Candela Peña: "Nunca he visto a un actor pedir que la actriz cobre lo mismo que él"
- La actriz, tres veces ganadora, aspira al Goya a la mejor actriz por La boda de Rosa
- Premios Goya 2021
Candela Peña resume su vida y su fama como si fuera un cuento. “¿Te cuento un secreto? Soy la hija de una mujer muy, muy tímida que tenía siete hermanos y seis hermanas. En la vida le mandaron mucho callar y su objetivo fue que nadie callase a su hija, o sea, yo. Nunca me sentó en la mesa de los pequeños ni me dijo: tú no hables”.
Objetivo cumplido. Nadie desprende más naturalidad y generosidad en cada entrevista y aparición pública que la actriz catalana. La nominación al Goya a la mejor actriz por La boda de Rosa es su octava candidatura, de las que ha ganado ya tres: Te doy mis ojos (2003), Princesas (2005) y Una pistola en cada mano (2012).
Especialmente recordado fue su discurso por esta última película, reclamando trabajo para mantener a su hijo. Suele crear tanto revuelo que el cuento ha dado un giro de guion. “Ahora mi madre si me pide que me calle. Me dice que me dan premios solo para que suba y diga tontadas. Me dice que doy muchos titulares”, confiesa.
En 2020 estrenó dos películas más (Salir del ropero y Black Beach) y rodó la segunda temporada de Hierro, estrenada recientemente. O, como ella define, “la primera serie de Movistar protagonizada por una mujer”.
“Son tantas las cosas que tenemos que cambiar, todo es lento. Ahora hay más series protagonizadas por mujeres, pero hay que dar otro pasito: que las mujeres protagonistas a partir de los 40 no nos escriban cabreadas, puteadas o enfermas”, reclama. “¿Tú me ves una tía vieja? Dentro del imaginario colectivo o del señor que escribe, dentro de su fantasía, no sé el tipo de mujer que escribirá, pero está bien escribir mujeres con alegría de vivir también”.
"En los 40 es cuando te enteras de qué va la vaina"
Sobre asaltar esa alegría trata precisamente La boda de Rosa. “En los 40 es cuando te enteras de qué va la vaina. Como mis 20 fueron un mojón, y los 30 no los viví bien, en los 40 es cuando mejor me veo: esto es lo que hay y tengo que sacar partido, no voy a entrar en guerra con la persona que soy”.
Aunque asegura que hay una distorsión entre su imagen pública y privada. “Leo que soy fuerte y no soy fuerte. Las etiquetas las vais a seguir usando. Nunca leo que Javier Bardem ‘está en la mediana edad’. Pero tampoco lo oyes de mujeres que están incuestionablemente lozanas: nadie se plantea la edad de J-Lo o Penélope Cruz porque siguen siendo hermosas”, analiza. “Aquí todos tenemos responsabilidades y las mujeres periodistas, más. Me gustaría que se valorase más el talento y el esfuerzo, que una niña de un entorno rural lea una entrevista y diga: podré tener mi espacio por mi esfuerzo y porque soy una pera limonera”.
Aunque no se considera favorita al Goya, reconoce que si le ponen un micrófono delante no podrá contenerse. “No soy muy bienquedista y debería ser más diplomática para muchas cosas, pero este momento vital nos invita a ser sinceros”, opina. “Hasta en mi profesión, que son todos muy de izquierdas, muy liberales, muy majos y todos apoyan a Aminatou en el aeropuerto, nunca he visto a un actor decir que pongan el nombre de la actriz delante o que cobre lo mismo que él o no hace la película”.
Además de La boda de Rosa, Candela Peña toca tangencialmente el éxito de Sentimental, otra de las nominadas a mejor película. La actriz fue protagonista de la obra teatral que su autor, Cesc Gay, ha llevado al cine. Dos comedias en el quinteto final. “Soy una amante de la comedia y me hace mucha ilusión que se valore el trabajo de los cómicos y tengamos más espacio para reír, porque es la última salida”.
Su ilusión ahora es Puerto y Camino, una serie de la que ha escrito directamente ocho capítulos. “Me han dicho que era mejor haber escrito uno y dejar que la plataforma desarrolle el resto, pero tiene que salir sí o sí.