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Navarra, tierra de órganos

  • En estos momentos hay más de 300 órganos repartidos por la Comunidad Foral
  • Uno de estos órganos fue donado por la Reina de Inglaterra a la iglesia del Salvador de Pamplona

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Sólo quedan en la Comunidad Foral tres organistas profesionales y más de 300 órganos

La mayoría de estos órganos se encuentran diseminados por las iglesias de la Comunidad Foral.  Muchos de estos templos religiosos van cerrando sus puertas,y la profesión de organista ve limitadas sus posibilidades.Se corre el riesgo, no sólo de que desaparezcan los organistas, sino que muchos de estos instrumentos musicales acaban inservibles por la falta de una conservación adecuada. Un trabajo que exige, a veces, un importante desembolso económico que nadie está dispuesto a hacer.

Órgano de la Iglesia del Salvador

Por eso hay que aprovechar las auténticas joyas musicales que todavía están en condiciones. Una de las más peculiares se encuentra en la iglesia del Salvador, en el barrio pamplonés de la Rochapea.  Construido con piezas de madera de caoba y de ébano, destaca también por su impresionante calidad de sonido. Lleva ocho años en esta parroquia a la que le fue cedido por una iglesia anglicana. Los responsables de St Judes de Plymouth lo ofrecían a través de internet, ya que el edificio de esta iglesia se iba a reconvertir en un centro social. El maestro de capilla del Salvador respondió con un email y con pocas esperanzas de conseguirlo, al pensar que tendría un precio muy elevado. Le respondieron que no querían dinero sino buscar una nueva casa a su órgano. Después de superar todo el proceso administrativo, llegó a Pamplona el que es probablemente el órgano de estas características más grande de la península ibérica. Entonces algunos medios de comunicación locales recibieron la noticia con titulares que decían : “Su Graciosa Majestad la Reina de Inglaterra dona un valioso órgano a la iglesia del Salvador de Pamplona”.  Fue construido en 1878 y reformado en 1920. Consta de tres teclados, aunque en estos momentos falta uno de ellos, ya que la iglesia no tiene fondos para completarlo.

Aun así, Raúl del Toro lo toca todos los domingos en misa de 12.  Es un organista vocacional, que además difunde sus conocimientos en diversos medios de comunicación, entre ellos en RNE.

Es uno de los tres organistas profesionales que quedan en Navarra, y que , de una un otra forma, pueden vivir de este oficio.

Echechipía y el órgano de los Dominicos

Otros de ellos es José Luis Echechipía. Toca el órgano de la iglesia de los Dominicos, también en Pamplona.  La caja de este instrumento es una impresionante pieza de ingeniería barroca del siglo XVIII. Encaja perfectamente en la grandeza de esta iglesia conventual del siglo XVI, situada en el centro de la capital navarra.

Después de muchos años de decadencia, en 1991 se reconstruyó para darle su presencia actual. En el resultado destaca su excelente composición sonora, que cuenta con una gran amplitud, variedad y calidad musical. En la actualidad se le considera como uno de los instrumentos indispensables de Pamplona a la hora de hablar de su patrimonio musical.

Al igual que Raúl del Toro, José Luís Echechipía es un organista de prestigio, reconocido con numerosos e importantes premios y que combina su profesión con la labor divulgativa a través de numerosos medios de comunicación y redes sociales.

Pueden caer en el olvido

Pero estos ejemplos que acabamos de conocer no esconden otra realidad, la de que muchos de estos órganos se encuentran en iglesias ya sin uso y con el riesgo de perderse en un futuro más o menos cercano. Por eso se hace un llamamiento para preservar estos instrumentos y permitir mantener un elemento esencial en la cultura y el patrimonio de Navarra.  Y quizás así también haya un espacio para que los organistas no tengan que emigrar para poder ganarse la vida.