Así son las nuevas etiquetas que vas a encontrar en tus electrodomésticos
- La nueva etiqueta se aplicará en frigoríficos, congeladores y vinotecas, lavadoras, lavavajillas y pantalllas electrónicas
- La escala de clasificación vuelve de la A a la G, donde la A será el menor consumo y la mayor eficiencia energética
Elegir electrodomésticos eficientes es una de las mejores maneras de reducir sustancialmente lo que pagamos en la factura de la luz y el agua y no es siempre es fácil hacerlo. Por ello, la Comisión Europea ha modificado el etiquetado energético. A partir de este lunes, 1 de marzo, los frigoríficos, congeladores y vinotecas, lavadoras y lavasecadoras, lavavajillas y pantallas electrónicas (incluidos monitores y televisiones) tendrán un nuevo ranking.
Se dejan atrás las clases clases energéticas A+, A++ y A+++, para volver a escala de clasificación que va de la A a la G, donde la A clasifica a los productos de menor consumo y mayor eficiencia energética, y la G engloba a aquellos de mayor consumo y menor eficiencia energética.
Para las fuentes de iluminación el nuevo etiquetado entrará en vigor el próximo 1 de septiembre. Mientras que otros productos como calderas, hornos o aires acondicionados dejan esta adaptación para el futuro, manteniéndose con la etiqueta antigua por el momento.
Vuelta al principio. ¿Por qué cambia la etiqueta?
El etiquetado energético existe desde 1995, pero con los avances en la tecnología de los electrodomésticos se ha ido revisando. La escala actual se ha quedado corta para algunos artículos que ya han conseguido clasificaciones superiores a la más alta, la A+. En este sentido, asegura el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, el “reescalado de la clasificación dejará espacio a los nuevos desarrollos tecnológicos en las clases más eficientes (A y B), de modo que los productos más avanzados encuentren su clasificación adecuada".
Ese primer etiquetado iba en una escala desde la G, el extremo menos eficiente, hasta la A, el más eficiente. Posteriormente, se amplió la escala hasta A+++ para reflejar las mejoras aplicadas a los productos. Pero, la introducción de esta categoría A+ -y las superiores- provocó una saturación de los productos clasificados como A por lo que la eficacia de este baremo se redujo. Es decir, la tendencia ha sido que la mayor parte de los productos se hayan clasificado como A lo que provocó además, según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), que los clientes se vieran menos inclinados a optar por los aparatos de primera clase sin un mensaje claro de "compra" A. Por eso ahora, el objetivo de las instituciones es dejar la clase A exclusivamente a promover el desarrollo tecnológico de productos más eficientes.
Por otra parte, la Unión Europea también ha modificado los ensayos a los que se someten a los electrodomésticos para hacer el cálculo de su consumo. Por lo que no es posible ni comparar los valores ni los índices de eficiencia de una etiqueta anterior con los datos de la nueva etiqueta.
Lo que debes saber sobre el nuevo etiquetado
Las nuevas etiquetas mantendrá siete clases: de la A a la G, dejando atrás las categorías A+, A++ y A+++-. Eso no implica que ahora los productos consuman más sino que, simplemente, se ha variado la forma de presentarlos y clasificarlos. Según explica el departamento que dirige Teresa Ribera, que "un producto que ahora podíamos encontrar como A+++ pase a ser de la clase C o clase D no significa que consuma más o sea menos eficiente energéticamente hablando".
Este nuevo etiquetado que afectará de momento a los frigoríficos, congeladores y vinotecas, lavadoras y lavasecadoras, lavavajillas y pantallas electrónicas (incluidos monitores y televisiones) también aparecerá en la compra de productos por internet. Tendrá que hacerlo junto al precio del producto o, de forma alternativa, "la clase de eficiencia energética debe mostrarse en una flecha del color correspondiente con un enlace a la etiqueta energética del producto”, asegura la OCU.
Además, las nuevas etiquetas incorporarán un código QR exclusivo para que el consumidor pueda acceder a través de su smartphone a las características y datos específicos de cada modelo dentro de una nueva base de datos a escala europea.
Para la organización de consumidores este cambio añadirá facilidad al usuario a la hora de comprobar de un vistazo el consumo energético ya que, aseguran, “el dato aparecerá en el centro de la etiqueta”. Un extremo que han confirmado en 'La Hora de la 1' los propios vendedores. Donald, de Electrodomésticos Hermanos Pérez, asegura que "los parámetros antes eran anuales y ahora se hacen por ciclo de lavado algo que llevará al cliente a ser más consciente del gasto que va a hacer el aparato que está comprando".
Como ejemplo, ponemos el caso de las lavadoras. Según explica el fabricante Bosch, el nuevo etiquetado va a modificar principalmente el programa de prueba al que hacen referencia todos los valores que se muestran. Es decir, el gasto se calculará en base a cien ciclos de lavado en el programa más ecológico. Por lo que el consumo energético ponderado en KWh se hará en referencia a 100 ciclos de funcionamiento en el programa Eco a 40 o 60 grados. Las televisiones de alta definición, por su parte, mostrarán su consumo en modo HDR, utilizado para mejorar la calidad de imagen.
Estas nuevas etiquetas serán revisadas cuando el 30% de los productos en el mercado comunitario reciban la máxima clasificación, la A, o cuando la mitad de los productos estén en las franjas A y B.