Lula de Silva asegura que ha sido víctima de "la mayor mentira jurídica en 500 años"

• El expresidente brasileño "estaba seguro de que la verdad vencería"
• Un juez del Supremo anuló sus condenas de prisión, permitiendo que vuelva a presentarse a unas elecciones

Lula reaparece defendiendo su inocencia y criticando a Bolsonaro

El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva ha asegurado este miércoles que ha sido víctima de "la mayor mentira jurídica en 500 años", durante sus primeras declaraciones después de que un juez del Tribunal Supremo de Brasil anulara sus condenas de prisión.

Lula da Silva ha señalado ante los medios de comunicación que "estaba seguro de que la verdad vencería y ese día llegó". Se trata del primer pronunciamiento del exmandatario desde la anulación de sus condenas y la primera desde que comenzó la pandemia de la COVID-19.

El juez del Tribunal Supremo Edson Fachin anuló este lunes todas las condenas contra el expresidente brasileño por supuesta corrupción en el ámbito de la operación Lava Jato, permitiendo que recuperara sus derechos políticos. Lula da Silva ahora podría volver a ser candidato en unas elecciones presidenciales, previstas para 2022.

Lula no guarda rencor a nadie

El expresidente ha afirmado que la "presión" judicial en su contra aceleró el accidente cardiovascular que terminó causando la muerte de su esposa Marisa Letícia Rocco, aunque ha subrayado que no guarda rencor a nadie. También ha recordado que mientras estuvo en prisión, las autoridades no le permitieron acudir al entierro de su hermano Genival Inácio da Silva.

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"Si hay un brasileño que tiene razones y muchos y profundos rencores soy yo, pero no tengo, porque el sufrimiento que está pasando el pueblo brasileño, las personas pobres en este país, es infinitamente mayor que cualquier crimen que cometieron contra mí", ha manifestado Lula. "No hay mayor dolor que levantarse cada mañana y no tener un café, un panecillo para el desayuno", ha añadido.

Anulación de las condenas

El juez Edson Fachin decidió anular cuatro procesos contra Lula: en dos de ellos el expresidente fue condenado a penas que sumaban 26 años de cárcel por delitos de corrupción y por las que ha llegado a pasar 580 días en la cárcel, aunque fue liberado después de que el Supremo alterara su jurisprudencia y decidiera que una persona solo puede entrar en prisión cuando ya no tenga apelaciones disponibles, que no era el caso del exmandatario.

Fachin basó su decisión en que el expresidente fue juzgado por un tribunal de primera instancia de Curitiba, a cargo del juez Sergio MOro, quien según el juez no contaba con la "competencia jurídica" requerida para analizar los casos, que a partir de ahora se quedarán en manos de la Justicia federal de Brasilia.

La anulación de las condenas de prisión contra Lula significa que recupera sus derechos políticos, que perdió en 2018 después de confirmarse en segunda instancia una de las condenas que fueron anuladas este lunes. En este sentido, el exmandatario podría volver a presentarse como candidato en unas elecciones presidenciales, previstas en el país para 2022.

El expresidente pide no seguir "ninguna decisión imbécil" de Bolsonaro

En su primera comparecencia pública tras la decisión del juez del Supremo, Lula ha pedido a los brasileños que no sigan "ninguna decisión imbécil" del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, sobre la pandemia. "¡Tomen la vacuna!", ha manifestado el exmandatario, quien ha asegurado que "si Dios quiere" recibirá la vacuna contra la COVID-19 la semana que viene.

Lula también ha indicado que no le importará de qué país venga la dosis, en alusión a las críticas que vertió Bolsonaro contra algunas vacunas, en especial aquellas que provienen de China. Además ha cargado contra el Gobierno del presidente, quien asegura que "no fue nada en su vida" y que el coronavirus "está tomando cuenta de este país", en el que han muerto cerca de 270.000 personas y se han registrado más de 11,1 millones de casos.

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El exmandatario ha denunciado además que Bolsonaro está más preocupado de que "el pueblo tenga más armas".  "Este pueblo no está precisando de armas, está precisando de empleo, salario, de libros", ha añadido.