ERC y la CUP alcanzan un preacuerdo para investir a Aragonès a la espera de JxCat
- El principio de acuerdo tendrá que ser validado por los respectivos órganos internos
- Los republicanos mantienen negociaciones con Junts para formar Govern tras el 14F
Las comisiones negociadoras de ERC y la CUP para investir a Pere Aragonès como presidente de la Generalitat de Cataluña y dar "el pistoletazo de salida a la legislatura" tras las elecciones del 14F, según ha informado Esquerra en un comunicado.
Entre las condiciones pactadas se encuentran la celebración de un nuevo referéndum de independencia, impulsar un protocolo contra los desahucios y que los Mossos d'Esquadra dejen de usar proyectiles de precisión.
De forma paralela, los republicanos mantienen también negociaciones con JxCat para formar Govern tras las elecciones del pasado 14F. De hecho, la presidenta del Parlament, Laura Borràs (JxCat), planteó el sábado desplazar la fecha del pleno de investidura, que debería convocar como muy tarde el próximo viernes, 26 de marzo, diez días hábiles después de la sesión constitutiva de la cámara.
El principio de acuerdo se tendrá que llevar a validación de los respectivos órganos internos, por lo que la CUP ya ha convocado para el próximo miércoles una asamblea abierta para decidir sobre el documento con los puntos que han pactado con los republicanos.
De hecho, mientras ERC asegura que el pacto se está ultimando, la CUP, en un mensaje en redes sociales, confirma que el preacuerdo sobre el programa político de la próxima legislatura ya se ha alcanzado y que tendrán que votarlo en asamblea.
"Condiciones necesarias" para un nuevo referéndum
Según ERC, los equipos negociadores se han comprometido a preparar las "condiciones necesarias" a lo largo de esta legislatura para realizar un "nuevo embate democrático, preferentemente en forma de referéndum" de independencia, mientras se mantiene la apuesta de los republicanos por un "proceso de negociación, para resolver democráticamente el conflicto de Cataluña con el Estado español".
Para Esquerra, la defensa del derecho a la vivienda es uno de los principales aspectos que reivindican ambos partidos, no solo para dar respuesta a la "emergencia habitacional" de forma inmediata, sino también para generar un "cambio de modelo" a medio plazo.
De esta manera, ambas formaciones ven necesario impulsar una agenda legislativa catalana en materia de vivienda y, al mismo tiempo, actualizar los protocolos para evitar desahucios a personas en riesgo de vulnerabilidad.
El preacuerdo también da relevancia a las políticas de salud, ya que ambas formaciones defienden que se refuerce la atención primaria para situarla en el centro del sistema sanitario público, con el objetivo de lograr el 25 % del presupuesto de la Generalitat para la Consellería a Salud.
El texto del preacuerdo entre republicanos y anticapitalistas también pretende introducir cambios en la gestión del orden público en Cataluña por lo que ambos partidos defienden que hasta que no se publiquen los nuevos protocolos se suspenda el uso de proyectiles de precisión por parte de los cuerpos policiales en Cataluña.
ERC y la CUP, que creen "imprescindible" un cambio en las actuaciones policiales en materia de orden público, han acordado en este sentido implementar una comisión parlamentaria de estudio del modelo de orden público en Cataluña.