Europa afronta el debate sobre el pasaporte sanitario y el dilema de la obligatoriedad de la vacuna
- Los países europeos tienen un sistema de vacunación voluntario aunque existen excepciones en sectores estratégicos
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Las vacunas contra el coronavirus tienen un carácter voluntario en Europa por lo que sus ciudadanos pueden escoger si ponérsela o no. No obstante, algunos países como Francia, Reino Unido o Austria están estudiando implantar certificados o "pasaportes" sanitarios que registren si ya se está inmunizado o no.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) insiste en que el remedio contra la pandemia es acelerar la inmunización y los fármacos disponibles prometen una efectividad de en torno al 90%. Un camino que pasa por fomentar la vacunación entre la población de todos los países del mundo. Sin embargo, no todos los Estados tienen el mismo ritmo o criterio de vacunación por lo que no se llegará a los criterios que aconseja la OMS de manera simultánea.
Alemania considera "improbable" la imposición de la vacuna
En Alemania la vacunación contra el coronavirus es voluntaria y el Gobierno ha insistido en que no hay planes para hacerla obligatoria. El ministro de Sanidad, Jens Spahn, dio su palabra ante el parlamento de que no se introduciría la imposición de inmunizarse, para salir al paso de los rumores que había al respecto.
La ley de protección contra infecciones le permite al Gobierno, previa aprobación de la Cámara Alta (Bundesrat), donde están representados los Gobiernos regionales, introducir la inmunización obligatoria para sectores de la población especialmente amenazados.
No obstante, la Comisión Permanente para la Vacunación considera "extremadamente improbable" que se introduzca una medida en ese sentido y advierte de que hay muchos obstáculos jurídicos para ello. Un antecedente es la vacuna obligatoria contra el sarampión para niños en edad escolar que se introdujo en 2020.
Francia tantea a la ciudadanía
En Francia la vacunación no es obligatoria. No obstante, el Gobierno ha lanzado una consulta en línea (que concluirá el 7 de marzo), para conocer la opinión de los ciudadanos sobre la posibilidad de implantar un certificado de vacunación y si debería ser impositivo u opcional.
Según la última encuesta publicada, un 61 % de los franceses desea vacunarse, lo que supone 5 puntos más que en enero y un salto de 19 puntos más respecto a diciembre.
Reino Unido dio el primer paso hacia un 'pasaporte de vacunación'
El pasado 8 de diciembre, el Reino Unido fue el primer país del mundo en poner en marcha un programa de vacunación masiva contra la COVID-19, y desde entonces se ha administrado ya una primera dosis a 17,9 millones de personas, por orden de prioridad.
La inmunización es voluntaria y tiene de momento una alta aceptación entre la población, si bien el Gobierno ha impulsado una campaña informativa para persuadir de que se vacune a las personas reacias, en especial de ciertas minorías étnicas.
El Ejecutivo estudia ahora la posible introducción de una aplicación con la que, a fin de realizar ciertas actividades en espacios cerrados, los ciudadanos puedan demostrar que tienen la vacuna o un test negativo, aunque reconoce que el proyecto plantea "cuestiones éticas", ya que puede provocar discriminación.
Austria puede exigir la vacunación en sectores estratégicos
El Gobierno austriaco insiste en que la vacunación es y será voluntaria y en que no se ha decidido aún, por ejemplo, que sea una condición para desempeñar una actividad laboral.
Aun así, la legislación del país contempla que en sectores como la sanidad es legal exigir a los trabajadores estar vacunado de enfermedades como el sarampión. En este país, no es posible elegir el producto con el que inocularse.
Italia debate sancionar a los que no se vacunen
El plan de vacunación en Italia es por el momento voluntario y se ha comenzado con los colectivos de mayor riesgo. Actualmente, se han inoculado 3.702.079 dosis y 1.341.780 personas están ya inmunizadas contra la COVID-19 en el país por haber recibido las dos dosis necesarias.
El ministro de Sanidad, Roberto Speranza, ha señalado que no considera necesario imponerla de forma obligatoria, porque los ciudadanos son conscientes de la importancia de recibir este tratamiento, y la intención del Gobierno es llegar cuanto antes a la inmunidad de grupo.
