Conciliación: misión (casi) imposible
- La corresponsabilidad es básica para la conciliación real
- El 70% de las mujeres habrían tenido más hijos si existieran más medidas
La igualdad estará más cerca cuando se cumpla la triple c: los cuidados estén en el centro, haya conciliación laboral y, sobre todo, corresponsabilidad. Es la opinión de las expertas que aseguran, en este Día Nacional de la Conciliación, que la pandemia no ha hecho más que poner de manifiesto lo que llevan años denunciando: que la conciliación sigue siendo una quimera. Entre sus soluciones, medidas reales con perspectiva de género que consigan llegar a la sociedad.
Los cuidados, en el centro
Seis de cada diez mujeres renuncian a su trayectoria laboral al convertirse en madres. Son datos del Instituto Nacional de Estadística que recalcan que son ellas las que, llegado el momento, tienen que elegir entre su trabajo y el cuidado de los hijos. Para Laura Baena, presidenta de la Asociación Yo no renuncio y fundadora del Club de Malasmadres, “queda mucho trabajo por delante”. Baena, que este 23 de febrero ha atendido a ‘La Hora de La 1’ desde la comisión de Igualdad del Congreso de los Diputados, cree que el cambio tiene que venir porque “los cuidados estén en el centro”. Para ello, añade, debe haber un “debate político y social y todos los agentes sociales tenemos que ser partícipes”.
Laura Martín no quiere conciliar. No, al menos, si eso supone “tener que dejar de ver a su hija durante diez horas al día”. Esta abulense de 32 años contaba hace dos a RNE que, con una jornada real de 50 horas a la semana, no veía hueco para ser madre. Se proyectaba como parte del 70% de mujeres que según la Sociedad Española de Fertilidad (SEF) llegan a los 35 sin tener hijos.
Hace poco más de diez meses nació su hija. Al final, según relata a RTVE.es, decidió elegir la maternidad y dejar en segundo plano su trayectoria laboral: “quise estar presente y no me arrepiento. Estoy viendo crecer a mi hija. En cuanto al trabajo, soy optimista y espero poder volver a trabajar en unos meses”.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) lleva un tiempo trabajando en un método para cuantificar el peso de los cuidados en la economía que podría alcanzar hasta una quinta parte de la riqueza mundial, según los primeros datos. El 75% de esas tareas, que se considerarán ya trabajo, son realizadas por mujeres.
Sin corresponsabilidad no hay conciliación
Conciliar es llegar a ejercer la faceta laboral, las tareas del hogar y los cuidados sin morir en el intento. Según el INE, los hombres dedican 42,5 horas a la semana al empleo remunerado y 29 al no remunerado. Un tiempo que sube hasta 37,5 horas a la semana -si hablamos de las mujeres-, invertidas cuidando de los hijos y la casa y que disminuye a las 34 horas cuando se trata de la labor profesional.
“Es imprescindible que ellos entren en escena“
“Es imprescindible que ellos entren en escena”, dice Cristina Castellanos, desde la asociación PPiina, una plataforma que agrupa a más de 150 organizaciones y personas con un objetivo único: conseguir la igualdad en los permisos laborales cuando llegan los hijos e hijas. “Necesitamos políticas que hagan que los hombres cuiden. Ellos tienen que cubrir su parte”, asegura la presidenta. Para PPiina, es imprescindible la alternancia en los permisos porque ahora “hay trampas en la ley”. Añaden que hay muchos “incentivos para que los padres se cojan el permiso simultaneándolo con el de la madre y se fortalezca que haya un padre ayudante y no corresponsable”.
Laura Martín no tiene tan clara está opción ya que para ella era importante “que pudiéramos criarla los dos juntos estando el máximo posible de tiempo con ella en casa. Siempre desayunamos, comemos y cenamos juntos. Jugamos o la bañamos siempre entre los dos. Y creo que ese tiempo dedicado es muy importante para ella en esta primera etapa”, asegura.
“Es incoherente que la OMS recomiende 6 meses de lactancia exclusiva pero a la mitad, en España, te tengas que incorporar a trabajar“
Lo que sí comparte con Castellanos es en reivindicar lo escaso de los permisos laborales que se sitúan ahora mismo en las 16 semanas: “Yo sigo dando el pecho a demanda y eso implica estar en la vida de mi hija. Su mundo somos sus padres ya que ni siquiera a esta edad están en una fase de socialización enorme con otros bebés”. Por no hablar, insiste, en que “es incoherente que la OMS recomiende 6 meses de lactancia exclusiva pero a la mitad, en España, te tengas que incorporar a trabajar”.
El camino a seguir para conseguir la igualdad
Baena, Castellanos y Martín coinciden. Todas hablan de políticas públicas que promuevan la igualdad. También lo hace la Comisión 8M que denuncia que “el Estado no se responsabiliza de garantizar que haya servicios y recursos de cuidados, públicos y dotados con la financiación adecuada. Además, no regulariza la situación de las mujeres que realizan los trabajos de cuidados, no reconoce el valor social de los millones de horas que invertimos en el trabajo de cuidados no remunerados, y no promueve la educación en una ética de los cuidados y los derechos”.
Para el club de las Malasmadres las medidas concretas que iniciarán el cambio de verdad tendrán que tener una triple perspectiva: laboral, familiar y social. “De nada nos sirve una ley que cambia y que no cambia en la mayoría de las familias. Es imprescindible legislar con perspectiva de género. Nos parece increíble que en leyes como la del teletrabajo no la haya". Si hubiera medidas que aportaran flexibilidad real, insiste Baena recordando los datos de su último estudio, "siete de cada diez mujeres habrían tenido más descencendia".
Su asociación, que también aboga por las redes formales de cuidados desde las instituciones, lleva su reclamación hasta las empresas. Porque, en definitiva, añade: “el cuidado de las hijas y los hijos es una responsabilidad social, no solo nuestra”.