Enlaces accesibilidad

Enrique Urbizu: "Las cadenas están más presentes que nunca"

  • El director estrena Libertad, una película de aventuras sobre bandoleros del XIX

Por
Bebe, en una escena de 'Libertad'.
Bebe, en una escena de 'Libertad'.

En otoño de 1807, Napoleón Bonaparte y Manuel Godoy acordaron trocear y repartirse Portugal, iniciándose así la presencia –en un principio pacífica- de tropas francesas en España. Es justo el momento en el que Enrique Urbizu (Bilbao, 1962) sitúa Libertad, su nueva ficción que se bifurca en su modo de consumo: película de cine que se estrena el 26 de marzo y serie de cinco episodios que se estrena la misma fecha.

Fiel al espíritu histórico, pero más fiel aún al placer de la aventura y la ficción, Libertad tiene como centro a una antigua bandolera, Lucía ‘la Llanera’ (Bebe), que sale de prisión tras 17 años de cautiverio. Junto a su hijo Juan (Jason Fernández) pretende vivir alejada de toda violencia, pero pronto descubren que son un bien codiciado para dos bandoleros, el Lagartijo y el Aceituno (Isak Férriz), así como del Gobernador (Luis Callejo).

“Antes de que llegaran las tropas napoleónicas, el país se está balanceando para un lado o el otro, y también es un tiempo de esperanza y desesperanza a partes iguales: nos pareció que es un momento para esos anhelos de los personajes de cambiar sus vidas”, explica Urbizu en una entrevista para RTVE.es.

Dice Urbizu que retratar los bandoleros era un sueño infantil para él y sus guionistas (Miguel Barros y Michel Gaztambide) y que seguramente la falta de músculo industrial sea el principal hándicap para retratar una historia. La carrera como cineasta de Urbizu está atravesada por el cine negro con el que revela miserias de la España contemporánea (La caja 507, No habrá paz para los malvados) y su aventura histórica, no es una excepción.

“La serie está llena de momentos que hacen pensar en nuestros días. Hay una especia de espejo cuando te acercas a la historia, se produce un reflejo de lo contemporáneo por qué comparas: ¿Por dónde podríamos haber ido? ¿A dónde hemos llegado?”, se pregunta.

Una posible respuesta la ofrece un anacoreta sabio que interpreta Ginés García Millán cuando, tras definir la libertad, profetiza: “Aquí nunca habrá de eso”. ¿Dónde están ahora las cadenas? “¡Qué pregunta! Las cadenas están más presentes que nunca, en mil sitios. ¿El mercado no te parece que es una cadena bastante potente? ¿El orden mundial? Prefiero hablar de cine”, responde.

Más pegado a la tierra, el gobernador al que da vida Luis Callejo, redefine el poder ilustrado: “Todo por el pueblo, aunque no se puede confiar en él”. Pero al margen de idealistas y pragmáticos, Libertad es una historia de bandidos de distintas gamas morales: desde la rehabilitada Lucía hasta sanguinario Aceituno. Aunque en esencia sea cine de aventuras, Urbizu no abandona ni un segundo sus personajes duros y secos.

Purista del encuadre cuidado, Urbizu se encuentra cómodo paisaje de protowestern romántico. Y plantea, una vez más, el dilema fordiano de la verdad y la leyenda. La historia la narra John (Jorge Suquet), un escritor inglés tras los mitos románticos al que todos dejan vivir por la razón más útil: quieren que alguien dé testimonio de ellos.

“La realidad es una y la leyenda es otra. Y el relato depende de quién lo cuente será uno u otro. John lo cuenta a través de una linterna mágica, una especia de precine y de preadaptación literaria. La leyenda salva a unos personajes que en la vida no sabemos si tendrán salvación”, concluye.