La nueva cara de la pobreza en Cantabria
Cáritas atendió a más de 9000 personas entre marzo y abril de 2020
Gran parte fueron personas “normalizadas”, que acababan de perder su empleo a causa del confinamiento
Durante los meses de marzo y abril, Cáritas Diocesana de Santander respondió a muchas más peticiones de ayuda de las que venían siendo habituales. Además de atender los casos de pobreza crónica, la institución volvió a prestar ayuda a aquellos que habían sido atendidos durante la anterior crisis económica y ya estaban mejorando su situación. La pandemia volvió a colocarlos en situación de fragilidad, y a ellos se sumaron varios miles de personas que perdieron su empleo y en un primer momento no tenían acceso a ninguna otra ayuda. Los casos nuevos ascendieron a 9.000, y el desembolso económico, a 185.000 euros. Como ha indicado la directora de Cáritas Diocesana de Santander, Sonsoles López, la mayor parte de esa cifra pudo cubrirse con las aportaciones y donaciones privadas, ya que la institución solo recibe de subvenciones públicas el 17 % de su presupuesto.
A falta de conocer los datos completos del pasado año, que se presentarán próximamente a través de la memoria anual, las responsables de Cáritas han avanzado que los donativos recibidos aumentaron en un 43 por ciento, siendo significativos los meses de abril y mayo, cuando recibieron más del doble que el año anterior, y noviembre y diciembre. Con estas aportaciones, las personas beneficiadas de las ayudas de Cáritas aumentaron de mayo a septiembre, especialmente durante el mes de agosto de 2020, que registró un 17 por ciento más que en 2019.
Más voluntarios también
Igualmente, en el último año también se incrementó el voluntariado con 34 altas nuevas, pasando de 477 a finales de 2019 a 511 al cierre de 2020. Por todo ello, Cáritas Diocesana agradece el comportamiento de los cántabros y destaca su generosidad al volcarse durante la pandemia con las necesidades de los que más han sufrido sus consecuencias.
Sonsoles López también ha advertido que la pobreza en Cantabria, que ya ha aumentado desde el inicio de la pandemia, va a empeorar aún más, ya que en la actualidad la situación está contenida por los Expedientes Temporales de Regulación de Empleo. También considera que la situación de las personas que están en situación irregular sobrevenida se agravará a lo largo de este año. Por eso, Cáritas continuará desarrollando su campaña 'Cada gesto cuenta', cuyo objetivo es servir de barrera para evitar la exclusión social.
“La brecha digital existente entre los niños y jóvenes de la región es origen de desigualdad“
En la presentación de estos datos, Sonsoles López ha estado acompañada por la coordinadoras del área de Acogida y Acompañamiento, Lara Mazorra, y por la responsable del equipo de Cáritas Parroquial de Santa Cruz de Bezana, Consuelo Gómez. Mazorra se ha referido al perfil de las personas que acudieron a Cáritas durante el confinamiento, muchas con un trabajo precario, que las ha llevado a caer en la exclusión. Además, ha subrayado que la brecha digital existente entre los niños y jóvenes de la región es origen de desigualdad, y afecta a más del 90 por ciento de los menores que atienden, que no cuentan con dispositivos tecnológicos para seguir clases online, poniendo en peligro su derecho a la educación. También ha señalado la difícil situación de la mujer, y es que las mujeres que acuden a Cáritas son más del doble que los hombres.