Violencia juvenil desde dentro: ''Nadie se imagina el horror que vivo en casa''
- Muchas madres tienen un punto en común: no quieren que se sepa que su hijo o hija ejerce violencia contra ellas
- Cada año se abren en España 5.000 expedientes a menores por agredir a sus padres
- Teresa Perales, reportera de Comando Actualidad, nos cuenta qué hay detrás de las cámaras de Jóvenes violentos, familias rotas
“No voy a salir en la tele contando esto jamás, no lo sabe nadie de mi entorno y no quiero que se enteren, pero es necesario que se hable de esta pesadilla”, me dijo Marta rotunda un 24 de diciembre por la mañana. Estaba preparando la cena de Nochebuena y tuvo que apagar el horno e irse al garaje para encerrarse en el coche y hablar tranquila. “¿Qué temes?”, le pregunté. “Temo que Mario me oiga y se vuelva loco. Me tire el teléfono, me rompa algún mueble y me taladre con sus gritos y amenazas”, me dijo al otro lado del teléfono, serena, con voz firme y añadió: “me ha destrozado 5 móviles en tres meses”.
Marta es directiva en una multinacional, riéndose, me cuenta: “Mis amigas dicen que tengo el puestazo con el que todas sueñan. Nadie se imagina el horror que vivo en casa cuando me bajo de los tacones y cuelgo el traje de raya diplomática”.
Su hijo rompe todos los esquemas del maltrato filio-parental: no ha sufrido bullying en el colegio, ni ha sido víctima de maltrato en el hogar. “Mi niño es un chico guapo, brillante y encantador, pero, a veces, en casa es tremendamente violento. Por ahora, solo es violento conmigo. En terapia me han enseñado que no he sabido ponerle límites a tiempo y ahora siento que ya es demasiado tarde”, reconoce la ejecutiva. Marta se divorció hace una década, cuando Mario tenía 6 años.
Después encontré a Rocío, Laura, Gemma, Aroa, Julia, todas ellas fueron muy generosas. Me confesaron detalles íntimos por teléfono, sus casos eran diferentes, pero había un denominador común: ninguna de estas madres estaba dispuesta a contar que su hijo o hija les maltrataba en televisión.
El maltrato juvenil hacia los padres no es una excepción: cada año se abren en España 5.000 expedientes a menores por agredir a sus padres, según el INE. “El problema es que pocos padres denuncian por vergüenza, solo en los casos más graves se atreven a ir al juzgado”, nos relata el director de un centro de internamiento.
Y entonces, llamé a María y sin titubear me dijo que contara con su testimonio. Su generosidad y valentía me emocionaron desde el principio. Gracias a María, Soraya, Andrea, Triana y a los terapeutas De Suspertu, en Pamplona, y del centro de reeducación El Laurel en Madrid pudimos hacer este reportaje sobre el maltrato filio-parental que se emite este jueves en Comando Actualidad.