Bolsonaro cede a las presiones y rebaja el tono al superar Brasil los 300.000 muertos por coronavirus
- El país necesitó de casi once meses para sumar las 200.000 primeras víctimas, las últimas 100.000 en solo dos meses
- Brasil ha registrado este miércoles 1.999 muertos por coronavirus y los expertos alertan de que aún no se ha alcanzado el pico
Brasil ha superado este miércoles las 300.000 muertes causadas por el coronavirus desde el comienzo de la pandemia y, en medio de crecientes presiones por el descontrol de la crisis, el presidente Jair Bolsonaro ha anunciado un comité nacional junto con el Congreso y el Tribunal Supremo para combatir el virus.
Sin el tono desafiante que lo ha caracterizado en más de un año de pandemia, Bolsonaro, uno de los líderes mundiales más escépticos frente a la gravedad del virus, al que llegó a llamar de "gripecita", ha convocado a magistrados, ministros, congresistas y gobernadores este miércoles en busca de un "pacto nacional".
El encuentro se ha producido el mismo día en el que Brasil ha superado los 300.000 muertos por coronavirus en tan solo 13 meses y un día después de sobrepasar la triste barrera de los 3.000 muertos diarios por la enfermedad.
Bolsonaro pone ahora a la vida "en primer lugar"
Después de una reunión de más de dos horas con decenas de líderes en el Palacio da Alvorada, la residencia oficial, Bolsonaro ha comparecido junto con los titulares de la Cámara de Diputados, Senado y del Supremo Tribunal Federal (STF), así como representantes de los gobernadores y el nuevo ministro de Salud, Marcelo Queiroga, para anunciar la creación del comité.
En el llamado de "armonía" para el combate al coronavirus, Bolsonaro ha puesto ahora a la vida "en primer lugar", desprendiéndose, al menos de momento, de su rezo reiterado de que la economía debería estar en ese sitial de prioridades.
Críticas de la oposición
La nueva actitud del gobernante ha sido puesta en duda por algunos opositores, como el gobernador de Sao Paulo, Joao Doria, un exaliado y ahora férreo opositor a Bolsonaro, quien ha ironizado sobre la creación del comité.
"Lamentamos que el presidente llame eso pacto nacional", ha agregado Doria en la sede del Instituto Butantan, que envasa y adelanta la producción local de la vacuna anticovid del laboratorio chino Sinovac.
El gobernador paulista, que no ha sido convocado para la reunión, ha criticado también el discurso de Bolsonaro en la cadena de radio y televisión promulgado en la noche de este martes, al que ha calificado de "disfraz para engañar el país" y que la acción del mandatario ha sido "el retrato de un mentiroso".
Una vacunación lenta
El jefe de Estado, a pesar de seguir defendiendo el tratamiento precoz, aunque sin citar los medicamentos que siempre abanderó como la cloroquina -sin comprobación científica de su eficacia-, ha pasado a reforzar un discurso favorable a las vacunas y ha garantizado que el país tendrá en el segundo semestre las 500 millones de dosis necesarias.
Bolsonaro ha llegado a cuestionar y referirse despectivamente a las mismas vacunas que ahora defiende como solución para acabar con la pandemia.
En ese sentido se ha pronunciado también en su primera rueda de prensa oficial el nuevo ministro de Salud, quien ha asumido su compromiso "a corto plazo de aumentar la velocidad de la vacunación" y llegar a "un millón de personas por día", frente a las 300.000 que tienen acceso actualmente.
Politización de la pandemia y Lula en el horizonte
El aparente cambio de actitud de Bolsonaro coincide con el agravamiento de la pandemia y con la cada vez más fuerte presencia en el escenario político del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien se ha visto beneficiado por una decisión de un magistrado de la Corte Suprema que ha anulado las condenas de corrupción que tenía por un error procesal y ha recuperado sus derechos políticos.
La decisión allana el camino para que Lula participe en la carrera electoral de 2022, como el candidato con más potencial para enfrentar a Bolsonaro.
Con Lula como potencial candidato y Bolsonaro haciendo un llamado a la unidad nacional para combatir al coronavirus, en medio del recrudecimiento de la pandemia, pero pensando en su reelección, Brasil entra en un nuevo ajedrez político que comenzará a diseñarse sobre el tablero a partir de ahora.