Una protesta contra la violencia policial acaba en una batalla campal en Atenas
- Varias personas han resultado heridas, entre ellas un agente
- La Policía ha respondido con gases lacrimógenos y cañones de agua
Una protesta multitudinaria contra la violencia policial en la capital de Grecia, Atenas, ha derivado este martes en una batalla campal entre fuerzas de seguridad y manifestantes, en la que varias personas han resultado heridas, entre ellas un agente.
Más de 5.000 personas han marchado hasta la comisaría de la Policía del suburbio de Nea Smyrni, para denunciar las múltiples agresiones policiales vividas en los últimos días. Para dispersar al grupo de manifestantes, la Policía ha lanzado gases lacrimógenos, granadas aturdidoras y cañones de agua.
Los incidentes en el suburbio comenzaron este domingo después de que varios agentes multaran sin motivo a dos familias con niños que paseaban, acusándoles de violar las medidas de confinamiento contra la COVID-19, a pesar de que enviaron el mensaje de texto obligatorio para avisar del desplazamiento.
Pancartas con la frase "me duele"
Los manifestantes llevaban pancartas con la frase "me duele", el grito que lanzó repetidamente un joven el pasado domingo mientras era agredido por un agente, algo que ha indignado al país. La manifestación ha comenzado pacíficamente, pero ha acabado en violencia por ambas partes después de que algunos manifestantes quemaran contenedores y lanzaran cócteles molotov contra la comisaría.
La Policía ha contestado con gases lacrimógenos, granadas aturdidoras y cañones de agua y de momento ha detenido a 10 personas. Según los medios locales, un agente de Policía ha resultado gravemente herido después de ser golpeado en reiteradas ocasiones al encontrarse solo. La ambulancia que ha acudido a socorrerle ha tardado más de 20 minutos en llegar. Algunos medios también afirman que hay un fotoperiodista herido y tres policías heridos leves.
La tensión y los actos de violencia han ido aumentando desde el pasado viernes, cuando la Policía dispersó con cañones de agua y granadas aturdidoras en el centro de la capital a unas 300 personas que preparaban una manifestación en apoyo a Dimitris Kufondinas, uno de los líderes del grupo terrorista desaparecido 17 de Noviembre, quien está en huelga de hambre y cuyo estado de salud es muy delicado.
Condena del primer ministro
"La vida del joven policía que estuvo en peligro debe ser una llamada de atención. En este momento, el control y la compostura de todos deben prevalecer. Me dirijo especialmente a nuestros jóvenes, que están destinados a crear, no a destruir. La rabia ciega no lleva a ninguna parte", ha reaccionado el primer ministro, Kyriakos Mitsotakis, y ha asegurado que no permitirá que prevalezca la división.
Mitsotakis ha discutido este martes la situación con el profesor de Derecho Constitucional Nikos Alivizatos, quien hace más de un año abandonó la presidencia de una comisión para investigar la violencia policial, porque, como reveló ayer, había "falta de interés en el Gobierno por responsabilizar a los culpables".
El Gobierno promete una investigación interna
El ministro de Protección Ciudadana, Mijalis Jrisojoidis, condenó la "violencia injustificada" y prometió una investigación interna, pero un nuevo incidente que fue grabado en Atenas este lunes ha alimentado la indignación ciudadana.
En el vídeo se ve cómo varios agentes en moto persiguen a jóvenes que protestaban por lo ocurrido en Nea Smyrni y se paran para destrozar el faro de un coche aparcado sin motivo aparente, aunque muchos creen que lo hicieron para culpar después de destrozos a los manifestantes.
La Fiscalía de Atenas ha abierto una investigación sobre la violencia policial y ha generado críticas por parte de la oposición. El primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, debe responder este viernes a una interpelación parlamentaria al respecto del principal líder opositor, Alexis Tsipras.
Los incidentes de Nea Smyrni el domingo comenzaron cuando varios agentes multaron sin motivo a dos familias con niños que paseaban acusándoles de violar con ello las medidas de confinamiento contra la covid-19, a pesar de que llevaban mascarilla y habían enviado el mensaje de texto obligatorio para avisar del desplazamiento.
Algunos vecinos que vieron lo que estaba ocurriendo protestaron y los agentes les agredieron con porras. Uno de los vídeos tomados por personas que presenciaron el ataque muestra a un agente utilizando una porra plegable metálica, prohibida en Grecia, según confirmó un representante sindical de la Policía a la televisión privada MEGA, que definió el suceso de "una vergüenza para toda la Policía".