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Coronavirus

Más estrés, angustia y temor: así es la nueva realidad de los enfermeros en pandemia

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El estrés, la angustia o el temor se han convertido en cargas habituales para los enfermeros durante la crisis sanitaria.
El estrés, la angustia o el temor se han convertido en cargas habituales para los enfermeros durante la crisis sanitaria.

La sobrecarga y tensión laboral vivida por enfermeros y enfermeras durante la crisis sanitaria de la COVID-19 ha implicado un empeoramiento notable en la salud de estos profesionales tanto a nivel físico como psicológico. Esta es una de las primeras lecturas de la macroencuesta realizada por el Sindicato de Enfermería (SATSE) tras recabar datos de casi 12.000 trabajadores del sector en todas las autonomías. El estudio destaca que casi 9 de cada de 10 enfermeros se encuentran fuertemente estresados, mientras que 7 de cada 10 sufre el conocido como 'síndrome del profesional quemado'. Una situación que se suma al temor, ansiedad o angustia que dice sufrir la práctica totalidad de estos profesionales, según el dosier.

La 'nueva normalidad' de los enfermeros en España

Con las cifras que arroja el informe, SATSE denuncia que "se evidencia de forma clara y rotunda que la falta de protección, medios y profesionales ha perjudicado al conjunto de estos profesionales que se han dedicado desde el inicio de la pandemia a cuidar y atender a millones de personas", indica el sindicato.

La falta de protección, medios y profesionales ha perjudicado al conjunto de estos profesionales

Lo cierto que, tal y como resalta el estudio, en los últimos meses ha crecido en el sector la sensación de estar 'quemado' con el desempeño laboral. Lo ha hecho marcando un repunte de 13 puntos respecto a estudios anteriores pasando de un 56 % al 69 % actual. El estrés, por su parte, ha dejado otro fuerte incremento (10 puntos) dejando al 88 % afectado por este estado. Un porcentaje idéntico al de los trabajadores y trabajadoras que asegura padecer un importante sentimiento de agotamiento emocional.

Las otras secuelas laborales de la COVID-19: nerviosismo, ansiedad o irritabilidad

La encuesta de la que se han conocido este lunes las primeras conclusiones, también se interesa por los principales síntomas a los que enfermeros y enfermeras dicen hacer frente en lo físico (tensión muscular, alteraciones del apetito o del sueño y problemas sexuales) como psicológico (nerviosismo, ansiedad, irritabilidad o dificultad en la concentración).

De este modo, el 92 % de los profesionales declaran tener alteraciones del sueño, un 83 % alteraciones del apetito y más del 57 % problemas sexuales a los que habría que añadir la disminución de memoria en casi un 80 % y la dificultad para concentrarse que afecta a cerca del 88 %.

Ante esta situación, SATSE afirma que la pandemia ha pasado una "clara factura a la salud física, psicológica y emocional de las enfermeras y enfermeros" ante, lo que consideran, la inacción de las administraciones: "Por el momento, las distintas administraciones competentes no han avanzado en su compromiso reiterado de mejorar sus condiciones laborales y profesionales para que puedan atender y cuidar a los demás en entornos laborales saludables”, aseguran.

Por todo ello, instan al Gobierno estatal y a los distintos ejecutivos regionales "a tomar medidas estructurales y medios" que reviertan un escenario que, alertan, no debe prolongarse "ni un minuto más".