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Oscar 2021

'El agente topo', el artefacto cinematográfico sobre la soledad de los ancianos que aspira al Oscar

  • Se estrena la película de Maite Alberdi nominada al Oscar al mejor documental
  • RTVE.es entrevista a la directora: "Nunca nos preguntamos qué viejo queremos ser"

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'El agente topo', de Maite Alberdi.
'El agente topo', de Maite Alberdi.

En los límites fértiles del documental y la ficción extrae oro El agente topo, la película de la cineasta chilena Maite Alberdi que visibiliza el cuidado de la tercera edad y que ha logrado una histórica nominación a los Oscar 2021 en la categoría de mejor documental.

La película acompaña a Sergio Chemy, un hombre de 83 años al que un detective recluta para infiltrarse en una residencia de ancianos. Su misión: informar a la mujer que ha contratado los servicios de la agencia de la situación de su madre, residente en el geriátrico. ¿Es una comedia? ¿Una ficción? El espectador se asienta en la película cuando empieza a mostrar la realidad de la residencia y la soledad de sus habitantes.

“Cuando somos niños nos preguntamos qué joven queremos ser, y cuando somos jóvenes nos preguntamos qué adulto queremos ser. Pero nunca nos preguntamos qué viejo queremos ser. Y eso hace que anulemos el problema porque no nos queremos enfrentar a él. Y cuando el problema llega, nunca lo visibilizamos”, dice la directora en una entrevista realizada en el pasado Festival de San Sebastián.

Pero sobre la denuncia de la marginación de la tercera edad se impone el humanismo de la directora, que sabe capturar la ternura de su protagonista ‘topo’ y de todos los residentes: su documental, un retrato colectivo, es una de las obras más emotivas del año. “En cuanto vi a Sergio me enamoré: era un pésimo espía, pero tenía un encanto y una capacidad de escucha especial”, recuerda la directora.

Para Alberdi, el origen de todo fue realizar una película sobre detectives y, mientras se documentaba, encontró algo chocante: muchos clientes solicitaban un trabajo con infiltrados para cuestiones que podían resolver ellos mismos. “Lo sentía absurdo. Padres que contrataban a un chico para que se hiciera amigos de sus hijos, o hijos que contrataban a alguien para saber cómo están sus padres”, explica. “Muchos casos nacían del prejuicio de culpar al otro o a una institución. Clientes paranoicos que quieren saber más. Es curioso que en este mundo con tanto acceso hay más ansiedad de conocimiento que hace que los detectives tengan más casos que antes”.

Una pandemia antes de la pandemia

Como muchas películas de 2019 estrenadas durante la pandemia, el visionado se ha resignificado. “Cuando estrené la película en Sundance esperaba que el espectador pensase al salir en ver a sus padres o abuelos. Pretendía visibilizar ese aislamiento y esa soledad, pero ahora la gente es muy consciente. La película profundiza en un dolor: había una pandemia ante de la pandemia, Los adultos mayores morían solos, nadie iba a sus funerales y muchos no recibían visitas”, describe Alberdi.

"En Chile, las tasas más altas de suicidio son las de personas mayores de 80 años que se sienten solas"

¿Y tras la primera ola de la pandemia? “Siguen muriendo solos, pero como hubo una prohibición para verlos, los familiares tomaron conciencia del tiempo que llevaban sin visitarlos. En Chile, las tasas más altas de suicidio son las de personas mayores de 80 años que se sienten solas. Solo por soledad”, explica. “La película golpea en el contexto COVID-19, pero era un problema que estaba ahí. Tuvimos que padecer esto para darnos cuenta y que los adultos ocupen el lugar que tienen que ocupar, así que ‘gracias’ Covid".

Dice Alberdi que el trabajo de un detective no difiere mucho del de una directora. “El detective pasa a veces horas esperando tres horas a que alguien salga de un edificio y yo paso tres horas para darle al ‘rec’ y tener mi escena”. La directora entiende su trabajo también como una acción. “¿Cómo podemos revertir esto? Como cineasta, lo que trato es de filmares y convertirles en protagonistas, que sean parte del imaginario y podamos preguntarnos sobre nuestra propia vejez”.