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El aceite de oliva del Tiétar busca la Denominación de Origen

  • El Valle del Tiétar, en Ávila, cuenta con la mayor superficie de olivares de Castilla y León
  • Los productores quieren que se reconozca la calidad de su aceite de oliva

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Hay 6.000 olivareros en la comarca que se reparten 4.000 hectáreas de cultivos en bancales

El sur de la provincia de Ávila aglutina el mayor número de hectáreas de olivares de Castilla y León. Un cultivo centenario que en los últimos años se ha profesionalizado, con productores que buscan conseguir el reconocimiento a la calidad de su aceite de oliva virgen extra.

Un aceite de oliva de calidad

Pedro Gómez es el presidente de la Asociación de Olivareros del Sur de Ávila. Se constituyó hace un año, con la unión de once cooperativas y varias almazaras privadas, para empezar a trabajar en la tramitación de la Denominación de Origen Protegida (D.O.P) para su aceite de oliva. Sería la primera de Castilla y León y llevaría el nombre de 'Aceite de Oliva de Gredos - Tiétar'

Es un aceite dulce, porque las variedades antiguamente eran de verdeo

Los primeros pasos se dan este 2021, con el apoyo de la Diputación de Ávila y la Junta de Castilla y León, y el proceso podría alargarse durante cuatro años. Técnicos del Instiuto Tecnológico Agrario de Castilla y León, el ITACyL, ya están visitando el terreno para caracterizar las variedades de olivo que se cultivan y concluir si existen especies autóctonas. Jose Antonio Rubio, jefe de la Unidad de Viticultura, explica que se van a marcar árboles en distintas parcelas de cinco municipios y a diferentes alturas del valle, y "si hay alguna variedad distinta, que no esté en otros sitios, sería muy bueno", recalca. A final de año, con la recogida de frutos de cada uno de los olivos marcados, también se analizarán las características organolépticas del aceite. "Es una variedad de aceite dulce, porque las variedades antiguamente eran de verdeo", explica el representante de los olivareros.

Cultivos en minifundios

Anastasio es uno de los productores, ya jubilado. Tiene unos 250 olivos en el municipio de San Esteban del Valle. Los heredó de su familia y ahora su hijo también se dedica a esta labor. "Es una ilusión seguir manteniendo lo que tenía mi padre y mi suegro", reconoce.

Hay 6.000 olivareros en esta comarca que se reparten cerca de 4.000 hectáreas de cultivos en bancales a más de mil metros de altitud. Son minifundios que hoy en día no generan grandes rendimientos económicos, por eso, conseguir la Denominación de Origen Protegida significaría que el aceite "se comercialice a buen precio [...] y que a la gente no le cueste dinero cultivar el olivar y siga con la tradición de cientos de años", añade Pedro Gómez.