El abismo canario: del boom turístico a las colas del hambre
- Canarias es la segunda comunidad con la tasa de paro más más alta: un 25%
- El turismo corresponde a un tercio del PIB de las islas
Son muchos los que a estas alturas del año escuchaban a bordo de un avión eso de: “Bienvenidos a Canarias”. Eso era antes. Las islas deberían estar en plena temporada pero ya no hay turistas, hay paro. En concreto, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), el segundo mayor de toda España por detrás Ceuta. Canarias supera la tasa del 25% de desempleo, 9 puntos por encima de la media nacional. En ‘La Hora de la 1’ sí hemos cogido un vuelo para hablar con aquellos que padecen y ayudan a parchear esta situación: los vecinos de los barrios más pobres.
Hace un año que comenzó el precipicio
“La vida cambió en marzo cuando la gente tenía un sueldo y lo perdió todo. Yo soy empresario y estoy puesto a la cola para poder comer”, comenta uno de los asiduos a un reparto solidario de alimentación en Tenerife. Cada día, junto a él, otras 700 personas se dan cita en la puerta de la Asociación Vecinal García Escámez. El portavoz, Mario Infante, asegura que la pobreza en la zona “ha aumentado en un 70% y la cola no para de crecer". Según sus cálculos se ha triplicado en los últimos 365 días. Jorge, un dj y productor musical de la zona, así lo asegura también: “Cada vez hay más gente. Yo ya estoy en cero total. Este mes es el primero que le he tenido que decir al dueño de la casa que no le puedo pagar”.
“Yo ya estoy en cero total. Este mes es el primero que le he tenido que decir al dueño de la casa que no le puedo pagar“
Además de con el hambre, en estas situaciones hay que cargar con la vergüenza. Así lo confiesa otra ciudadana: “vienes con ella, pero no puedo hacer otra cosa ya que tengo que darle de comer a mis hijos”.
Al otro lado -o más bien, junto a ellos- está África, de 85 años. Ella es la encargada de la oenegé que reparte más de 8000 kg de comida a la semana gracias a la ayuda de otros treinta voluntarios. “Nos dan de todo. Esto ha sido un caos para todo el mundo. Por ejemplo, los huevos vienen de una fábrica que repartía a los hoteles”, explica.
Se repite lo que pasó en la crisis
Un tercio del Producto Interior Bruto (PIB) de Canarias depende del sector del turismo. De cada 100 hogares canarios, 15 tienen ahora mismo todos sus miembros parados y, quienes siguen aguantando en sus puestos de trabajo lo hacen con sueldos bajos.
Para el Catedrático de Economía de la Universidad de La Laguna, Gustavo Marrero, la respuesta a lo que está ocurriendo es clara: “Muchas familias están en el borde porque los ratios de endeudamiento de Canarias son bastante altos y los niveles de renta son muy bajos. Hay un porcentaje muy elevado de personas con rentas por debajo de los 10.000 euros”. Esto hace, dice el experto, que “cualquier crisis o problema nos haga tener que recurrir a un soporte familiar, a pedir ayudas".
Es el caso también de Mari que reconoce que no cobra nada y que tanto ella como sus dos hijos están desempleados: “Si no fuera por asociaciones como estas habría que robar para comer. Te lo digo en serio”, comenta agradecida.
Para Antonio Rico, presidente de Cruz Roja Canarias, la traducción de la falta de turistas “que, desgraciadamente es uno de los monocultivos de la sociedad canaria” es que el número de personas atendidas ha aumentado el 100%. Según el último informe de la Fundación Foessa, se trata, efectivamente, de una sociedad bastante vulnerable con un índice de pobreza que ronda el 29% que la hace muy frágil. “Las rentas se derivan de trabajos que tienen un niveles de cualificación medio bajo o bajo: empleos de servicios, administrativos, hostelería, y menos empleos de tipo industrial que es la parte que ha aguantado el Norte de España”, apunta Marrero.
La solidaridad popular contiene los problemas sociales
Natalia es la segunda vez que acude a la ONG Sonrisas Canarias. Tiene 23 años y son seis ahora mismo en su casa. Más otro que viene en camino. Ella y su pareja están en ERTE pero solo reciben 300 euros. Lo mismo lo pasa a otro señor que acude a recoger alimentos: “vivimos seis personas en casa. Solo trabajo yo y mi mujer está en ERTE y hay un problema con el SEPE y no va a cobrar este mes tampoco. Antes entraban como unos dos mil y algo euros mensuales. Ahora solo los mil y algo míos. Nada más ”.
Sus relatos los conoce bien Luis Febles, el presidente de esta organización canaria que asegura que, aunque lleva dos décadas al frente de la oenegé, solo ha visto esto en dos ocasiones: en 2008 y ahora.
¿Qué hay detrás de las colas del hambre?
Cada jueves Febles abre las puertas y agradece a aquellos que les han donado alimentos pues se han visto desborados por tanta necesidad. “Hemos tenido que (..) “robar” por todos lados, pedir ayuda, pedir auxilio a empresas anónimas, al club de fútbol incluso para que nos ayudaran para poder tener productos suficientes”, asegura. Solo en 2020 han conocido a “750 casos de socorro, de auxilio, de personas que se vieron abocadas al paro. Caen y no tienen con que alimentarse y con niños pequeños”, explica a ‘La Hora de la 1’.
Al menos se cuenta con el apoyo mutuo, dice el profesor de Sociología de la Universidad de La Laguna, Leopoldo Cabrera: “La solidaridad familiar es lo que está haciendo en cierta medida que los problemas sociales todavía no se hayan disparado”.