Bolsonaro nombra a su cuarto ministro de Sanidad mientras Brasil se acerca a los 3.000 muertos diarios
- El nuevo ministro considera que los confinamientos rígidos tan solo deben adoptarse en casos extremos
- Las Unidades de Cuidados Intensivos superan el 80% de ocupación en muchas zonas del país
El presidente de Brasil, Jail Bolsonaro, ha nombrado su cuarto ministro de Sanidad desde que comenzó la pandemia del coronavirus. El nombramiento se ha producido con un nuevo récord de fallecidos en el país carioca, 2.841 fallecidos en las últimas 24 horas.
El coronavirus ha dejado ya más de 282.000 fallecidos y 11,6 millones de contagios en el país, según ha informado este lunes el Gobierno. De acuerdo con el boletín divulgado por el Ministerio de Salud, el número de decesos de este martes supera ampliamente el del miércoles de la semana pasada (2.286 víctimas), que era hasta ahora el día más letal desde el inicio de la pandemia y camina hacia las 3.000 muertes diarias.
Los elevados promedios en los últimos días ratifican a Brasil como uno de los países más azotados por la pandemia y lo sitúan como la segunda nación en número de muertes y contagios por la covid en el mundo, tan sólo superada por Estados Unidos.
Igualmente confirman que el gigante latinoamericano, con sus 210 millones de habitantes, sufre actualmente una nueva ola de la pandemia, más virulenta y letal, en parte provocada por la circulación de nuevas variantes del virus, entre ellas la brasileña que tuvo origen en la Amazonía.
El aumento de los contagios y de las hospitalizaciones tiene a gran parte del país al borde de un colapso sanitario, ya que en 24 de los 27 estados del país la tasa de uso de Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) supera el 80%.
Un cardiólogo cercano a Bolsonaro, cuarto ministro de Salud en la pandemia
En medio de las continuas críticas por la gestión de la pandemia, Bolsonaro ha nombrado a Marcelo Queiroga como nuevo ministro de Sanidad, el cuarto desde el inicio de la pandemia hace un año.
Quiroga es un cardiólogo del sector privado cercano al presidente Bolsonaro. Con 30 años de experiencia, el médico, se enfrenta al desafío de frenar a un coronavirus que sigue sin control en el país y con una campaña de vacunación que avanza muy lentamente y que incluso ha tenido que ser detenida en algunas regiones del país ante la falta de dosis.
De perfil técnico, Queiroga ha reemplazado en el ministerio a Eduardo Pazuello, un general del Ejército experto en logística y sin experiencia en salud, que ha comandado la cartera desde mayo de 2020, pero al que Bolsonaro ha tenido que cambiar por presiones políticas.
Presidente de la Sociedad Brasileña de Cardiología, Queiroga no es un desconocido para Bolsonaro, que ya lo había postulado en diciembre pasado para ser miembro de la junta directiva de la Agencia Nacional de Salud, una nominación que estaba a la espera de confirmación por parte del Senado.
Queiroga no ha sido la primera opción
Sin embargo, Queiroga no ha sido la primera opción de Bolsonaro, quien antes ha consultado a la también cardióloga Ludhmila Hajjar, que ha rechazado la invitación porque sus ideas para frenar el virus no coinciden con las del mandatario, que se opone radicalmente a las medidas de confinamiento para frenar la expansión del virus.
Pese a su cercanía con el líder ultraderechista, el nuevo titular de Salud también ha dicho que apoya las medidas de restricción para evitar la expansión de los contagios, pero considera que los confinamientos rígidos tan solo deben de adoptarse en casos extremos y nunca como "política de Gobierno".
El cardiólogo también es partidario de acelerar la campaña de vacunación en el país y rechaza frontalmente el uso de la cloroquina, medicamento promovido por Bolsonaro pese a que su eficacia contra el coronavirus no está comprobado científicamente.
La insistencia del líder ultraderechista y negacionista del coroanvirus en promover la cloroquina y otras divergencias sobre la gestión de la pandemia, como su oposición al aislamiento social, propiciaron la caída en el último año de otros dos ministros de Salud, el diputado Luiz Enrique Mandetta y el oncólogo Nelson Teich.