Muere el cineasta francés Bertrand Tavernier a los 79 años

• Es autor de películas como Capitán Conan, Hoy empieza todo o Ley 627

El cineasta francés Bertrand Tavernier.

El cineasta francés Bertrand Tavernier, director de Ley 627, Capitán Conan o La vida y nada más, ha fallecido a los 79 años en Saint-Maxime, en la Provenza, según ha avanzado el diario La Croix, en el que colaboraba y que no ha precisado la causa del fallecimiento.

Considerado uno de los directores franceses más importantes de los últimos 50 años, su carrera ha sido reconocidas a nivel internacional con premios como cuatro César, el BAFTA en 1990 por La vida y nada más, además de galardones de los festivales de Venecia, Berlín y San Sebastián. También fue laureado en 1984 en el Festival de Cannes en la categoría de mejor director, por Un domingo en el campo.

Cineasta ecléctico, su cine ha tratado el policíaco, el musical, la guerra, la educación, los medios de comunicación, la ciencia ficción distópica o la sátira política. A sus 22 largometrajes de ficción y trabajos documentales, hay que sumarle sus monumentales libros sobre cine estadounidense y francés (especialmente su diccionario 50 años de cine norteamericano) y su labor para conservar el patrimonio fílmico como presidente del Instituto Lumière.

Antes de debutar en el largometraje El relojero de Saint Paul (1974), Tavernier fue el chico para todo de la Nouvelle Vague, movimiento para el que ejerció de jefe de prensa en muchas de sus películas. Aunque amantado en la teoría de autor, siempre reconoció su deuda con cineastas anteriores como Jacques Becker o Jean Renoir.

Alcanza resonancia internacional con La muerte en directo (1979), película en inglés con Rommy Schneider ambientada en una sociedad en la que la enfermedad es tan atípica que el proceso de morir de una mujer se convierte en un reality show.

Tras el éxito en Cannes de Un domingo en el campo, dirige Alrededor de la medianoche (1986), película sobre el jazz por la que Herbie Hancock logró el Oscar a la mejor banda sonora.

Quizá su época más exitosa sean los años 90 con el realismo del policíaco Ley 627 (1990), que marcaría tendencia; La carnaza (1995), oscura historia de jóvenes ladrones; Capitán Conan (1995), cinta bélica sobre la Primera Guerra Mundial y Hoy empieza todo, película sobre la realidad de una escuela en la mejor línea del cine francés sobre la educación.

Partidario de la ligereza y de no marcar el "yo" en la dirección, decía que Luis Buñuel sería el único cineasta "ante el que se inclinaría totalmente". Su cinefilia, por su determinación en la conservación del celuloide, solo es comparable a la de Martin Scorsese. "Tomé conciencia muy pronto de ese problema", decía en una entrevista para RTVE.es. "Fuimos los primeros en comprar películas para salvarlas. Más tarde, gente importante como Martin Scorsese se ha movilizado y eso ha servido para que la prensa, que jamás se había interesado en la problemática, comience a hacerlo”.