Reducir el estrés hace que la vacuna actúe mejor
Tras reanudar la campaña de vacunación con la vacuna de Astrazeneca y con la vista puesta en la llegada de la inoculación de las de Janssen, España continúa en la búsqueda de alcanzar la inmunidad de grupo. Junto a las medidas de distancia social, el lavado de manos y el uso de mascarillas, podríamos añadir una medida más para protegernos cuando llegue nuestro turno de vacunación: reducir el estrés.
Según el estudio “Predictores psicológicos y conductuales de la eficacia de la vacuna”, desarrollado por la Universidad Estatal de Ohio (EE.UU.), el estrés, la ansiedad, depresión y otras conductas podrían afectar negativamente a nuestro sistema inmunitario evitando que la vacuna funcione correctamente. El estudio ha cogido como muestra 30 años de investigaciones que documentan el impacto de los factores psicológicos en la respuesta del sistema inmunológico a las vacunas.
"Cuando pensamos en la eficacia de la vacuna, a menudo pensamos en la propia vacuna”, afirma Annelise Madison, una de las autoras del artículo. “Si podemos abordar ciertos factores importantes, cuando la mayor parte del mundo aún no ha recibido la vacuna, tenemos la oportunidad de hacer que nuestra respuesta a la vacuna sea más rápida, robusta y duradera", explica la investigadora en declaraciones recogidas por Europa Press.
"Estos hallazgos sugieren que con la vacuna COVID-19, cuando las personas están más estresadas y más ansiosas, podría tomar un poco más de tiempo desarrollar anticuerpos, por lo que probablemente deberían dejar pasar un poco más de tiempo antes de asumir que están protegidas". Otra posibilidad es que el estrés pueda erosionar la protección más rápidamente", detalla Kiecolt-Glaser, una de las autoras de la investigación.
Pero, ¿cómo afecta el estrés a nuestro sistema inmunitario? El investigador y Catedrático de Inmunología Alfredo Corell ha pasado por ‘La Hora de La 1’ para explicarlo con realidad aumentada.
La hormona del cortisol, clave en el proceso
Cuando nuestro cuerpo está sometido a una situación estresante, “el sistema inmunitario se resiente”, afirma el inmunólogo. “En una situación de estrés se mandan señales al sistema endocrino y éste manda cortisol, el mayor inhibidor del sistema inmunitario”, explica Corell.
Cuando esto ocurre, deberíamos volver a un estado de relajación, “para que el sistema inmunitario se potencie generando endorfinas”, añade Corell. “Si una persona con endorfinas altas tuviera un ataque de un virus, o una bacteria, tendrá una protección”, ha explicado el inmunólogo.
Más de dos millones de vacunados al completo en España
Con estrés o sin él, más de dos millones de personas han recibido las dos pautas de la vacunación en nuestro país, lo que supone el 4,5 % de la población. Las comunidades han administrado más de 6,4 millones de dosis de las vacunas de Pfizer, Moderna y AstraZeneca/Oxford contra la COVID-19. Además, 4,2 millones de personas han recibido al menos una dosis, casi un 9 % de la población.
Cinco comunidades (Aragón, Asturias, Castilla y León, La Rioja y Navarra) ya han vacunado con al menos una dosis a uno de cada diez habitantes. Asturias, que desde el principio despuntó en su ritmo de vacunación, sigue siendo la que tiene un mayor ratio de población vacunada con las dos dosis.
Recuerda que puedes seguir toda la información sobre el coronavirus en Rtve.es