contra la COVID-19 han notificado haber sufrido reacciones adversas, que además son muy leves, según los datos de la Agencia Española del Medicamento y los Productos Sanitarios (AEMPS).
De acuerdo con la información recabada hasta el 24 de enero, después de haberse administrado más de un millón de dosis de los fármacos de Pfizer y Moderna, los efectos adversos que más frecuentemente se han notificado son la fiebre o algo de dolor en la zona de la inyección. Seguidamente, se han reportado también dolores de cabeza y mareos, así como náuseas y diarreas.
Profesionales de enfermería consultadas por RNE han avalado que sufrir algunos síntomas leves cuando se acaba de inocular el fármaco es algo normal, que ocurre también con otras vacunas, como la de la fiebre amarilla, que se exige a los viajeros a determinados países.
En cualquier caso, desde la AEMPS han advertido en su informe que el número de reacciones notificadas no debe utilizarse para calcular la frecuencia de aparición de estos efectos, porque no se han recogido datos de todos los vacunados y porque muchos de esos acontecimientos adversos que se registran no tienen por qué estar necesariamente relacionados con la vacunación.
Vigilancia después de los ensayos clínicos
"(La vacuna) tiene los efectos adversos que se conocían, que esperábamos y que no son preocupantes", ha aseverado Pilar de Lucas, del Colegio de Médicos de Madrid, a RNE. "Pero se pueden producir, aunque incluso los que se están produciendo están por debajo de lo que apareció en los ensayos clínicos".
Y es que España, junto con el resto de países de la Unión Europea, coordinados por la Agencia Europea de Medicamentos (EMA, por sus siglas en inglés), está realizando una vigilancia estrecha para detectar y evaluar posibles nuevas reacciones adversas no identificadas durante los ensayos clínicos de las vacunas frente a la COVID-19.
En dichos ensayos, además, ya se han llevado a cabo estudios en decenas de miles de personas con varios meses de seguimiento, con los que las reacciones más frecuentes ya están identificadas.
Ante posibles alergias
Hasta el 24 de enero de 2021, se han identificado en España solo 8 casos de reacción anafiláctica por las vacunas de la COVID-19 y en su mayoría ya existían antecedentes de alergias a medicamentos. Por ello, en el caso de padecer alguna alergia, Amós García, presidente de la Sociedad Española de Vacunología, ha recomendado conocer los compuestos de la dosis antes de la vacunación, especialmente si se ha tenido "alguna reacción anafiláctica grave a cualquier otra vacuna anteriormente".
Para explicar por qué el proceso de vacunación no comporta riesgos para la salud, desde la AEMPS recalcan: "No partimos de cero, sino que ya disponemos de una amplia y probada experiencia sobre cómo desarrollar vacunas con garantías de calidad, seguridad y eficacia. Prueba de ello es que el calendario de vacunación español incluye vacunas frente a 14 patógenos diferentes. Esta experiencia acumulada durante más de 50 años sobre cómo fabricar y comprobar la eficacia y seguridad de estos medicamentos, ha sido de vital importancia en el rápido desarrollo de las vacunas frente a la COVID-19".
Casi dos meses después del inicio, la vacunación está completa en casi el 97% de las residencias de mayores, lo que ha reducido mucho los brotes y, finalmente, está abriendo la posibilidad a que vuelvan las ansiadas visitas y salidas. Ellos son parte de los casi 1,2 millones de españoles ya inmunizados. Teniendo en cuenta la población total de España (47.332.603 personas), el 2,47 % de ella estaría vacunada.