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El mapa de la eutanasia en el mundo: legal en siete países

  • España se ha sumado a Holanda, Bélgica, Luxemburgo, Canadá, Colombia y Nueva Zelanda
  • Otros países lo regulan como eutanasia pasiva o suicidio asistido

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España es el séptimo país del mundo en despenalizar la eutanasia

El Congreso de los Diputados ha dado el visto bueno definitivo a la ley que despenaliza la eutanasia en España y convierte a este país en el cuarto de Europa —tras Holanda, Bélgica y Luxemburgo— y en el séptimo del mundo que permite poner fin a la vida con la intervención de un profesional de la salud en caso de enfermedad incurable, grave, crónica e invalidante.

En el caso de España, una vez entre en vigor la ley, la eutanasia se podrá prestar solo a mayores de edad, en condiciones "plenas", que tengan una enfermedad grave o sufrimiento intolerable y que hayan expresado su voluntad de morir. La decisión podrá ser revocada en cualquier momento por parte del paciente, quien habrá sido previamente informado sobre las distintas alternativas que existen y el acceso a cuidados paliativos.

¿Cómo se regula en el resto del mundo?

Eutanasia, legalizada en siete países

La eutanasia actualmente es legal únicamente en Holanda, Bélgica, Luxemburgo, España, Canadá, Colombia y Nueva Zelanda.

En abril de 2002 Holanda sentó un precedente al convertirse en el primer país del mundo en legalizar la eutanasia. Poco después, Bélgica y Luxemburgo siguieron el camino que había tomado su país vecino. Estos tres lugares son, en la actualidad, los únicos de Europa donde se permite la "muerte asistida". Más recientemente, Colombia y Canadá ampararon esta práctica en su legislación aunque, cada norma recoge sus propios matices.

En Holanda se aplica a enfermos con dolor insoportable e irreversible y es el paciente quien debe pedirla a su médico, que está obligado a consultar con otro antes de decidir.

Bélgica tiene una ley similar. Tampoco hay un control previo y solo se necesita el visto bueno de dos médicos. A diferencia de la ley holandesa, la eutanasia puede aplicarse a cualquier edad, mediando consentimiento paterno, y también incluye casos de sufrimiento psíquico irremediable.

En Nueva Zelanda, la eutanasia voluntaria fue aprobada en refrendo en octubre de 2020, después de que el Parlamento diera el visto bueno, y entrará en vigor el 6 de noviembre de 2021. A partir de entonces, se permitirá que un médico administre una droga letal a un adulto al que le quede un máximo de seis meses de vida y sea víctima de una enfermedad terminal insufrible, siempre y cuando el paciente lo haya solicitado de forma consciente y voluntaria.

España, último país europeo en abrir paso a esta prestación

En España, la ley de la eutanasia despenaliza la ayuda médica para morir, tras muchos años de intentos. Una vez entre en vigor, dentro de tres meses, podrán solicitarla aquellas personas mayores de edad que padezcan una enfermedad grave e incurable o un padecimiento grave, crónico e imposibilitante que cause "un sufrimiento físico o psíquico intolerable" sin posibilidad de curación o mejoría.

El paciente debe confirmar su voluntad de morir al menos en cuatro ocasiones a lo largo del proceso, que se puede alargar algo más de un mes desde que lo solicita por primera vez, y en cualquier momento podrá echarse atrás o aplazar la eutanasia.

La ley, incluida dentro del Sistema Nacional de Salud, contempla el derecho de los médicos a lo objeción de conciencia y establece la creación de una Comisión de Garantía y Evaluación en cada comunidad autónoma, Ceuta y Melilla, formada por médicos y juristas para controlar cada caso.

Otros países europeos han llevado recientemente a votación su regulación, como Portugal, donde en mayo de 2018 se intentó, sin éxito, aprobar una ley al respecto.

Suiza: suicidio asistido

Por el momento no hay más países que despenalicen en su totalidad la eutanasia. Sí hay lugares en los que se permite el suicidio médicamente asistido que, a diferencia de la eutanasia, no requiere de una intervención directa de los médicos.

Estos únicamente suministran los medios necesarios y es el paciente quien se toma la medicación voluntariamente para terminar con su vida. Es el caso de Suiza, donde no se contempla castigo para quienes ayuden a otro a morir, siempre y cuando sea por razones altruistas.

Suiza permite el suicidio asistido desde los años cuarenta del siglo pasado. De aquí se deriva la existencia de organizaciones que ayudan a extranjeros procedentes de Italia, Francia o España a gestionar sus peticiones para "morir dignamente". En Italia y Francia, la legislación es similar a la española, y la eutanasia está prohibida.

En Estados Unidos, la eutanasia es ilegal, pero en algunos de sus estados como California y Montana dejan abierta las puertas a la muerte asistida en pacientes terminales. De la misma manera, en Washington, Oregon y Vermont, se contempla el suicidio asistido basándose en el fundamento legal que reconoce "el derecho a decidir de las personas".

Alemania y Austria: eutanasia pasiva

Lo que no se permite en Suiza, Alemania o Austria es la eutanasia activa, pero sí indirecta o pasiva siempre y cuando el enfermo haya expresado esa voluntad.

La eutanasia pasiva, cuando se consigue la muerte del paciente en situación irreversible suspendiendo el tratamiento médico, está reconocida bajo ciertas condiciones en las legislaciones de Suecia, Noruega, Dinamarca y Finlandia.

Las manos de un profesional sanitario cortan con unas tijeras una vía intravenosa.

Según la Asociación Médica Mundial (AMM), la eutanasia es ¿el acto deliberado de poner fin a la vida de un paciente, aunque sea por voluntad propia o a petición de sus familiares, y es contraria a la ética¿. ISTOCK

En el lado opuesto se encuentra Polonia, que entiende la eutanasia como un asesinato y castiga su práctica con hasta cinco años de prisión, aunque no es el único país europeo donde está penado. También Bulgaria o Croacia lo castigan con hasta 6 y 8 años respectivamente.