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Netanyahu gana las elecciones pero no llegaría a la mayoría para gobernar

  • Con cerca del 90% de los votos escrutados, Netanyahu no alcanza la mayoría de 61 escaños
  • La participación de estos cuartos comicios en dos años ha sido del 67,2 %, la más baja desde 2013

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El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, da una declaración a los medios de comunicación mientras su esposa Sara está junto a él después de que emitieron sus votos en las elecciones generales de Israel
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, da una declaración a los medios de comunicación mientras su esposa Sara está junto a él después de que emitieron sus votos en las elecciones generales de Israel

El lento recuento de votos va confirmando la amplia victoria sobre sus rivales del primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, en las elecciones celebradas este martes. Con el 87,5 % de los votos escrutados, el bloque de partidos encabezados por el Likud de Netanyahu no alcanzaría la mayoría de 61 escaños (de los 120 del Parlamento) y estaría por debajo del umbral necesario para formar Gobierno.

Según los resultados preliminares, el Likud del primer ministro sumaría 30 escaños, seguido de los 18 del opositor Yesh Atid, los nueve de Shas, ocho de Azul y Blanco y siete de Judaísmo Unido de la Torá, Yamina y el Partido Laborista. Por su parte, los partidos Nueva Esperanza, Yisrael Beitenu, Partido Sionista Religioso y Lista Árabe Conjunta sumarían seis diputados cada uno en el Parlamento.

"Ciudadanos de Israel, ¡gracias! Distéis una gran victoria para la derecha y el Likud bajo mi liderazgo", ha celebrado en sus redes sociales Netanyahu, que según medios israelíes ha contactado inmediatamente al líder de Yamina, Naftali Benet.

Los resultados provisionales también confirman al centrista Yesh Atid, de Yair Lapid, como segunda fuerza más votada y el previsible buen posicionamiento del centro izquierda del Partido Laborista y la formación Azul y Blanco de Beny Gantz, que temía no rebasar el umbral mínimo. La Lista Árabe Unida perdería escaños y el islamista Raam, que se separó de la coalición para estos comicios, cruzaría la barrera del mínimo del 3,25% de los votos.

La participación final de los cuartos comicios que Israel celebra en dos años fue de 67,2 %, la más baja desde 2013.

Netanyahu se muestra confiado para formar gobierno

"Es posible y necesario formar un Gobierno estable en Israel", ha dicho Netanyahu. "No podemos ir a unas quintas elecciones", ha señalado el mandatario en un discurso ante un pequeño grupo de simpatizantes en Jerusalén. En base en ello, ha pedido a "todos los miembros del Parlamento" que coincidan con sus principios unirse para formar un "Gobierno homogéneo". "No descarto a nadie", ha agregado Netanyahu.

"Esta noche hemos conseguido un logro muy importante", y ha destacado que implicarían la diferencia más importante en décadas entre el primer y segundo partido con mayor cantidad de votos.

De confirmarse los resultados previstos por los sondeos, el futuro político de Israel dependería entonces de las negociaciones entre las distintas formaciones.

De no lograrse la formación de un Gobierno, Israel podría entonces ir a unas quintas elecciones, tras celebrarse cuatro comicios en menos de dos años sin lograr salir del bloqueo político que vive el país desde 2019.

La extrema derecha entra en el Parlamento

"Haré solo lo que sea bueno para el Estado de Israel", ha dicho Naftali Benet, líder de Yamina, que se perfila como una de las llaves de Gobierno para que Netanyahu revalide el cargo, que ocupa ininterrumpidamente desde 2009.

Netanyahu ya cuenta con el apoyo de sus socios tradicionales: Shas (ultraortodoxo sefardí) y Judaísmo Unido de la Torá (ultraortodoxo ashkenazí).

Aún no está garantizado que un Gobierno de Netanyahu incluya el apoyo del Partido Sionista Religioso, abiertamente racista y homófobo, aunque lo que sí es seguro es que los diputados de esta formación no pasarán desapercibidos en el Parlamento.

Bloque 'anti-Netanyahu'

Frente a esta previsible coalición, siete partidos de distinto corte ideológico obtendrían representación parlamentaria, según los sondeos.

El principal, con 18 escaños, es el centrista Yesh Atid de Yair Lapid, que ha intentado postularse como alternativa a Netanyahu, y al que Benet rechaza apoyar como primer ministro.

El exmiembro del Likud, Guidéon Saar, otro de los candidatos que optaron por rivalizar con Netanyahu con su recién creada formación Nueva Esperanza, llegaría solo con entre 5 y 6 escaños, menos que los 6-8 diputados del ultraderechista y laico Israel Nuestro Hogar, de Avigdor Liberman, opuesto al primer ministro.

Israel celebra sus cuartas elecciones legislativas en menos de dos años

Por su parte, el actual socio de Gobierno de Netanyahu, el centrista Beny Gantz, conseguiría mantenerse en el Parlamento (Knéset) con entre 7 u 8 escaños, igual que el izquierdista Meretz, con 6-7 asientos. Ambos temían no superar el umbral mínimo del 3,25% para tener representación.

Además, el Partido Laborista remontaría con siete escaños y la Lista Unida árabe, que llegó a ser tercera fuerza en el Parlamento, bajaría hasta los 8 o 9 diputados. La islamista árabe Raam, que no descarta apoyar un Gobierno con Netanyahu, superaría el umbral electoral, con un mínimo de cuatro diputados que podrían garantizar la mayoría del bloque parlamentario.

Unas elecciones marcadas por la pandemia

La votación en Israel ha estado marcada por las medidas anti-coronavirus y los centros de votación especiales para contagiados y ciudadanos en cuarentena. Urnas en hospitales, en carpas protegidas y hasta en el aeropuerto internacional de Ben Gurión han intentado facilitar el voto.

Sin embargo, durante la jornada se han registrado los porcentajes más bajos de participación desde 2009, pese al ambiente animado de las calles tras la reapertura que ha permitido la campaña de vacunación, principal lema de campaña de Netanyahu.

Los votos especiales retrasarán el recuento y no se esperan resultados definitivos hasta el próximo viernes, según el Comité Electoral, aunque Netanyahu ya canta victoria.

"Está claro que la mayoría de los israelíes son de derechas y quieren un gobierno de derecha fuerte y estable", ha asegurado el jefe de Gobierno en relación con unas encuestas que muestran, más allá de las alianzas, una mayoría parlamentaria derechista y religiosa.