Personas migrantes LGTBIQ+, doblemente discriminadas en el acceso al empleo: "Me miraban de arriba abajo"
- Un estudio de CEAR visibiliza la situación que vive este colectivo en los procesos de selección y contratación de personal
- Concretamente, las mujeres transexuales expresan "discriminación constante, explícita y agresiva" en la búsqueda de trabajo
“Veía una oferta de trabajo o algo y, cuando llegaba yo, como que miraban de arriba abajo. Todas las entrevistadas tardaban 15 o 20 minutos y, cuando me tocaba a mí, dos minutos o uno”. Es el relato de una mujer trans venezolana residente en Barcelona que se ha sentido doblemente discriminada a la hora de buscar empleo por su condición de migrante LGTBIQ+, una realidad difícil de probar que con frecuencia sufren otras muchas personas en España.
Así se desprende del estudio “Lucha contra la discriminación laboral por razones de orientación sexual e identidad de género” que ha presentado este jueves la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) y que ha sido financiado por el Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social.
La investigación visibiliza la situación que viven las personas migrantes LGTBIQ+ en los procesos de selección de personal y contratación a partir de la experiencia de algunos afectados, quienes, con su testimonio, ayudan a comprender cómo la condición migratoria junto con la identidad sexual resitúan "la relación con el mercado de trabajo y, en concreto, las posibilidades de acceso al mismo".
Una discriminación sutil que tiende a normalizarse
A pesar de que España es un país pionero en el avance y consecución de derechos sociales, económicos y políticos para el colectivo de lesbianas, gais, trans, bisexuales, intersexuales y queers, ese progreso no se refleja en su acceso al mercado de trabajo, donde sufren distintas formas de discriminación, según ha advertido la directora general de CEAR, Estrella Galán.
La Agencia de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea (FRA - Fundamental Rights Association) hizo públicos en 2020 los datos de la mayor encuesta con población LGBT en la que se indica que, en España, aún un 1 1% de personas LGB y un 37 % de personas transexuales se han sentido discriminadas en los procesos de acceso al empleo. Sin embargo, eso datos no reflejan toda la realidad de este colectivo porque no han tenido en cuenta la procedencia, la pertenencia a una minoría étnica o la racialización, señalan desde CEAR.
La portavoz de la Comisión y coautora del informe, Vicky Barambones, señala que muchas personas migrantes LGTBIQ+ arrastran “situaciones de trauma” generadas por la persecución en sus países de origen y por la propia exclusión en el país de destino, lo que las sume en una situación “precaria anímicamente”.
Además, según los impulsores del estudio, en la mayoría de las situaciones, la discriminación se manifiesta de forma sutil, siendo consideradas “violencias de baja intensidad que pueden dejarse pasar y, por tanto, ser integradas y normalizadas en la cotidianidad de las personas”.
7 de cada 10 se han sentido en desventaja a la hora de buscar empleo
El estudio subraya que la totalidad de las personas entrevistadas afirma que su orientación sexual y/o identidad de género supone, de uno u otro modo, un motivo de desventaja a la hora de acceder al mercado de trabajo, mientras que 7 de cada 10 han reconocido que se han sentido en desventaja en un proceso de búsqueda de empleo.
Todos ellos, además, han dejado de presentarse a ciertos puestos de trabajo por diferentes motivos: tras valorar las posibilidades de éxito desde la posición social de “migrante” y/o persona racializada; o por la de su orientación sexual, expresión y/o identidad de género no heteronormativas.
En las conclusiones del estudio se detalla que una de las "estrategias de sobrevivencia" en el entorno laboral es la del ocultamiento de su orientación sexual y/o identidad de género, ya sea en entrevistas de trabajo u omitiendo información en el curriculum. Además, el 72 % de los migrantes gais, lesbianas y bisexuales decide no mostrar su orientación sexual en su lugar de trabajo.
También se produce a menudo un "aplazamiento forzoso de la identidad" y, según la investigación, el 44 % de las mujeres trans entrevistadas adopta la identidad social esperada como estrategia para reducir los efectos de la discriminación.
Mujeres trans: discriminación "constante, explícita y agresiva"
En concreto, las mujeres transexuales expresan "situaciones de discriminación constante, explícita y agresiva" en diferentes momentos del proceso de búsqueda de trabajo: en la selección para cursos de formación, en prácticas laborales, en entrevistas o períodos de prueba.