De momento, no hay sanciones para quienes no se vacunen, pero existe el debate. El colegio de médicos de la ciudad Bolonia ha advertido recientemente de que estudiará procedimientos disciplinarios para quienes rechacen el fármaco.
El Estado del Vaticano dijo que no habrá despidos de sus empleados que se opongan a vacunarse, después de la polémica abierta porque inicialmente indicó lo contrario, si bien advirtió de que no vacunarse es una decisión que puede constituir un riesgo para el afectado, para los demás y para su entorno laboral.
Hungría planea una "cartilla de vacunación"
La vacunación es voluntaria en Hungría, pero el Gobierno planea una "tarjeta de vacunación" que permitirá a los ya inmunizados evitar algunas restricciones, aunque no se ha especificado cuáles.
Los ciudadanos pueden rechazar el fármaco que les proponen si quiere que les vacunen con otro. A finales de enero, las vacunas de Pfizer-BioNTech y Moderna, autorizadas por la UE, despertaban mucha más confianza que la rusa Sputnik V o la china Sinopharm.
Galicia se desmarca en España
España respeta la decisión de los ciudadanos a la hora de ponerse o no la inyección frente al coronavirus, al igual que hace con el resto de enfermedades infecciosas, tal y como recoge la estrategia nacional de vacunación.
Sin embargo, el Parlamento de la región de Galicia aprobó este martes con los votos en solitario del Partido Popular (PPdeG), que tiene mayoría en la Cámara, una reforma de la Ley de Salud gallega que impone su obligatoriedad, aunque cuenta, por el momento, con el rechazo del Gobierno central.
La iniciativa del Ejecutivo gallego puede enfrentarse a varios impedimentos si se considera desde alguna instancia nacional que contradice la legislación del país o va en contra de derechos fundamentales.
Portugal opta por la voluntariedad
En Portugal, la vacuna contra la COVID-19 es totalmente voluntaria y gratuita y no se contempla ningún tipo de sanción para las personas que, por cualquier motivo, decidan no ponérsela.
La confianza de los portugueses sobre la vacuna ha aumentado en los últimos meses y un reciente estudio de la Escuela Nacional de Salud Pública recoge que el 75 % quiere recibirla "en cuanto esté disponible", un porcentaje que en noviembre solo rondaba el 20 %.
Dinamarca intentó imponer la vacuna obligatoria
Ningún país nórdico ha introducido la obligatoriedad de la vacunación ni tiene planes de hacerlo, aunque Dinamarca estudió inicialmente esa posibilidad.
En el primer proyecto de ley epidémica presentado por el Gobierno danés en octubre sí se incluía esa medida, pero las protestas de varios partidos y asociaciones provocaron que los planes fueran descartados y que solo se recomiende la vacunación.
El 75% de los finlandeses quiere vacunarse
En Finlandia la inoculación contra la covid-19 es voluntaria y gratuita, al igual que ocurre con el resto de productos incluidos en el programa nacional de vacunación.
Según la encuesta más reciente, el 75 % de los finlandeses tiene intención de inmunizarse contra el coronavirus o lo ha hecho ya, mientras que el 13 % no piensa vacunarse y el 12 % restante aún no se ha decidido.
Rumanía premiará a los inmunizados
El Gobierno de Rumanía repite que no obligará a vacunarse a la población, pero sí avisa de que estar inmunizado tendrá algunas ventajas.
Por ejemplo, desde el pasado 13 de febrero, quienes hayan recibido dos dosis al menos diez días antes de su entrada al país, quedan exentos de cumplir la cuarentena exigida a quienes llegan de zonas de riesgo.
Bulgaria vacuna sin prioridades
La vacunación es voluntaria y gratuita en Bulgaria, y, desde el pasado viernes, cualquier persona, sin importar el grupo de prioridad al que pertenezca, puede registrarse para recibirla sin poder elegir el tipo de producto que se le administra, debido a la escasez de oferta.
Eslovenia aceptará a turistas extranjeros con certificado
En Eslovenia no hay debate sobre la obligatoriedad de la vacuna, pero los ciudadanos de la UE que estén completamente inmunizados, o hayan superado ya la enfermedad, pueden entrar en el país sin necesidad de cuarentena o de mostrar un test PCR negativo.