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Noa: "Vivimos en un tiempo en el que la meritocracia es atacada"

  • La cantante israelí vuelve a sus orígenes jazzísticos en Afterallogy

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La cantante y compositora israelí Noa.
La cantante y compositora israelí Noa.

“Duke Ellington decía que hay dos tipos de música: la buena y toda la demás”. La cantante y compositora Noa (Tel Aviv, 1969) recuerda la cita del maestro de jazz como una divisa: no todo vale lo mismo. Si en su anterior trabajo recordaba a Johann Sebastian Bach, ahora quiere apuntar a la gran tradición musical americana del siglo XX.

Junto a su inseparable guitarrista, Gil Dor, se ha lanzado al repertorio jazzístico versionando de Cole Porter (“Anything goes” o “Every time we say goodbye”), Jimmy Van Heusen (“Darn that dream”) o incluso Leonard Bernstein (“Something's Coming”). La primera versión, "My funny valentine", se estrenó en febrero y el disco completo saldrá en abril.

Su último concierto antes de la pandemia fue en el Palau de la música de Barcelona. Tras un año sabático, salpicado de directos en redes sociales, el viernes regresó a la música en vivo. “Fue bonito, pero tampoco una fiesta: ha muerto mucha gente “, explica desde Tel Aviv.

El título Afterallogy homenajea a todos los temas de jazz de los 50 y 60 terminados en “logy”. “Muchos de esos músicos venían de orígenes humildes y pertenecían a grupos étnicos demonizados durante la lucha por los derechos civiles. Esa terminación remitía a los científicos y a lo académico: era como elevarse mientras la sociedad les empujaba hacia abajo”, explica. “Era una bonita forma de empoderarse: sabían lo que valían porque eran algunos de los mejores músicos del mundo”.

Educada en Estados Unidos, Noa siente suyo ese patrimonio. “Mi pasión de niña eran los musicales de Broadway y la mayoría del repertorio de jazz viene del teatro musical, que es algo que mucha gente no sabe. Mi primer concierto en 1990 fue un concierto de jazz y Gil y yo tocamos algunas de estas canciones. Mi primer disco lo produjo Pat Metheny y el anterior a este Quincy Jones, que son dos grandes músicos asociados al jazz. Nunca he querido ser cantante de jazz, pero forma parte de mí”.

Afirma que solo tiene sentido versionar un tema cuando hay algo que aportar. “Por ejemplo ‘Something's Coming’ (del musical West Side Story) es una elección poco común, pero es una canción increíble: tiene armonías y melodías que son típicos del jazz, ritmos extraños, pasajes sofisticados. Es una obra de orquestra y el arreglo de guitarra de Gil es único”.

Celebrar lo valioso

¿Por qué hay música que perdura? “Siempre es así. Mi hija, por ejemplo, escucha Pink Floyd. Crecí en los años 80 pero me atraía música de los 60 como Simon & Garfunkel o Joni Mitchell. Bach seguirá escuchándose cuando estemos muertos. Hay algo en esa música que desafía el tiempo y, como un cuchillo, corta todo y sigue brillando. Es un honor y privilegio ser parte de esa herencia. Es importante para mí señalar lo que seguirá inspirando al mundo y dar mi interpretación”.

¿Está ese patrimonio en peligro? “Cosas que son sólidas y merecen nuestra atención están siendo desintegradas, como si no valieran, y esto es peligroso, no solo para la música, también para la humanidad. Es una enfermedad de nuestra cultura. Vivimos en un tiempo en el que la meritocracia es atacada. La gente dice, y perdona el ejemplo torpe, no hay diferencia entre Obama o Trump, los dos son presidentes. Pero hay una gran diferencia entre alguien educado en Harvard, con valores morales y que sabe hablar con alguien horrible como Trump”.

El año de la pandemia para Noa ha sido una oportunidad. “Afortunadamente mi familia está bien y he disfrutado el año sabático”. Pese a la rápida vacunación del país, prefiere la cautela a la euforia. “No estamos al final del túnel, pero estamos más cerca que el resto. Es genial que Israel vaya ta rápido: estoy vacunada y mis familiares también, pero la vida todavía no es normal”.

Su mayor preocupación es que Benjamin Netanyahu no gané las próximas elecciones. “No hemos hecho la paz con los palestinos, pero los Emiratos Árabes Unidos, que eran nuestros enemigos hace cinco minutos, ahora son nuestros amigos. Así son las tácticas de nuestro presidente, que debería estar siendo juzgado y no ser un candidato”, lamenta.

Espera volver a tocar en España en mayo “si es posible viajar entonces”. Y dice no ser optimista ni pesimista, sino pura acción. “Tardaremos un año en volver a la normalidad. No me refiero a un país, sino al mundo. Tenemos que compartir información, colaborar y cooperar”.