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La escalada violenta en Cataluña condiciona las negociaciones para formar un Govern

  • La CUP, llave para un Govern de ERC y Junts, es la única que no condena la violencia y exige revisar el modelo de los Mossos
  • ERC acepta la revisión pese al malestar del conseller del Interior y espera tener cerrados los acuerdos para el 12 de marzo

Por
Pere Aragonès
El candidato de ERC a presidir la Generalitat, Pere Aragonès.

El camino de ERC para formar un Govern en Cataluña está topando de lleno con los disturbios tras el encarcelamiento del rapero Pablo Hasel, que han subido este fin de semana un escalón en la violencia callejera. La CUP, formación a la que los republicanos quieren incorporar en el próximo Ejecutivo autonómico, es la única que no la condena y exige que la futura Generalitat revise el modelo del orden público y limite las funciones de las unidades antidisturbios. Los republicanos, por su parte, se han comprometido a hacer dicha revisión, aunque no han dado más detalles. Entretanto, se prevén intensas semanas de negociaciones antes de la conformación del nuevo Parlament el 12 de marzo.

El punto de inflexión en los disturbios tuvo lugar durante las protestas del sábado por la noche, en las que los violentos llegaron a quemar una furgoneta policial con un agente dentro frente a una comisaría de la Guardia Urbana en la Rambla de Barcelona.

ERC y Junts realizaron una condena explícita de la violencia y mostraron su apoyo a los Mossos d’Esquadra. También la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau (En Comú Podem) calificó de “inaceptable” el ataque a la Guardia Urbana. Pero la CUP, sin embargo, lo ha eludido y su candidata, Dolors Sabater, ha considerado “hipócrita” que se insista en condenar los hechos como si “fuera la solución”. Sí considera un “límite”, sin embargo, que durante las protestas puedan "poner en riesgo" alguna vida. Pero Arran -las juventudes de la CUP-, llegó a celebrar en Twitter el ataque al agente que iba dentro de la furgoneta e insistió en las protestas “hasta que caigan los responsables” del “malestar”.

ERC lleva semanas negociando bilateralmente con la CUP, al igual que con Junts y con los ‘comunes’, para formar un Govern con todos estos partidos. El pasado viernes, durante el tercer encuentro entre ambas formaciones, los dos grupos independentistas pusieron sobre la mesa un cambio en el modelo de los Mossos, incluyendo una moratoria en el uso de las balas de foam, aunque el conseller de Interior, Miquel Sàmper (JxCat), no participó en el encuentro.

Precisamente, Sàmper alertó este domingo de que la violencia en Cataluña estaba organizada y pidió que se dejara trabajar a los Mossos “en paz y tranquilidad” ante estos momentos de “dificultad extrema”. También subrayó que la disolución de la Brimo (unidad antidisturbios de los Mossos), como exige la CUP para formar parte del Govern, "no es negociable".

Entretanto, este lunes la Generalitat se ha reunido con el Ayuntamiento para abordar la escalada de violencia callejera, precisamente en la sede del Departamento de Interior, donde han asistido, además de Aragonès y Colau, el propio Sàmper, la consellera de la Presidencia y portavoz del Govern, Meritxell Budó, y el teniente de alcalde de Seguridad del ayuntamiento, Albert Batlle. Sàmper ha informado después de que los violentos pertenecen a grupos muy hetereogéneos, entre ellos, anarquistas italianos.

La CUP, dispuesta a presidir el Parlament y a entrar en el Govern

Los nueve diputados de los anticapitalistas son clave para que ERC y Junts sumen mayoría absoluta en el Parlament con un gobierno en el que podrían entrar, o no, los 'comunes' y la CUP. La formación que encabeza Dolors Sabater no solo se plantea dar un paso y formar parte del Govern, sino que se ha mostrado dispuesta, incluso, a reclamar la presidencia de la cámara catalana. Un hecho que desde Esquerra no descartan pero que genera malestar en Junts, que considera que este puesto le corresponde como segunda fuerza independentista tras las elecciones del 14F.

"Si llegamos a un acuerdo para que la Mesa -del Parlament- garantice que se pueda hablar de todo y que nos plantaremos cuando se restrinjan derechos de la ciudadanía, estaremos en disposición de asumir la máxima responsabilidad", dijo la semana pasada el diputado de la CUP Carles Riera en unas declaraciones a Rac1 sobre la posibilidad de presidir el Parlament. De hecho, admitió que están predispuestos a entrar en la Mesa para "desobedecer al Tribunal Constitucional si implica defender la soberanía del Parlament". Para ERC, que la presidencia de la cámara catalana recaiga en la CUP es una posibilidad. "Sería lógico que la presidencia del Parlament recayera en Junts, pero todavía no hemos hablado y es prematuro. Todo está ligado a las negociaciones", dijo por su parte la portavoz de ERC, Marta Vilalta.

Pere Aragonès (ERC) quiere presidir un Govern de corte claramente de izquierda, donde las propuestas de Junts puedan diluirse entre el corte progresista de su formación, de la CUP y, a ser posible, de los ‘comunes’, y es evidente que, a 11 días de la constitución del nuevo Parlament, la presión se intensifica. La intención de los republicanos es tener todos los acuerdos cerrados, precisamente, para el 12 de marzo, con lo que las negociaciones se prevén intensas en los próximos días.

Illa ve “inhabilitado” a quien no condene la violencia

Mientras, el ganador de las elecciones del 14F, Salvador Illa (PSC), sigue sin cosechar los apoyos necesarios para gobernar, especialmente después de que el único partido dispuesto a investirle ‘president’, los ‘comunes’, hayan decidido finalmente intentar un Govern de izquierdas con ERC, para el que necesitarían el apoyo externo de los socialistas.

Aún así, Illa aseguró este domingo que "quien no condene explícitamente la violencia y no dé apoyo sin fisuras a los Mossos y las fuerzas de seguridad está inhabilitado para gobernar" en Cataluña.

Y pese al viraje de En Comú Podem hacia ERC y la falta de apoyos, Illa insiste en presentarse a una investidura para formar un gobierno del PSC con los ‘comunes’: “Presidido por mí”.

Por su parte, los 'comunes' han instado este lunes al PSC e incluso al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a apoyar desde fuera un Govern entre ERC y el partido morado. "Somos conscientes de que Sánchez sabe que ésta es la única mayoría posible progresista y de izquierdas y es también consciente de que la mayoría progresista (en el Gobierno) y la mesa de diálogo se juegan en el próximo Govern de la Generalitat", ha sentenciado en rueda de prensa el portavoz de En Comú, Joan Mena.