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Silenciados

Los estragos del sida en República Centroafricana, el país con menor esperanza de vida del mundo

  • Menos de la mitad de personas con VIH reciben tratamiento en RCA
  • Se estima que unas 4.800 personas perdieron la vida en 2019 a causa del sida y unas 5.500 contraen el VIH cada año

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La doctora de MSF Gertude Komoyo examina la pierna de una paciente en el Centro Hospitalario Universitario Comunitario (CHUC) de Bangui
La doctora de MSF Gertude Komoyo examina la pierna de una paciente en el Centro Hospitalario Universitario Comunitario (CHUC) de Bangui

República Centroafricana (RCA) vive una situación crítica alimentada por la pobreza extrema y violencia generalizada, a lo que se une el VIH, considerado una de las principales causas de muerte en el país. La gran escasez de instalaciones y personal sanitario, así como las barreras para la detección temprana y la atención a pacientes con sida, dificultan aún más la situación en el país que a día de hoy cuenta con la menor esperanza de vida de todo el mundo.

Muchas personas tienen que hacer largos y peligrosos viajes para poder encontrar una clínica en la que poder hacerse una prueba diagnóstica o recibir tratamiento. Y muchas veces, cuando llegan al centro médico, solo encuentran estantes vacíos y falta de medios para ser atendidos, lo que les deja sin poder recibir el tratamiento que tanto necesitan.

Varios pacientes esperan a ser atendidos en el Centro Hospitalario Universitario Comunitario (CHUC) de Bangui

Varios pacientes esperan a ser atendidos en el Centro Hospitalario Universitario Comunitario (CHUC) de Bangui Adrienne Surprenant / MSF

"Muchos se hacen la prueba demasiado tarde. Y eso es, al menos en parte, porque en este país la prueba del VIH no es gratuita. Otras personas comienzan el tratamiento, pero pasado un tiempo dejan de tomar la medicación. Cuando eso ocurre, el virus comienza a multiplicarse en su cuerpo", señala la doctora de Médicos Sin Fronteras (MSF) Gertrude Komoyo.

En República Centroafricana, donde en 2019 alrededor de 4.800 personas fallecieron a causa del VIH y donde cada año se confirman 5.500 nuevos casos, menos de la mitad de las 110.000 personas que se estima que viven con VIH reciben tratamiento.

"La situación es aún más alarmante para los niños: menos de la cuarta parte de los menores de 15 años que son conscientes de portar el VIH se encuentra bajo tratamiento", afirma Laurent Lwindi Mukota, asesor médico de VIH de MSF en República Centroafricana.

MSF presta apoyo a pacientes con VIH avanzado

Anita, madre de seis hijos, no sospechaba que pudiera ser VIH positiva, a pesar de que llevaba sintiéndose mal desde hacía algún tiempo. "Enfermé hace algunas semanas y finalmente me trajeron al hospital. Hasta que llegué aquí no supe que lo tenía".

Anita es una de las pacientes con VIH avanzado atendidas por MSF, pero su testimonio bien podría ser el de muchas otras personas que se encuentra en una situación parecida a la que ella está viviendo. Cerca de dos de cada tres pacientes con sida en República Centroafricana son diagnosticados cuando el VIH se encuentra en estado muy avanzado y esto es algo que se debe a varios factores: la falta de pruebas gratuitas debido a la falta de fondos, la escasez de información y el estigma y el miedo que sigue causando esta enfermedad.

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"En los centros médicos, la mayoría debe pagar para hacerse una prueba del VIH y, posteriormente, tiene que costear de su bolsillo las pruebas adicionales antes de poder comenzar el tratamiento", indica Marie Charlotte Bantah Sana, directora del programa contra las enfermedades transmisibles del Ministerio de Salud y Población. "Como resultado, el 30% de todos los pacientes que son citados a una evaluación previa al comienzo de su tratamiento no regresa y por tanto no recibe la medicación que necesitarían", asevera.

MSF es la única organización que ofrece en Bangui, la capital del país, atención médica y apoyo psicológico gratuitos a pacientes en una etapa avanzada de la enfermedad y también a quienes están coinfectados con tuberculosis. Además de la capital, donde la prevalencia del VIH es el doble del promedio nacional, MSF también brinda tratamientos en otras localidades como Paoua, Carnot, Kabo y Batangafo.

Grupos de apoyo comunitarios para aumentar el acceso al tratamiento

Célestin tiene VIH, vive en la ciudad de Carnot y es uno de los hombres que participa en los "grupos comunitarios de antirretrovirales" creados por MSF para conseguir que un mayor número de personas pueda acceder al tratamiento en diferentes lugares de República Centroafricana.

"Comparten sus experiencias, te cuentan que hace mucho que tienen la enfermedad y que, con la medicación, no tienen problemas para poder hacer una vida normal. Escuchar esto, lógicamente nos subió la moral", comenta Célestin.

Los grupos de pacientes con VIH que se encuentran en una condición estable eligen a uno de sus integrantes para que recoja las dosis de medicamentos del resto de miembros del grupo para los siguientes meses. De esta forma se reducen los costes de transporte y el tiempo dedicado a consultas médicas, algo que resulta esencial en un país donde la mayoría de las personas no puede permitirse dejar de lado su medio de subsistencia ni tan siquiera por unas horas. También ayuda a los pacientes a autogestionarse, disminuye enormemente la tasa de abandonos del tratamiento y fomentan el compañerismo, algo fundamental para afrontar el estigma que siguen sufriendo las personas VIH positivas en la RCA.

MSF crea grupos de apoyo comunitarios para aumentar el acceso al tratamiento del VIH en RCA

Esta iniciativa, que al final acaban liderando desde la propia comunidad, ha demostrado ser aún más importante en tiempos de COVID-19, cuando se redujo drásticamente la posibilidad de acceder a las estructuras sanitarias, en particular debido a las medidas de prevención y control de infecciones necesarias para prevenir la propagación del virus. "También resulta de especial utilidad en zonas donde hay mucha población desplazada y donde la seguridad brilla por su ausencia, ya que al evitar desplazamientos reduces también los riesgos de ser atacado o de resultar herido", explican desde MSF.

"Todos los sábados, nos reunimos en la clínica. Son sesiones de educación terapéutica y apoyo psicológico, para que los pacientes estén tranquilos. Es importante sensibilizar a la gente que tiene VIH, explicarles que no deben tener miedo", explica Serge, quien también es VIH positivo.

Con el tratamiento adecuado, el VIH ya no es mortal

Odile Fédandaï participa en estos grupos de apoyo comunitarios y anima a que todo aquel que tenga sospechas de poder haber contraído el virus a que se haga prueba en los centros de MSF. "Si dais positivo y tomáis antirretrovirales, impediréis que el virus os haga daño. Podréis vivir tranquilamente aunque seáis VIH positivos", afirma.

MSF ha ayudado a establecer 276 grupos comunitarios de antirretrovirales en el país en los que, a finales de 2020, alrededor de 2.300 pacientes recibían tratamiento y se apoyaban los unos a los otros. En 2019, unas 6.600 personas con VIH recibieron tratamiento antirretroviral en los centros respaldados por la organización en el país, pero todavía queda mucho trabajo por delante para acabar con el estigma y para facilitar que el diagnóstico y el tratamiento sean accesibles y gratuito para todo el mundo.