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Ayuso e Iglesias, duelo ideológico de alta tensión que polariza las elecciones del 4M

  • El anuncio sorpresa de Iglesias aumenta la polarización en una campaña que apunta a un duelo sin descanso
  • Con un acentuado perfil político y mediático, ambos candidatos pueden movilizar el voto en su espacio y en el contrario
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Duelo de Ayuso e Iglesias por la presidencia madrileña

A Isabel Díaz Ayuso y Pablo Iglesias les separa un abismo ideológico, pero son figuras parecidas en lo que representan en sus formaciones. Ambos tienen un perfil político muy marcado y una proyección mediática altísima. Los dos parten con el mismo objetivo, reunificar sus espacios electorales a derecha e izquierda en torno a su proyecto, y para ello no van a dudar en entrar en el cuerpo a cuerpo en una precampaña y campaña que tratarán de monopolizar. La polarización va a ser la máxima en unas semanas que se adivinan durísimas, a juzgar por los 'halagos' que ya se han dedicado mutuamente.

Rivales hace años en tertulias políticas y nacidos el mismo día, 17 de octubre de 1978, se convirtieron este lunes en rivales máximos en las elecciones del 4M, ante el asombro generalizado por el golpe de efecto del aún vicepresidente segundo del Gobierno, que da un salto inesperado de la política nacional a la autonómica.

Pasadas unas horas del anuncio de Iglesias, Ayuso sacaba toda la artillería: "Es una persona afín a los independentistas, al entorno de ETA, ha estado actuando siempre contra la Comunidad de Madrid y contra los intereses de todos los ciudadanos. Ha fomentado y cree vivamente en la expropiación, en la ocupación, en la intervención de la empresa, en boicots. Ha fomentando huelgas y, sobre todo, ha fomentado quemar las calles de Madrid, como hemos visto en las últimas semanas".

Iglesias apuntaba también hacia dónde irán sus tiros y alertó sobre un "gobierno de ultras", en alusión a la posibilidad de pacto entre PP y Vox en Madrid; definió al PP como un "partido de delincuentes" y calificó a Ayuso como una "derecha trumpista". "El próximo 4 de mayo se decide si la ultraderecha consuma su asalto a Madrid o si les paramos", añadió el líder 'morado'.

Ayuso se apresuró a cambiar el lema elegido contra el candidato socialista, Ángel Gabilondo, 'socialismo o libertad', a uno nuevo situando a Iglesias de golpe como principal rival. 'Comunismo o libertad' es el nuevo mantra del PP, muy consciente de la movilización que puede suponer en el espacio de la derecha tener a Iglesias en frente. Ambos tienen en común ese perfil: además de movilizar el voto propio, serán capaces de mover, y mucho, el contrario.

Durante la gestión de la pandemia han tenido una relación difícil con durísimas críticas entre ellos. El ministro de Derechos Sociales y Agenda 2030 calificó, en una entrevista en TVE, de "escándalo" y "crimen" lo ocurrido en las residencias de la Comunidad de Madrid, declaraciones tras las que la presidenta de Madrid valoró emprender acciones legales contra Iglesias, al que acusó de "echar gasolina" y "politizar el dolor". Han sido muchas y constantes las pullas entre los dos.

El duelo Ayuso-Iglesias obliga a los partidos a moverse

La incursión de Iglesias en esta campaña polariza, por tanto, el debate y obliga de nuevo a los partidos a recolocarse con Gabilondo muy alejado del barro político y con difícil cabida, por su estilo, en la batalla encarnizada que Iglesias y Ayuso van a protagonizar.

El secretario del PSOE en Madrid y delegado del Gobierno, José Manuel Franco, no ha descartado "sorpresas" en la lista en Madrid. Los socialistas podrían estar trabajando en su propio golpe de efecto en la carrera electoral.

Ignacio Aguado, inmerso en una crisis de partido tras una semana en la que Ciudadanos ha tenido que reorganizarse ante su estrategia fallida en Murcia que llevó al terremoto de Madrid, aún no ha sido confirmado como candidato, y tendrá que esforzarse y rápido para ganar terreno ante una Ayuso con una maquinaria electoral a pleno rendimiento que pretende 'comerse' a los 'naranjas' en esta cita.

En una entrevista en TVE este mismo martes, ha insistido en la "irresponsabilidad" de Ayuso por convocar elecciones en un momento delicado en lo político, económico y sanitario, y ha sido crítico con un Iglesias, que "viene al olor de la gasolina" a Madrid. Rechaza el "discurso dicotómico" que ahora van a buscar Ayuso e Iglesias y se niega a volver al "constante rojos y azules".

La llamada de Iglesias a Mónica García, candidata de Más Madrid, para ir juntos y el 'no' dado por la formación de Íñigo Errejón también obliga a replantear el tablero por ese espacio de la izquierda. Cada uno va por libre, aunque no descartan pactar después del 4M. La cabeza de lista le ha espetado a Iglesias que "Madrid no es una serie de Netflix que haya empezado el pasado miércoles con la convocatoria de elecciones", calificando de "frivolidad" y "espectáculo" el ofrecimiento.

Iglesias se presenta al 4M como el salvador de Unidas Podemos en Madrid tras los malísimos resultados en Galicia- donde quedó fuera del Parlamento- y la bajada en el País Vasco. Su candidata, Jessica Albiach, salvó los muebles en Cataluña, manteniendo los mismos diputados. Algunas encuestas barajaban que la fuerza morada no llegaría al 5% de votos en Madrid, quedándose fuera y eso sería demoledor para el partido.

íñigo Errejón le ganó la partida a Iglesias en esta región en 2019, pero ahora Errejón no está y Mónica García, a pesar de que podía quedar eclipsada por la figura de Iglesias, optado por mantener su candidatura y proyecto propio.

La candidata de Vox, Rocío Monasterio, tratará también de romper el duelo entre Ayuso e Iglesias para ganar terreno a la 'popular'. Los de Vox está convencidos de que Ayuso tendrá que llamar a su puerta: "Vox entrará en el Gobierno porque quiere y puede gobernar con políticas sensatas y el PP nos va a necesitar y debemos entendernos porque nuestro enemigo común es el comunismo".