El lado oculto del Covid-19 para los profesionales sanitarios
- Los casos de estrés, ansiedad y depresión han aumentado durante este último año
- En cantabria 983 trabajadores sanitarios han sido contagiados de Covid-19 desde el pasado mes de marzo
Hace unas semanas, el pasado dos de febrero, la COVID-19 fue reconocida como enfermedad profesional para todo el personal sanitario y sociosanitario. Así se acordó como parte de un Real Decreto-Ley aprobado en el Consejo de Ministros. Una medida que permitirá que los profesionales sanitarios puedan acceder a las mismas prestaciones que a las que acceden otros colectivos profesionales a los que se les reconoce la enfermedad profesional. Esta norma se contempla desde la declaración de la pandemia internacional por la Organización Mundial de la Salud y hasta que las autoridades sanitarias levanten todas las medidas de prevención adoptadas para hacer frente a la crisis sanitaria ocasionada por el Covid-19.
Datos en Cantabria
En el caso de Cantabria, 983 trabajadores sanitarios han sido contagiados por Covid 19 desde el pasado mes de marzo. 979 se han recuperado y, a día de hoy, hay 4 casos activos en Cantabria. Estos datos de contagios entre el personal sanitario se irán reduciendo a medida que avance la vacunación en este colectivo. Un 85 por ciento de los profesionales ya han recibido las dos dosis.
Salud Mental
Sin embargo, el Covid y la pandemia conlleva otros problemas, no tan visibles, entre los profesionales sanitarios. Los casos de estrés, ansiedad y depresión han aumentado durante este último año. Los profesionales sanitarios se sitúan como uno de los grupos especialmente vulnerables a padecer algún trastorno psicológico por la pandemia. Están especialmente expuestos a padecer problemas de salud mental debido al estrés y a la sobrecarga de trabajo a la que están sometidos.
Desde el inicio de la pandemia los profesionales sanitarios se han visto obligados a llevar a cabo un sobreesfuerzo, con un aumento de la carga de trabajo y la presión asistencial, en unas condiciones que han sobrepasado todos los recursos sanitarios disponibles. Estas circunstancias excepcionales se han visto agravadas por las particularidades sociales generales vividas: el aislamiento, la enfermedad y los fallecimientos, la incertidumbre, la inestabilidad laboral. Alteraciones del sueño, síntomas depresivos y duelos tardíos son algunos de los efectos psicológicos ocasionados por esta grave crisis sanitaria, económica y social.