Únicamente el 16 % de las participantes trans del estudio considera no haber recibido un trato discriminante y/o agresivo en su búsqueda.
“Día a día lo notamos; en la calle, en las tiendas: “Mira un travesti”“
“Es que nosotras, las transexuales, las lesbianas, todas nosotras sabemos, lo notamos. Ellas se han adaptado a recibir ese rechazo de la sociedad que ya lo notamos y percibimos de cualquier forma, o cualquier cara que venga. Como si está sonriendo, como si tuviera mala cara, de cualquier forma, nosotros lo percibimos. Y es constante. Día a día que lo notamos; en la calle, en las tiendas: “Mira un travesti”, “Mira, es un maricón”... típica frase “un travelo”, asegura una mujer trans procedente de Cuba y residente en Bilbao.
Barambones también ha apuntado que 4 de cada 5 trans no tienen empleo y ha lamentado que a una frecuente desvalorización de las expresiones de género o roles asociados a lo femenino y exclusión de aquellas identidades "que no acatan" el binarismo hombre o mujer, se le unan los estereotipos por el color de piel, el acento o el país de origen: "se crea una imagen muy sesgada sobre las personas migrantes LGTBIQ", ha recalcado.
Rechazo en entrevistas de trabajo: "Mi apariencia incomoda"
Las entrevistas son entendidas como el momento de "mayor vulnerabilidad" en la búsqueda de empleo. A pesar de ser un proceso en el que la discriminación suele adoptar formas sutiles, quien está siendo discriminado identifica perfectamente los actos, actitudes o preguntas que le genera malestar.
Además, son numerosos los prejuicios en torno a la apariencia, ajustada o no a la norma social, de la persona entrevistada.
“Mi apariencia incomoda, no saben muy bien qué soy. Muchas veces me confunden con chico, con un chaval, ves… […] no estoy de cara al público, así la voz no es problema”, relata una joven no binaria nacida en México que vive en Sevilla.
En el caso de las mujeres trans, varias entrevistadas han apostado alguna vez por la entrega en mano de su currículum, pero este no siempre ha sido bien recibido.
“Aquí nunca le han dado una oportunidad a una chica trans de trabajar“
“Me dice un chico, “Ay, no es por desmoralizarte, pero aquí las chicas trans nunca. Aquí han venido muchas chicas con el currículum y aquí no lo aceptan, aquí nunca le han dado una oportunidad a una chica trans de trabajar”, cuenta una venezolana que vive en Valencia.
Acceden a puestos con peores condiciones laborales
Otra realidad que recoge del estudio es la que apunta a una aceptación de peores condiciones laborales por ser personas migrantes LGTBIQ+, pese a que el 48 % de los encuestados tiene estudios universitarios o de máster.
Además, el 40 % de las participantes está trabajando, de manera formal o informal, en el ámbito del trabajo doméstico y de cuidados o en el sector de la hostelería, y "cada vez más y no siendo la opción deseada, se encuentran con ofertas en la economía sumergida".
“Prefieren contratar a personas migrantes porque son personas más vulnerables que no se van a quejar“
“(…) prefieren contratar a personas migrantes, ya sin hablar de la sexualidad de cada quien, pero que prefieren contratar a personas migrantes porque son personas más vulnerables que no se van a quejar tan fácilmente y que aceptan condiciones de trabajo más explotadoras”, admite una mujer lesbiana procedente de Bolivia y residente en Bilbao.
Por otro lado, según expresan los profesionales de entidades sociales participantes en el grupo focal, las "ofertas de trabajo sexual se ofrecen con bastante asiduidad a, mayoritariamente, mujeres trans y hombres cis gais".
Asimismo, a los migrantes LGTBIQ+ les afecta en gran medida el ideario social creado en torno a la migración que sugiere que los puestos ocupados por “los inmigrantes” reemplazan, de alguna forma, los que podrían ocupar los autóctonos.
“Le mandé currículum y lo primero que me dijo, ‘primero somos las españolas’”, revela una mujer trans peruana que vive en Madrid.
Durante la presentación, CEAR también ha dado a conocer una guía práctica para fomentar el empleo inclusivo y que empresas, sindicatos y administraciones públicas den pasos decididos para poner fin a esta discriminación.
Asimismo ha lanzado la campaña Sin Peros, dirigida a una sociedad aparentemente abierta que, sin embargo, siempre parece poner un "pero" a aceptar la diversidad, sobre todo en el ámbito laboral.