Jacinda Ardern, una primera ministra popular y ejemplo de gestión
- La primera ministra de Nueva Zelanda asumió el cargo con 37 años y es una abanderada de la lucha feminista
- Durante su mandado ha sido reconocida por su gestión de los ataques terroristas y de la pandemia
Jacinda Ardern, de 40 años, es la primera ministra de Nueva Zelanda. Asumió el cargo en 2017, convirtiéndose en la mujer más joven en liderar un Estado con 37 años. Se unió al Partido Laborista neozelandés cuando tenía tan solo 17 años y ha mantenido desde entonces su compromiso con la igualdad.
Se describe a sí misma como feminista. Fue la segunda mujer en dar a luz mientras estaba en el cargo y por llevar en 2018 a su hija de tres meses a la Asamblea General de la ONU. En la Asamblea, la primera ministra neozelandesa fue aplaudida tanto por llevar a su bebé como por el discurso que pronunció, en el que pidió que el movimiento #MeToo (#YoTambién, en español), que dio visibilidad a la lucha contra el abuso y acoso sexual, pasara a llamarse #WeToo (#NosotrasTambién) para garantizar que la igualdad de mujeres y niñas se convirtiera en un movimiento global.
Ardern ganó en octubre las elecciones generales celebradas en su país con mayoría absoluta y para mostrar su compromiso con la diversidad, nombró por primera vez en la historia del país a una mujer indígena como ministra de Asuntos Exteriores: Nanai Mahuta. En Nueva Zelanda, casi la mitad de legisladores son mujeres y en torno al 10% de parlamentarios son personas que forman parte de la comunidad LGBTQ.
Además de luchar por la igualdad de género, durante su mandato ha logrado que el país se convirtiera en el que mejor respuesta ha dado a la pandemia. Ardern puso en marcha políticas para contener la COVID-19 de forma certera y veloz. Decidió cerrar las fronteras y obligar a realizar una cuarentena de cuatro semanas cuando el país todavía no había registrado ninguna muerte, algo que los expertos afirman que fue clave. En abril también anunció que tanto ella como sus ministros se reducirían los sueldos hasta un 20% durante medio año para solidarizarse con los trabajadores que perdieron sus ingresos durante la pandemia.
Tras el atentado en dos mezquitas en Christchurch –en el que murieron 51 personas-, Ardern aprobó en tiempo récord una ley para prohibir la mayoría de armas automáticas y semiautomáticas en el país. Asimismo, mostró respeto y compasión por los familiares de las víctimas del ataque y supervivientes, la mayoría de ellos musulmanes, vistiendo un hiyab y negándose a mencionar el nombre del atacante para no darle notoriedad.