Las Cruces de El Hierro, Bien de Interés Cultural
- El Cabildo herreño quiere conservar una costumbre que se va perdiendo
- El origen de esta tradición se remonta a los judios que poblaron la isla en el siglo XV
La costumbre de honrar a los muertos colocando cruces en un lugar visible de la casa donde vivían se mantiene en El Hierro como en pocos lugares. Pero tiende a desaparecer. Por eso el Cabildo ha comenzado los trámites para convertir esta manifestación en Bien de nterés Cultural.
Los antiguos rituales de la muerte siguen presentes en la vida de los herreños. Y descansaderos camino al cementerio salpican todavía hoy la geografía insular. Como las cruces en las fachadas de las casas antiguas. Unas modestas, de madera, otras más opulentas, pero todas señalaban el respeto al fallecido.
Las rehabilitaciones de viviendas antiguas ya no contemplan mantener esta seña cultural y en las nuevas construcciones no se justifican. Por eso tienden a la desaparición. Eso ha hecho que el Cabildo de El Hierro busque protegerlas.
Las Cruces, una costumbre que se remonta a los siglos XV y XVI
Desde la insttitución insular señalan que trabajan en mantener tradiciones y ritos autóctonos, sobre todo esos antiguos que están pendientes de perderse. Por eso han abogado por hacer este BIC, crearlo y promoverlo a través del Gobierno de Canarias.
Fema mantiene en su vivienda las cruces en memoria de los abuelos de su marido, pero ya muy pocas casas habitadas lo hacen. Una costumbre que se remonta a los siglos XV y XVI cuando llegaron los judíos a la isla y se veían obligados a reafirmarse en la fe católica.
Los judíos eran perseguidos por la Inquisición y con esta manifestación trataban poco a poco de ir apartándose de sus propios sentimientos originales para ir adaptándose a las nuevas circustancias en las que tenían que vivir en una isla, donde los judíos no tenían posibilidades.
Un origen que acabó transformándose en lo que es hoy: un recurso para mantener nítido el recuerdo de los muertos.