Ángela Molina emociona con su Goya de Honor: "Quizás la vida se parezca al cine, no se disfruta sin los demás"
- La actriz ha recordado a sus padres y ha dedicado el premio a su familia: "El cine ha marcado el calendario de mi vida"
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En mitad de un espectáculo flamenco dibujado entre sombras y abanicos, ha aparecido la figura de Ángela Molina como una más en esa exhibición de talento. El director Jaime Chavarri, uno de las figuras claves de su carrera, ha sido el encargado de hacerle entrega del premio de honor a la actriz madrileña en estos premios Goya 2021.
“Sigues iluminando el cine español con tu arte y tu belleza”, ha comenzado el cineasta antes de dar paso a algunos de los momentos más reseñables de la intérprete en la pantalla grande.
Agradecimiento a los compañeros de la industria
La actriz, hija del legendario Antonio Molina, conmovida por el premio y con la autenticidad que siempre la ha acompañado, ha asegurado que recibe el galardón con alegría y serenidad: "Con la paz que me otorga comprender que solo será mío si lo es también de todas las personas con las que he trabajado, los seres humanos de todos los oficios del cine que me han acompañado y a veces sostenido", ha subrayado.
“Solo será mío si lo es también de todas las personas con las que he trabajado“
Con un mensaje repleto de emoción, la misma que había manifestado instantes antes de la gala, y que no ha disimulado en estos días, la intérprete ha querido agradecer el galardón a los compañeros y al cine que "ha marcado el calendario de mi vida, ha sido horizonte y a la vez ha sido camino", ha manifestado para, a continuación recordar también el importante papel que ha jugado en su vida la familia.
Reconocimiento a la saga familiar
"Hace ya algún tiempo, mucho para los calendarios y ninguno para el corazón, mi padre cantó en este teatro", ha proseguido para rescatar el recuerdo de sus progenitores, de Málaga (tierra paterna) y la importante influencia que han tenido para su trayectoria. "Cuando hablo de mis padres me invade una ola de amor. Gracias padre por mi madre y gracias madre por mi padre".
La actriz de películas como La mitad del cielo o Las cosas del querer, cintas que le valieron dos de las cinco nominaciones al premio que hoy ha recogido con carácter honorífico, también ha recordado la crudeza con la que la crisis sanitaria ha golpeado al sector cinematográfico:"Tenemos que improvisar puentes que ninguna pandemia pueda arrebatarnos", ha aseverado. No ha sido el único guiño a la necesidad de volver a ser los que éramos antes de la llega del coronavirus, ya que su discurso, pleno de sensibilidad, ha encontrado uno de esos finales redondos que deja una viva muestra de genialidad y en el aire el peso de una reflexión duradera:"Quizás, tal vez, la vida se parezca al cine, no se disfruta sin los demás", ha concluido.
Una carrera repleta de éxitos a la que le faltaba el Goya
Multipremiada, polifacética y musa de directores como Luis Buñuel, Pedro Almodóvar o el propio Jaime Chavarri, antes citado, Ángela Molina es, por mérito propio, una de las grandes actrices de nuestro cine. Dueña de una carrera que comienza con 19 años con el filme No matarás (1974), su talento pronto le llevó a trabajar con algunos de los nombres imprescindibles de la gran pantalla.
Hija y madre de artistas a los que este sábado ha dedicado gran parte del discurso, el Goya era uno de los pocos premios que se le resistía tras haber logrado otros tan prestigiosos dentro y fuera de España como el David de Donatello. El 'cabezón' le fue esquivo con las ya mencionadas La mitad del cielo (1986) y Las cosas del querer (1989), tampoco lo logró un año antes con Luces y sombras (1988), Carne trémula (1997) o, más recientemente, con Blancanieves (2012).
Habrá quien piense que la presea de esta edición era un puro acto de justicia, no obstante, la Academia de Cine ha premiado a Molina con un galardón que, a tenor de sus palabras, no supone un punto y final a la carrera, sino un 'hasta pronto', que permite que sigamos soñando con su innegable valía.