EE.UU. pide a Riad desmantelar la unidad implicada en el asesinato de Khashoggi pero descarta sanciones
- La Administración de Biden se reserva el derecho a aplicar medidas contra bin Salman, pero no prevé sanciones
- Washington ha pedido a Riad "adoptar reformas institucionales sistémicas" y frenar la represión a la disidencia
El Gobierno estadounidense sigue bajo el ojo del huracán tras salir a la luz el informe elaborado por la CIA en el que se implicaba al príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salman, en el asesinato del periodista saudí Jamal Khashoggi. Este lunes Washington ha llamado a Riad a "desmantelar" la unidad de élite envuelta en la ejecución de Khashoggi en 2018.
También han exhortado a Arabia Saudí a "adoptar reformas institucionales sistémicas, así como mecanismos de control para que cesen totalmente las operaciones contra los disidentes", según ha afirmado el portavoz de la democracia estadounidense, Ned Price. La administración del presidente Joe Biden ha anunciado también que revisará la venta de armas "en base a los intereses y valores norteamericanos".
Sin embargo, Estados Unidos no está dispuesto a cortar toda relación con un socio tan valioso como es Arabia Saudí. También este lunes la portavoz del Gobierno, Jen Psaki, ha asegurado que la Administración se reserva "el derecho" a adoptar acciones contra bin Salman, aunque ha avanzado que no serán sanciones.
No habrá sanciones contra bin Salman
"Históricamente, EE.UU., a través de los presidentes demócratas y republicanos, no ha sancionado a líderes gubernamentales de países donde tenemos relaciones diplomáticas". Pese a estas declaraciones, en el pasado Washington sí que ha adoptado sanciones contra miembros del Gobierno libanés, vinculados al grupo chií Hizbolá, aliado a Irán, aunque Washington mantiene lazos diplomáticos con el Líbano.
El pasado viernes, Estados Unidos hizo público el informe de los servicios de Inteligencia señalaba que el príncipe heredero autorizó el asesinato de Khashoggi dentro del consulado saudí en Estambul en 2018. Unas acusaciones que, horas después, el Gobierno saudírechazó "categóricamente".
"Consideramos que el príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohamed bin Salman, aprobó una operación en Estambul, Turquía, para capturar o matar al periodista saudí Jamal Khashoggi", señalaba el informe.
Tras la difusión del documento, Washington impuso restricciones de visados a 76 responsables saudíes, que sospecha han estado involucrados en este caso o en "amenazas a disidentes en el extranjero", entre otras medidas. Hoy el Gobierno de Biden se ha negado a revelar la identidad de estas personas.
"Reajuste" en las relaciones bilaterales
El Gobierno del presidente de EE.UU., Joe Biden, anunció un "reajuste" en las relaciones con Arabia Saudí, y así lo ha reiterado este lunes Psaki. "El presidente ha dejado claro a su equipo, y en público, que la relación no va a parecerse a la del pasado", apuntó la portavoz, quien destacó que EE.UU. ha trasladado su preocupación por el respeto a los derechos humanos.
Sin embargo, agregó, "la diplomacia global requiere hacer que un país rinda cuentas cuando sea necesario, pero también actuar bajo el interés nacional de EE.UU. y eso es exactamente lo que el presidente está haciendo.